FLUCTUAT NEC MERGITUR
El tercer vapor llamado BARTOLO en la Naviera Bachi había sido en origen un buque tipo Stándar C, de los botados en serie para contrarrestar la sangría de pérdidas que sufría la Marina Mercante inglesa durante la Gran Guerra.
En origen se bautizó como WAR ZEPHYR, O.N. 142681, botado el 9 de septiembre de 1918 por los astilleros John Prietsman & Co., de Sunderland, con el número 266 de las gradas de Southwick. Se entregó al mes siguiente a sus primeros armadores –mejor dicho managers, ya que el buque era propiedad del Shipping Controller– la compañía Herskind & Co., de Londres.
Era un vapor con casco de acero, de una hélice, que impulsaba una maquina alternativa de triple expansión construida por George Clark Ltd. La máquina registraba 429 caballos nominales y tenía tres cilindros con diámetros de 25, 41 y 68 pulgadas para una carrera de 45 pulgadas. La potencia real de esta era de 2.500 ihp.
En 1919 recibe el nombre de ALGORTA al comprarlo W.H. Vernall & Co., de Londres.
En 1920 pasa a formar parte de La Tunisienne Steam Navigation Co. Ltd., propiedad de F. C. Strick & Co. Ltd., de Londres.
En 1925 (o 1926) se viene a la contraseña nacional al comprarlo la Compañía Naviera Bachi, también conocida como Hijos de Astigarraga, de Bilbao.
Su vida marítima acaba en gran tragedia, explotado por un consorcio alemán que, según parece ser, o compro o intento comprar la compañía. El 6 de marzo de 1943, frente a Marsella, es enviado al frio bentos en el segundo ataque que sobre él hizo el submarino de Su Graciosa Majestad HMS TAURUS.
En la Revista de Estudios Marítimos del País Vasco, Itsas Memoria, en su número 5, en un completo artículo firmado por Juan Carlos Jiménez de Aberasturi Corta, titulado “La II Guerra Mundial en el golfo de Vizcaya”, que luego veremos en más extensión, su autor cita:
…”Los hermanos Astigarraga, Enrique y Eduardo, eran propietarios o importantes accionistas de la naviera “Bachi” fundada en Bilbao en 1901 que estuvo también registrada como “Hijos de Astigarraga”. El primero era presidente y el segundo miembro del Consejo de Administración de la “Compañía Euskalduna de Construcción y Reparación de Buques”, fundada en Bilbao a comienzo del siglo XX”…
En la citada compañía, el nombre BARTOLO se había lucido ya en dos ocasiones anteriores, y en la ampliación y modernización de la flota en los años veinte, volvió a mostrarse, como ya hemos dicho, en un hermoso y rentable vapor perteneciente a una gran serie construida en Inglaterra al final de la Gran Guerra. No sería el único Standard tipo C de la Compañía, ya que aparte del citado BARTOLO, los BACHI, KAULDI y TOM eran idénticos a él.
El segundo BARTOLO se perdió a finales de junio de 1925 (seguramente el día 30) y es posible que aunque se da la fecha de 1925 como la de la compra del tercer BARTOLO fuese realmente en 1926.
El 5 de agosto de 1927 llega a Barcelona, en tránsito desde Cardiff, con 3.000 toneladas de carbón a la orden. El día 17 de ese mes, tras descargar, parte hacia Bone a por fosfatos.
En La Vanguardia, en su edición del domingo, 4 de agosto de 1929, en su página 24, se daba cuenta de un cambio de capitanes:
…”Bilbao. Con las formalidades reglamentarias ha tomado el mando del vapor «BARTOLO», perteneciente a la Compañía Bachi, el capitán de la marina mercante, señor Lete Beitia”…
Llegada la Guerra Civil encuentra al BARTOLO y al JUAN DE ASTIGARRAGA en aguas inglesas, quedando internado en Gran Bretaña. Se recuperaron el 18 de abril de 1939 y volvieron a Bilbao.
…”El BARTOLO se recuperó en Inmingham, tras haber dado un viaje a Montevideo en 1937 y haber quedado internado en el puerto de Bergen en diciembre de 1938”…(Fuente: La Marina Mercante y el tráfico marítimo en la Guerra Civil. ISBN: 84-7.140-150-9)
Tras la Guerra Civil llega la II Guerra Mundial, y a pesar de la proximidad ideológica del gobierno de Madrid con el de Berlín, la Naviera Bachi provoco un pequeño roce diplomático entre ambas naciones. Veamos el porqué. Volviendo con Juan Carlos Jiménez de Aberasturi Corta, y su artículo titulado “La II Guerra Mundial en el golfo de Vizcaya”, este cita:
…”Pero además, las enormes pérdidas producidas por los Aliados en los diferentes frentes pero particularmente en el Mediterráneo, hizo que los alemanes pensasen en adquirir pequeñas navieras españolas que, a ser posible manteniendo el pabellón nacional, se pusiesen al servicio del abastecimiento de las tropas alemanas enzarzadas en duras batallas en África que debido a la eficacia del bloqueo aliado veían sus suministros reducirse peligrosamente. Para ello debían vencer la atenta vigilancia de los servicios aliados que en España observaban detenidamente todos los movimientos y maniobras de los nazis y presionaban cada vez más intensamente a Franco. Por esta razón, Bernhardt, a través de la SOFINDUS y utilizando testaferros u “hombres de paja” españoles, adquirió o creó diversas compañías navieras con este objeto. Éstas fueron la “Compañía Comercial Marítima de Transportes S.A.”, conocida como Sociedad naviera TRANSCOMAR, con un capital social de 2,1 millones de pesetas; la “Naviera Ibérica S.A. (NISA) con 4 millones de pesetas y la “Naviera Bachi S.A.” con un capital social en el momento de su constitución de 7,5 millones de pesetas.
