ESA MAR QUE VIENE EN POPA ES DE VIENTO QUE LA BOTA
La pequeña flota de auxiliares de la Compañía Trasatlántica ayudo, durante décadas, al mantenimiento de un servicio correcto y efectivo de los grandes vapores de esta compañía.
Eran pequeñas lanchas o remolcadores que, construidos o no por la misma compañía, dieron servicio, en la metrópoli o en las colonias, a los hermosos y míticos liners de esta. Como todos los buques de la Compañía Trasatlántica se vieron envueltos –por la condición de los contratos- en casi todas las guerras coloniales de nuestro país.
En concreto, el AUXILIAR NUMERO 4 acabo sus días, según parece ser, destinado en La Habana y bajo bandera que desconocemos, pero que suponemos debió ser la cubana para poder operar en aquellas aguas.
En 1895, según parece ser, estaba todavía destinado en Cádiz, y participo indirectamente en la búsqueda del desaparecido REINA REGENTE (Fuente: Diario de Tenerife. 1895 marzo 21)
Posteriormente, y hasta en fecha tan tardía como 1926, sufre graves averías en el huracán de octubre de ese año que asolo el puerto de La Habana, de trágicas consecuencias para muchos buques (Fuente: La Prensa. 1926 Noviembre 5)
Desconozco su constructor y su final, pero sus características técnicas, según la ficha del mismo disponible en el Museu Maritim de Barcelona, son las siguientes:
…”AUXILIAR Nº 4; construido en 1889; matricula de Barcelona en (o hasta) 1890; casco de acero; eslora entre perpendiculares: 16,20 metros; manga: 3,66; puntal: 2,13; registro bruto: 31,03; registro neto: 13,98”…
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