HORIZONTE OSCURO, VENDAVAL SEGURO. Remitido por Juan Ignacio Ugarte Lopetegui
El vapor MOURO, segundo en la Compañía Vasco Cantábrica de Navegación en llevar ese nombre, fue botado por la Compañía Euskalduna de Construcción y Reparación de Buques en agosto de 1916, en plena guerra mundial. Posteriormente, como luego veremos, pasaría a ser el vapor CABO QUINTRES, de la Naviera Ybarra, que se perdería por varada en el año 1953. Sus características técnicas las obtendremos, ya como CABO QUINTRES, desde el Lloyd´s Register of Shipping: Año 1940-1941 (Fuente: Plimsoll Ship Data) en que obtenemos: …”Vapor CABO QUINTRES; ex BAURDO; ex CABO QUINTRES; ex MOURO; 1 cubierta corrida (parcial de hierro y acero); una segunda cubierta parcial (en acero); registro bruto: 2.905 toneladas; under deck: 2.382; registro neto: 1.639 toneladas; clasificado como + 100 A1; eslora entre perpendiculares: 306,0 pies; manga: 44,2 pies; puntal en bodega: 21,8 pies; doble fondo celular en una extensión de 260 pies; capacidad de lastre de los dobles fondos: 633 toneladas; peak de proa con capacidad de 150 toneladas; peak de popa con capacidad de 163 toneladas; 5 mamparos cementados; matricula de Sevilla; maquina alternativa de triple expansión; diámetro de los cilindros: 23, 36 ½ y 62 pulgadas; carrera de los pistones: 42 pulgadas; presión de trabajo: 180 libras; 268 nhp; 2 calderas; 6 hornos; superficie de parrilla: 104 pies cuadrados; superficie de calefacción: 4.090; maquinas construidas por Central Marine Engineering Works, de West Hartlepool”…
En su botadura lucio el nombre de MOURO, y era un distinguido carguero que lucía los colores de la Vasco Cantábrica; chimenea negra con dos franjas, una blanca, la superior, y otra roja, bandera cuadra cortada en diagonal con el color superior blanco y el inferior rojo, y en contracolor las letras V y C y gallardete de igual condición.
Nadie como Rafael González Echegaray para narrar, desde su libro La Marina Cántabra. Desde el Vapor. Vol. III, la vida de este bonito buque: …”En aquellos días y a raíz de la venta del AXPE, cuya oportunidad fue discutida, dejaba la gerencia Pereda y se hacía cargo del timón de la naviera D. Ulpiano de la Torre.
En 1916 se duplica el capital social y se recibe el primer encargo directo de la Vasco-Cantábrica a astilleros españoles: el MOURO segundo, cuya construcción se había confiado a Euskalduna, en Bilbao. Entró en servicio en agosto y se entregó el mando a D. Pedro Aldalur. El nuevo MOURO, que venía a sustituir al perdido en 1909, era una bonita unidad de 2.905 toneladas de registro bruto y 4.150 de peso muerto, casi gemelo del MAR DEL NORTE y el MAR MEDITERRÁNEO de la Nervión, construidos por entonces. Tenía 93,26 metros de eslora, 13,46 de manga y 6,6 de puntal, con 988 caballos y diez nudos de andar. Construcción de cajas, arboladura recta y aire sobrio y elegante en toda la línea de sus estructuras. Se pagó por él un millón de pesetas según contrato”…
Después de la gran guerra, y para paliar la escasez de grano en nuestro país, se envían a la Argentina buques de la flota nacional confiscados para este servicio. Al MOURO le toca servir los puertos de Huelva y Gijón con el preciado trigo.
En el año 1921 sufre un abordaje que estuvo a punto de costarle la vida. Según el diario El Sol, de Madrid, en su edición de 4 de febrero de 1921, en su página 5, los hechos fueron los siguientes:…”En alta mar. Abordaje de vapores.
Cádiz 3 (12 m.).- A la altura del cabo de Trafalgar, y cuando navegaba de Cardiff para Génova con cargamento de carbón, fue abordado el buque español »MOURO» por otro de nacionalidad desconocida.
