DOÑA ELISA SORIANO FISCHER; PIONERA EN LA MARINA MERCANTE

DONDE HAY MARINERA, NO MANDA PATRON

Jesusa Pertejo de Alcami fue autora del artículo “La Doctora Elisa Soriano Fischer”, en el Boletín de la Sociedad Valenciana de Pediatría, nº6, año 1964, págs. 477 a 479.
Cristina Escrivá Moscardó, Julia Jordà Gisbert y José Vicente Martí Boscá, escribieron el artículo “Elisa Soriano Fischer, puntal del feminismo moderno. Presidenta de la juventud universitaria feminista (1920-1928)”, que se puede leer en el libro Pensar con la historia desde el siglo XXI. Actas del XII Congreso de la Asociación de Historia Contemporánea. (ISBN: 978-84-8344-458-0)

Doña Elisa Soriano Fischer con el uniforme de la Marina Mercante. Oficema. Diciembre 1961.tif
Doña Elisa Soriano Fischer con el uniforme de la Marina Mercante. Oficema. Diciembre 1961.tif

Por su parte Cristina Escrivá Moscardó publico el articulo La Doctora Elisa Soriano Fischer y sus coetáneas, que se encuentra en Ciencia y técnica entre la paz y la guerra: 1714, 1814, 1914, coordinado por Francisco A. González Redondo, Vol. 2, 2016, (ISBN 978-84-608-5945-1, págs. 1083-1090)
También se puede encontrar en Internet el artículo Elisa Soriano Fischer (1891-1964), que forma parte del libro: Ni tontas ni locas. Las intelectuales en el Madrid del primer tercio del siglo XX, FECYT, [Paloma Alcalá Cortijo, Capi Corrales Rodrigáñez, Julia López Giráldez (coord.), Madrid, 2009, págs. 218-221].
Estos son algunos, entre muchos, de los artículos y libros publicados en recuerdo de Elisa Soriano Fischer, mujer valiente, feminista –como debe y debía ser- e inteligente, quien se puede considerar que fue la primera mujer marino mercante del Estado español.
¿Adivinan ustedes la bandera de los buques en la que no pudo ejercer? Pues sí, la española, y como muchos otros marinos mercantes, a la hora de buscar buenas y humanas condiciones de trabajo tuvo que emigrar. Y así, esta valiente profesional, navego en buques de bandera de otras naciones de Europa ejerciendo brillantemente su profesión.
En esta época, de retroceso de libertades democráticas y de renacimiento de un machismo cultural-religioso absurdo, escribimos este artículo en memoria de aquella gran profesional.

La señora Soriano Fischer al final de sus dias. Oficema. Diciembre 1961.tif
La señora Soriano Fischer al final de sus dias. Oficema. Diciembre 1961.tif

En la revista Oficema, en el número de diciembre de 1961, aparece un resumen de su vida marítima profesional que transcribimos íntegramente:
…”Recientemente ha sido objeto de un simpático homenaje la doctora doña Elisa Soriano Fischer con motivo de su jubilación. Los relacionados con el mar, y más concretamente con la Marina Mercante, debemos sumarnos a este homenaje, ya que la doctora Soriano fue la primera mujer médico de nuestra Marina Mercante. A sus setenta arios, la doctora Soriano conserva la simpatía y agudeza en su mirada y mantiene frescos los recuerdos de sus travesías como médico. -Terminé la carrera de Medicina- nos dice—en 1918, pero hasta 1927 no hice las oposiciones a medico de Marina civil. Me embarqué por primera vez como facultativo en 1928, en un hermoso buque, el «ANTONIO DELFINO«, de la Hamburguesa Sudamericana. Era un barco grande, de 14.000 toneladas. Yo lo tomé en Vigo, para cuidarme de los emigrantes españoles que se dirigían a América. El buque iba a Buenos Aires, con escala en Río de Janeiro, Santos y Montevideo. Por cierto que tardamos más de lo debido.
-¿Por qué, señora?- Porque a la altura de las Islas Canarias recibimos un S.O.S. de un barco portugués, el «ZAIRE«, que se había quedado sin combustible. Había algo más que eso. Por lo visto, la tripulación se había amotinado y había arrojado al agua al capitán. Tuvimos que remolcar al buque hasta Canarias.
-Aparte de ese desagradable incidente, ¿qué recuerdo guarda de su travesía?- Un recuerdo magnífico. En todos los puertos donde hicimos escala fui agasajada y los periódicos se ocupaban de mí. En Buenos Aires me dieron varios banquetes.
Doña Elisa Soriano nos enseña recortes de los periódicos sudamericanos, que la dedicaban grandes espacios.
-Debo decir, en honor a la verdad, que yo fui la primera mujer médico de la Marina Mercante por unos días, porque conmigo aprobó las oposiciones otra mujer, la doctora Cecilia G. de Cosa, que se embarcó poco después. Por cierto que tuvimos que vencer grandes dificultades para que nos admitieran a examen, porque no existían precedentes y entonces la mujer tenía cerrados los accesos a muchas actividades profesionales. La doctora nos sigue hablando de sus travesías.
-En 1929 me, embarqué de nuevo, esta vez en un buque francés, el «ROUSILLON«, de la Compañía Trasatlántica, más pequeño que el anterior. Fui a Nueva York y Halifax, cuidando de los emigrantes españoles. Doña Elisa dejó pronto el mar. Ganó las oposiciones a médico de la Beneficencia, en donde ha ejercido hasta su jubilación, y se especializó en oftalmología. Pero no ha olvidado sus tiempos de médico a bordo. Tras despedirnos de la doctora Soriano, hojeamos el «Lloyd’s» de entonces para ver las características de los buques en que navegó. El «ANTONIO DELFINO«, de 13.589 toneladas, fue construido en 1921. El «ROUSILLON» era más viejo. Se construyó en 1906 y tenía 8.800 toneladas. Eran excelentes buques para entonces. Y doña Elisa, que es, paradójicamente, el oculista de los ciegos, pues es la encargada de expedir los oportunos certificados de ceguera, vive con sus gratos recuerdos marítimos. A su homenaje nos sumamos, modestamente, con nuestros mejores deseos”…
Nos hubiese gustado encontrar datos sobre la doctora Cecilia G. de Cosa, pero nos ha sido imposible, aparte de saber que debió tener alma de poeta, ya que escribió poesía. Si alguien puede ayudarnos en encontrar esta información estaríamos muy agradecidos.

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