A SMOOTH SEA NEVER MADE A SKILLED MARINER
El 20 de abril de 1905 el vapor ALICIA, de la Línea de Vapores Serra, varo en la parte Norte del conocido como Ajax Reef, justo al Sur del Long Reef, en la Florida. En ruta de Liverpool a la Habana, con una jugosa y rica carga para la isla, fue rodeado inmediatamente por rakeros –con licencia gubernamental- que, supongo, tras los correspondientes permisos, se pusieron a salvar lo que pudieron del naufragio.
El buque, con la quilla rota, fue abandonado el 25 de julio, y vendido para desguace (constructive total loss) en septiembre de ese mismo año. Al final, para recuperar el hierro y la maquinaria del buque, se usaron explosivos.
Hoy en día, los restos del ALICIA son parte del interés turístico del Biscayne National park, en el conocido como «Shipwreck Trail«.
Este fue el triste final de un bonito carguero mixto de proa recta, tres mástiles, una chimenea en graciosa caída y con popa de espejo; ¡con el puente abierto!, por supuesto.
El ALICIA tenía el número de grada 239 de los astilleros London & Glasgow Engeneering & Iron Shipbuilding Co. Ltd., de Govan, Escocia, en Middleton Yard. Había sido botado el 16 de octubre de 1883, según encargo de la compañía británica, pero de bandera española, Línea de Vapores Serra.
Su registro bruto era de 2.854 toneladas y el neto de 1.830. La eslora entre perpendiculares era de 345,5 pies; la manga de 37,7 pies y el puntal en bodega de 25,9 pies.
La máquina, construida por el mismo astillero, era una compound de dos cilindros (36 y 71 pulgadas de diámetro por 48 pulgadas de carrera) con 300 caballos nominales actuando sobre un solo eje.
El casco, de buen hierro escoces, era servido por tres mástiles que le daban una distinguida silueta y tenía, como ahora veremos, un sino que le impulsaba, demasiado a menudo, a varar impropiamente.
Fue puesto en la línea de Inglaterra a las Antillas, tocando, ocasionalmente en Santander o Bilbao.
La primera varada fue en Santander. Lo confirma el diario La Unión Católica, en su edición de 29 de agosto de 1888, en su página 3, en que cita:
…”Ha embarrancado en las playas de Santander el vapor «ALICIA» de la compañía la Flecha, procedente de Baltimore”…
Debio salir con bien, ya que no he encontrado ninguna otra noticia al respecto.
Otra varada, en Cuba, la narra el diario The New York Times, en su edición de 5 de noviembre de 1899, en que citaba:
…”Habana. Nov., 4.
El vapor español ALICIA, capitán Ruis, desde Liverpool para este puerto, en 7 de octubre, encallo en Cayosmono, en las cercanías de Cardenas, ha sido reflotado con la marea alta. No ha sufrido daños”…
La tercera varada la narra el libro The Florida Keys: The wreckers, escrito por John Viele, en que nos muestra la rapacidad y peligro de estas gentes en cuanto un buque varaba en sus costas:
…”Uno de los últimos salvamentos lucrativos para los veleros de los Cayos, fue el vapor español ALICIA, que embarranco en el Ajax Reef en abril de 1905 y rompió la quilla (bilged). Iba con una gran carga de valiosas mercancías –incluyendo sedas finas, ropas de hogar, electrodomésticos, pianos, vinos y licores- que importaba a la Habana desde Europa. Arthur Lowe, en su pequeño pailebote de diez toneladas, el MOUNT OLIVE, fue el primero en abordarlo. Hizo un acuerdo de salvamento con el capitán para en caso de salvar el buque cobrar 5.000 dólares, pero cuando se percató de que la quilla estaba rota, anulo el acuerdo.
En cuestión de horas, una inmensa flota, sobre todo de pequeños veleritos, rodeo al naufragio. En total había cuarenta y siete pailebotes, siete balandras, veintidós pequeñas embarcaciones y una lancha de vapor.
Cuando toda la carga seca había sido descargada, los buceadores entraron en las bodegas inundadas, la mayoría a tientas, con cabos atados a cajas, bidones u otro tipo de contenedores. Según pasaban los días, el arroz fermentaba, el bacalao se pudrió, y la potasa disuelta enturbio el agua. Algunos buzos quedaron ciegos durante veinticuatro horas. Después de dos semanas los buceadores se negaron a trabajar más y el buque naufrago fue abandonado. El valor de las mercancías salvadas fue de 17.690 dólares, pero tuvo que ser repartido entre los setenta y siete buques y quinientos hombres que trabajaron en la operación”…
Sobre tan nefasta historia de la Black Fleet, el autor cita:
…”Con el paso de los años, el número de naufragios y el número de buques involucrados en salvamentos declino. En 1920, la firma neoyorquina de salvamento marítimo Merrit and Chapman compro el último de los raqueros de los cayos, y un año más tarde el District Court of the Southern District of Florida, cerro su registro de licencia de raqueros. Con este cerrado, una aventurera, y a menudo peligrosa, altamente competitiva, a veces lucrativa, y a menudo incomprendida profesión paso a la historia”…
Por su parte, en el libro Shipwrecks of Florida: A Comprehensive Listing, escrito por Steven D. Singer, este afirma:
…”Raqueros de Key West y de las Bahamas (conocidos como la Black Fleet) llegaron a la escena del naufragio. Las tensiones crecieron inmediatamente, y para prevenir un baño de sangre, una línea fue dibujada en la línea central del buque, con un grupo trabajando en un lado y el otro en la parte opuesta. Ambos grupos se iban cediendo el ron que iban encontrando, y a partir de ese momento, los trabajos se ralentizaron considerablemente”…
Hoy día el buque descansa a veinticinco pies de profundidad en latitud 25º 25´50” y longitud 80º 07´45”. Hoy en día los nuevos raqueros yankees aplican la tecnología más moderna a sus depredaciones.
La vuelta a España de la tripulación la narraba el diario La Correspondencia de España, en su edición de 18 de mayo de 1905, en su n.º 17.264, página 3, en que anotaba:
…”Los náufragos del ALICIA. Cádiz 18. Procedentes de Nueva York, han llegado en el transatlántico MANUEL CALVO los náufragos del vapor ALICIA, de la matrícula de Bilbao.
Son los náufragos los maquinistas Antonio Rodríguez y Antonio Elquerabal, el agregado Lorenzo Abaros, el contramaestre Gregorio Amagasti, y los marineros Manuel Aberaturi, Emilio Alfonso, Juan Pontela, Manuel Undabarrena, Teodoro Carapos, Tomás Echevarría, Benito García, Andrés Aragosa, Juan Relatosa y Víctor Ira.
Mañana saldrán para Bilbao. El ALICIA embarrancó en las costas de La Florida, en la noche del 20 de abril, perdiéndose el buque y salvándose los tripulantes.
No iban pasajeros en el vapor naufrago. Los náufragos fueron llevados á Cayo Hueso en un balandro pescador. El capitán y otros marineros se quedaron allí para salvar la carga”…
El 22 de mayo de 1905 llegaban a Vigo en el CABO ORTEGAL los trece tripulantes restantes (Fuente: La Vanguardia: Edición de 23 de mayo de 1905)
Desafortunadamente no hemos podido conseguir los nombres de estos tripulantes.
Como anécdota final veremos la influencia del naufragio en la moda local. El pago a los rescatadores no se hizo en dinero, sino en mercancía, y era curioso ver que de Key West a Miami, los hombres lucían impecable calzado ingles de la marca Edwin Clapp, mientras las mujeres llevaban los elegantes Queen Quality.