El buque abordado llevaba luces para indicar su rumbo, y luego del accidente pidió auxilio al abordante, sin que éste se lo prestara.
El vapor «MOURO» pudo llegar a Cádiz por sus propios medios, con importantes averías en la banda de babor”…
Volviendo con Rafael González Echegaray, anotamos: …”Los últimos veintes señalan el ocaso definitivo de la veterana empresa.
El 15 de febrero de 1929 se vende el MOURO, que era el barco bonito de la flota. Lo compró la Vasco-Andaluza (Ybarra) y lo incorporaron a su familia de «cabos» con el nombre de CABO QUINTRES. Acabó naufragando en 1952”…
Realmente naufrago en 1953, como luego veremos, y también añade: …”El CABO QUINTRES durante la guerra española quedó requisado por el Gobierno de Bilbao y tomó el nombre de BAURDO. Con él intentó romper el bloqueo de la costa vasca, y al fin lo logró burlando la vigilancia de la Marina Nacional, disfrazado con pabellón francés. En 1939 volvió a sus legítimos dueños y empezó de nuevo a navegar como CABO QUINTRES. El día 6 de mayo de 1952 (realmente 1953), en una cerrazón de niebla, cuando navegaba de Bilbao a Pasajes, embarrancó en los acantilados de Punta Villano (Arminza), perdiéndose totalmente”…
Veamos ahora, según el libro La naviera Ybarra, sus circunstancias en aquella compañía. El MOURO fue comprado para competir con la naviera Sota y Aznar, y según el libro: …”No era la única adquisición pensada entonces, pues se tenía la idea de hacerse con otros dos buques «destinados al cabotaje en la líneas rápidas para preparar la competencia con Sota y Aznar«; desde luego, Ramón Sota y Llano se equivocaba si suponía que su altivez a la hora de negociar amedrentaría a los gerentes de «Ybarra y Cía S.C.«. Los dos vapores fueron comprados a finales de noviembre de 1928; el «SEBASTIAN» rebautizado como «CABO OROPESA II» y el «MAURO» (sic) llamado desde entonces «CABO QUINTRES«, por ellos se pagaron 1.025.000 y 1.030.000 de pesetas respectivamente. Y tal y como se tenía pensado «sustituirían a los cabos TRES FORCAS y CERVERA en la línea rápida y éstos pasarán a la normal»…
Pocas incidencias tuvo el buque en su vida marítima. En el diario ABC, edición de 18 de septiembre de 1930, se daba cuenta de un abordaje. El diario citaba: …”Abordaje de un vapor en el muelle. Gijón 17, 5 tarde.
Hallándose atracado y amarrado al muelle del Espigón, en el puerto del Musel, el vapor FOMENTO DE CAMARIÑAS, que efectuaba labores de descarga, fue abordado de popa por el vapor CABO QUINTRES, de la compañía Ibarra que llegaba de la Coruña. El primero sufrió averías con una vía de agua”…
Sobre su final, por varada, el mismo libro La Naviera Ybarra cita: …”Pero aún se estaban lamentando en la gerencia de la pérdida de «CABO LA PLATA» cuando el 6 de mayo de 1953 el «CABO QUINTRES«, asegurado en 11.100.000 pesetas, varó a la altura del cabo Villano a causa de la niebla. Aunque se hicieron las labores necesarias para su salvamento este no fue posible y hubo que darlo por perdido”…
El naufragio lo relata el diario ABC, en su edición de 7 de mayo de 1953, de la siguiente manera: …”A causa de la niebla embarranco el CABO QUINTRES. Tres remolcadores se encuentran cerca del barco para prestarle auxilio. Bilbao 6. De madrugada y debido a la densa niebla, el buque de cabotaje CABO QUINTRES ha embarrancado cerca de cabo Villano, frente a Arminza, a una distancia de doscientos metros del litoral.