Los servicios aliados, como ocurrió en el caso del wolframio, tuvieron que competir también en este ámbito con los nazis y así, desde la embajada británica, su agregado financiero, Hugh Ellis-Rees, se implicó, en julio de 1941, en una dudosa operación financiera con el millonario y armador Juan March para la compra de buques españoles con el fin de evitar que cayesen en manos de los alemanes que estaban ya entonces desarrollando su programa de adquisición de medios de transporte marítimos para sus abastecimientos en el Mediterráneo”…
Y también cita:
…”Como declararía el mismo Bernhardt después de la guerra a los expertos de la Comisión Aliada de Control, la SOFINDUS que él dirigía había recibido en junio de 1942 tres remesas de oro directamente desde Alemania, en total seis toneladas, procedentes de los fondos de la ROWAK, que fueron dedicadas a la compra de la compañía “Bachi”.
Según un informe de marzo de 1942 del agregado naval petainista en Madrid, el contra-almirante Delaye –pasado más tarde al bando de Giraud– en el que daba cuenta a sus superiores de una conversación con Jesús Rotaeche, secretario de la Marina Mercante franquista, éste se manifestaba contrario a que los alemanes comprasen navieras españolas. Por ello –informaba Delaye– se había opuesto a la compra de la naviera vizcaína “Bachi” cuyos buques debían ser trasladados al Mediterráneo Oriental al servicio de los alemanes debido a la fuerte escasez de transportes para abastecer al Afrika Korps. Días después le había insistido en que su relación con los alemanes era muy tensa debido a que éstos habían dado la orden al gerente de “Bachi” para que trasladase sus buques a aquella zona de guerra. El Gobierno español se oponía a que barcos batiendo el pabellón español fuesen enviados a un frente bélico por temor a las represalias que podían tomar los Aliados, retirándoles los navicerts, imprescindibles para la navegación y por lo tanto para el abastecimiento de España. Rotaeche había amenazado con la cárcel al gerente en el caso de que desobedeciese sus órdenes y había informado a los capitanes de los buques que detendría a sus familias. Meses después, en octubre, el asunto de la naviera “Bachi” seguía sin arreglarse y los alemanes insistían en poder disponer de los barcos según sus necesidades. Rotaeche sólo estaba dispuesto, según sus declaraciones a Delaye, a permitir que estos barcos mantuviesen el tráfico entre los puertos mediterráneos españoles y el puerto francés de Marsella”…
Sea como fuese, los buques de la Naviera Bachi marcharon a la guerra, y en la guerra murieron algunos de ellos; el BARTOLO en concreto, y como ya hemos dicho, el 6 de marzo de 1943 sufre dos ataques por parte del HMS TAURUS, al mando del comandante Mervyn Wingfield, quien en el primero de ellos le lanza cuatro torpedos que fallan el blanco, y dos horas después –a las 1000- lanza de nuevo otros dos torpedos alcanzándole uno de ellos, según parece ser, hundiéndolo frente a Marsella. Según parece ser, el capitán y el jefe de máquinas fueron hechos prisioneros.
Antes del ataque ya había juagado al gato y al ratón con la Royal Navy –cosa peligrosa- y así, según su diario de navegación, el 21 de marzo de 1942, es detenido por una patrullera inglesa frente a Gibraltar, llevándolo a aquella plaza para inspección.
El 31 de marzo de 1942, en viaje de Palma de Mallorca a Lisboa, vuelve a ser inspeccionado por los ingleses a su paso por Gibraltar.
El 11 de abril de 1942 parte de Lisboa, con destino Génova, con una carga de cereales. De nuevo, al pasar por el estrecho, patrulleras inglesas le obligan a entrar en Gibraltar para inspeccionarlo.
El 17 de abril de 1942, en medio de un fuerte temporal pierde un bote salvavidas.
En 1942, el BARTOLO es el último buque que faena en el cargadero de Agua Amarga.
Los restos del BARTOLO yacen a 29 metros de profundidad en situación 43º 18´N y 4º 36´E. Hoy día su pecio es frecuentemente visitado por submarinistas.