GENT DE MAR I MARINA SON DE LA MATEIXA FARINA
En la L.O.B. del año 1935 el CALA MONDRAGÓ aparece como pailebot, cuando lo correcto sería su clasificación como motovelero con aparejo de pailebot. Las características técnicas que se citaban eran las siguientes:
…”Señal distintiva: EELD; año de construcción: 1934; casco de madera; eslora entre perpendiculares: 35,05 metros; manga: 8,65; puntal en bodega: 3,06; calado máximo: 3,07; registro bruto: 203,33; registro neto: 178,22; motor de 96 caballos nominales y 190 indicados; velocidad: 5 nudos; capacidad de combustible: 5 toneladas; consumo por singladura: 0,45”…
El motor instalado era un Burmeister & Wain.
El armador era la Naviera Mallorquina, y el buque había sido construido en los varaderos de la compañía que los tenía para reparación de su propia flota, siendo por tanto el número de construcción 1 de los mismos. Al año siguiente se colocaba la quilla y botaba el CALA GAT, también de tres palos y de muy parecidas dimensiones.
Por aquellas fechas la compañía ya tenía una flota de más de veinte motoveleros, o veleros puros, casi todos ellos con aparejo de pailebot, pero las tradiciones se iban perdiendo. Joan Llabres i Bernal (sic: un año antes de la guerra civil) en la revista La Nostra Terra: revista mensual de literatura, art y ciencias, Any VIII, Número 88, edición de abril de 1935, se lamentaba de la falta de tradición en las construcciones navales, y anotaba:
…”Los veleros construidos en nuestro puerto por cuenta de la Naviera Mallorquina en los astilleros que fueron d´en Llompart, hoy en día propiedad de esta entidad, ya no llevan mascarones. El último de los pailebotes puestos en servicio –el CALA MONDRAGÓ– presenta una proa fina y bien tallada pero lisa y sin ornamentación.
Para acabar, brindamos a don Manuel Salas, tan entusiasta devoto de las cosas de la mar y tan amante de la tradición, la idea de que los veleros de nuestra matricula hagan recordar nuevamente aquellos mascarones de proa que lucieron sus predecesores, en los mejores tiempos de la navegación mallorquina, y bien podría ser el primero el pailebot que actualmente está en construcción en la grada del Mollet para la más importante empresa de veleros mixtos que hay en España”…
Los primero viajes del motovelero le llevaban hasta Sevilla, Málaga y Almería, ayudado por su potente y útil motor y llevando carga general.
Durante la guerra quedo en Palma de Mallorca, adscrito al bando rebelde, armado con piezas de pequeño calibre y actuando como patrullero, transporte y dragaminas.
Según la web Aula Militar también dio soporte a zonas peninsulares:
…”El apoyo logístico prestado a las lanchas torpederas y al Ejército, desde Palma a Vinaroz, se verá ampliado con la conquista de Castellón, incrementándose los viajes, el volumen y la diversidad de las cargas. Los buques que realizarán estos viajes son: Vapores, REY JAIME II, CASTILLO PEÑAFIEL, CASTILLO BUTRÓN Y CASTILLO CUELLAR; petrolero OPHIR; motoveleros CALA MILLÓ, PROVIDENCIA, ROBERTO, CALA SAN VICENS, NUEVO CORAZÓN, CALA CONTESA y CALA MONDRAGÓ; Crucero auxiliar LÁZARO, destructor VELASCO y minador VULCANO. Estos barcos unían a los riesgos de hundimiento en caso de encuentro con el enemigo (ya que no eran escoltados por ninguna unidad de la Marina de guerra), el de la ausencia total de medidas de seguridad contra explosiones o incendios, dada la peligrosidad de las cargas y su precario embalaje y deficiente estibado. Su comportamiento rebasó los límites del valor y la audacia”…
Pasada la guerra vuelve a actuar en sus cometidos comerciales trillando la costa mediterránea desde Rosas a Almería y Ses Illes.
En el año 1954 sufre una varada sin consecuencias. Lo narra La Vanguardia, en su edición del sábado, 15 de mayo de 1954, en su página 18, en que cita:
…”Velero varado a causa de la niebla. –A causa de la niebla reinante en la Costa Brava, ayer varó en Cala Bona (Cabo Creus) el motovelero «CALA MONDRAGO», que se dirigía a Francia con cargamento de naranjas. Al darse cuenta del accidente acudieron en ayuda del buque varado el motovelero «PLAYA PEQUEÑA» y la lancha guarda-pesca «V-13», en servicio en aquellas aguas, los cuales consiguieron poner a flote el «CALA MONDRAGO», después de haberlo aligerado de su cargamento. No ocurrió desgracia personal alguna y el buque pudo continuar su viaje a Francia sin más novedad”…
En las hemerotecas lo encontramos en plena actividad hasta 1968, en que desaparece de ellas.
Según José Huertas Morión, en 1981 se vende a una empresa de construcción ibicenca para el transporte de este tipo de material, y, después, es abandonado en Palma, con la quilla rota en dos sitios, para acabar siendo hundido, a pesar de la oposición de algún diputado del Parlament balear, según se cita en el Butlleti Oficial del Parlament de les Illes Balears, en su edición de 29 de febrero de 1988, en que Damiá Pons i Pons denunciaba la falta de criterio de la Conselleria al no poner medios para salvar el pailebote. Se citaba:
…”La destrucción del pailebote «CALA MONDRAGO» significa una pérdida irremediable de un legado histórico de la tradición náutica de las Islas Baleares. La falta de una actuación decidida a favor de la protección del legado naval en las Islas Baleares puede significar nuevas destrucciones de un patrimonio que se empobrece día a día como lo demuestran las destrucciones «NUEVO CORAZON», primero, y del «CALA MONDRAGÓ», después”…
Una lastima.