Realizaba su viaje regular de cabotaje Barcelona-Santander-Pasajes-Bilbao, y al llegar a esa altura, la niebla, que impedía la visibilidad a más de cincuenta metros, despisto al buque, que se metió en zona peligrosa y fue a varar a unos bancos situados en aquel lugar.
El capitán del barco se puso en comunicación con la radio costera de Cabo Mayor, que estableció inmediatamente un servicio de socorro. Al varar con fuerza el buque se abrió una vía de agua en el casco, inundándose la bodega número 2; pero como dicho departamento es estanco, el agua quedo detenida al alcanzar el nivel externo. El resto del barco se encuentra seco.
Los 38 hombres que componen la tripulación permanecen en el barco y tres remolcadores se hallan cerca del barco para prestarle ayuda. También participa en los trabajos de salvamento un buzo”…
Pero el buque estaba firmemente clavado en roca por proa, y pronto se vio que el salvamento era difícil. En la edición del 9 de mayo de 1953 del mismo ABC, se anotaba: …”Difícil situación del CABO QUINTRES. Bilbao, 8. La situación del buque CABO QUINTRES continua siendo esta noche extremadamente delicada. A las once, aproximadamente, es esperada la llegada del remolcador SALVATOR, de la matrícula de Lisboa, e inmediatamente de aproximarse al CABO QUINTRES empezaba a achicar las 3.000 toneladas de agua que anegan el barco.
Los buzos han comprobado que este tiene una brecha de tres metros y medio de longitud en la parte de proa, sujeta a unos salientes rocosos. Se ha intentado varias veces cerrar esta brecha, pero sin conseguirlo. El agua continua entrando por ella en grandes cantidades. La impresión de los técnicos es pesimista”…
También La Vanguardia, en su edición del sábado, 9 de mayo de 1953, en su página 6, se hacía eco de la trágica situación del buque: …”Las operaciones de salvamento del «CABO QUINTRES» El buque está completamente inundado y su situación es muy grave.
Bilbao, 8.- La situación del vapor «CABO QUINTRES» a primera hora de la tarde continúa siendo la misma que ayer.
Está acostado sobre su banda izquierda y completamente inundado, en espera de la llegada de los remolcadores. Se calcula en más de tres mil toneladas la cantidad de agua que hay en el barco y en unas mil el peso de la carga, consistente en chapas de hierro y sacos de cemento, si bien parte de la misma ha sido ya lanzada al mar.
Esta mañana cambió el viento del Cantábrico, y domina el Nordeste aunque, de momento, lo hace de una manera suave pero ello ha de influir en los movimientos del barco sobre las rocas en que está asentado. No obstante, como esta noche se espera llegue alguno de los remolcadores potentes cuya colaboración ha sido solicitada, por la casa armadora, se abrigan las últimas esperanzas de que el barco pueda ser desalojado de las enormes cantidades de agua que inundan todos sus departamentos, y que se logre remolcarle a puerto.
La operación de arrastrar el barco si los remolcadores llegan a tiempo, se realizará en las primeras horas de la madrugada, coincidiendo con la pleamar.- Cifra”…
Al final, y como ya hemos visto, el buque se perdió definitivamente siendo hoy día un lugar de referencia para el buceo.
Los restos de este naufragio los sacó el buque chatarrero «Elena», buque de madera de 80 Tns. del armador D. Pedro Flaño Greño, de Bilbao, descargándolos en el puerto de Arminza, en los años 1954 y 1955.
Un buzo con escafandra bajaba, y amarraba los trozos de acero que, con explosivos y soplete, iba soltando del buque hundido.
Estimado Sr. Muchas gracias por la interesante anotación.
Vicente
A la venta una foto del Cabo Quintres, por si interesa a algún aficionado.
https://www.todocoleccion.net/lineas-navegacion/foto-barco-cabo-quintres-naviera-ybarra-varado-1953-arminza~x192867025
Me llevaron a verlo encallado (mis tíos tenían coche) no era fácil acceder, había una batería de Costa muy cerca.
Con trece a?os, me dio pena verlo encallado.