EL MONTE DE LA ESPERANZA
QUIEN NO SABE REZAR, METASE EN LA MAR
Cuando Anthony Yeoward vio aparecer el MONTE DE LA ESPERANZA en Liverpool, se le cayó el alma a los pies. Aquel viejo cacharro, a quien le tocaba consignar, era la perla que le enviaba la compañía Aznar para empezar el servicio de importación de plátano y tomate desde Canarias a la Gran Bretaña. No obstante, Tony Yeoward era un luchador. Había recibido ... leer más >