El vapor ASTURIAS fue adquirido por un grupo de emprendedores de aquella tierra, y daría origen a la constitución de una de las grandes navieras asturianas; Melitón González y Compañía.
Es imposible referirse a aquella marina sin recurrir al libro HISTORIA DE LA MARINA MERCANTE ASTURIANA. II. LLEGADA Y AFIRMACIÓN DEL VAPOR. (1857-1900), escrito, como ya sabemos, por José Ramón García López, Director del Museo Marítimo de Asturias. Se publico en 2006 (ISBN:84-8459-176-X) y fue editado por el Ayuntamiento de Gijón, Duro Felguera S.A., el Puerto de Avilés y el Puerto de Gijón. Esperamos con mucha impaciencia el tercer volumen que será, como los otros dos, imprescindible en nuestras bibliotecas.
El ASTURIAS se murió, en tragedia absoluta, con el nombre de CARBONES ASTURIANOS, siendo una de aquellas pesadillas de la mar tan terribles que no dejan ni victimas ni conocimiento de los hechos. Solo quedo el dolor de los familiares y el luto corporativo.

Condensado del libro citado, veamos como fue la gestación de este buque: …”La decisión de Melitón González de reanudar con nuevos bríos la actividad naviera estuvo condicionada, además de por el dinamismo del entorno, por la existencia de un grupo de personas con intereses coincidentes, que le prestarían su concurso financiero. En cabeza del mismo deben citarse a los dos que colaboraron con él más estrechamente: Agustín Alvargonzález Cifüentes, titular de una importante casa de comercio gijonesa (que ya hemos citado como partícipe en la sociedad del vapor JOVELLANOS), y el piloto luanquín Antonio Suárez Pola (que compartía con su hermano Mariano varios relevantes proyectos empresariales). Este prestigioso triunvirato puso en circulación entre los comerciantes y propietarios gijoneses la idea de construir un buen buque a vapor en Gran Bretaña, consiguiendo el respaldo inmediato de un numeroso colectivo de inversores.
Para llevar a cabo la construcción del buque, se desplazó a Dundee (Escocia), Antonio Suárez Pola, quien, con su preparación técnica y su experiencia de marino, quedaba comisionado para efectuar el consiguiente contrato, realizar el seguimiento de la obra y, finalmente, una vez ultimados los trámites administrativos pertinentes, conducirlo a España para su abanderamiento y matrícula. En mayo de 1869 se encontraba ya en Dundee, negociando con los astilleros Gourlay Brothers & Compañía la inmediata construcción de un buque de tamaño medio que pudiera adaptarse a las necesidades del tráfico asturiano y a los condicionamientos del puerto de Gijón. En función de ese planteamiento, y con la conformidad de Melitón González, se deciden por un barco de 58 metros de eslora, 8,04 de manga y 4,00 de puntal, medidas que arrojan un registro bruto de 576 toneladas. Se acuerdan estos extremos con los constructores, que presupuestan el costo en 10.500 libras esterlinas (249.375 pesetas), fijando un plazo de entrega de cinco meses, con vencimiento el 20 de octubre de 1869.
Una vez firmado el contrato, comienza la preparación de los planos básicos del buque. Estos estarían concluidos el 31 de mayo, siendo enviados acto seguido a los agentes de Lloyds para su aprobación, ya que la construcción se realizaría bajo su supervisión.
Se había iniciado, de este modo, el proceso que llevaría en un plazo relativamente corto a disponer del vapor ASTURIAS…
… El ASTURIAS empieza a navegar. El 30 de octubre de 1869 el Asturias emprende su
primera singladura, de Dundee a Newcasde, para tomar su primer cargamento. Pero a pesar del celo desplegado por Antonio Suárez Pola, no pudo evitar que la compañía de Olavarría se le anticipara. En efecto, el disputado piloto Nicolás Laucerica, que como más arriba indicamos, tras la pérdida del BAYO se había desplazado a Gran Bretaña para adquirir un nuevo buque que lo sustituyera, consiguió en unas semanas, no sólo su propósito, sino además adelantarse al ASTURIAS, embarcando en Newcasde un importante cargamento de hierro para Gijón. Este cargamento lo tenía medio apalabrado Suárez Pola con la casa Bryant Porster & Company, pero al no serle adjudicado, el ASTURIAS tuvo que conformarse con hacer el viaje a media carga; y no sólo eso, sino que, además, el BAYO iba a llegar antes a Gijón, lo que le permitiría hacerse con la carga que allí esperaba para ser embarcada para Andalucía y el Mediterráneo”…
La vida del buque, a pesar de que estamos hablando de una extensión considerable, estuvo marcada por algunos hechos que podrían haber acabado con su vida mucho antes de su trágico final. Algunos de ellos, como veremos, lamentablemente tristes.
Según el diario LA DISCUSION, de Madrid, en su edición de 5 de enero de 1872, n.º 990, en su página 3, narra un salvamento que hizo el buque: …”El sábado á media noche zozobró una barca de pescadores en las aguas del Grao de Valencia. Los tripulantes permanecieron agarrados á las bandas hasta el domingo que les auxilió el vapor «ASTURIAS»”…
La turbulenta epoca Carlista toco de lleno a nuestro protagonista. En el diario LA DISCUSION, de Madrid, edición de 1 de mayo de 1872, n.º 1.089, en su página 1, se cita: …”El vapor ASTURIAS de la matricula de Gijón ha sido embargado en la Coruña por el Gobierno para conducir tropa á San Sebastián, no permitiéndole hacer escalas ni en Santander ni en Bilbao para cuyos puntos tenia carga. Llama la atención que estando Bilbao más cerca del foco de la insurrección se haga ir al ASTURIAS á San Sebastián; pero esto explica la poca seguridad que tiene el Gobierno en la plaza de Bilbao”…
El primer incidente serio, que podria haber acabado con el buque, lo narramos en dos apuntes de diarios. En LA DISCUSION, de Madrid, edición de 17 de abril de 1873, n.º 1.378, en su página 2, se leia: …”El vapor ASTURIAS que se dijo había naufragado en las aguas de Gibraltar, no ha sufrido más avería que quedar embarrancado en las citadas aguas, á consecuencia de un choque con otro buque de vapor”…
El incidente ocurrio el 31 de marzo de 1873, según narra mucho mas detalladamente el diario EL BIEN PUBLICO, Año I, Número 181, en su edición de 7 de octubre de 1873. Este apunte es parte de un articulo mucho mas extenso que narra las dificultades de la jurisprudencia maritima. El diario apunta: …”Hace pocos meses ha ocurrido otro caso en Gibraltar. El 31 de marzo de este año, el vapor español ASTURIAS y el vapor noruego NOR chocaron en el estrecho de Gibraltar, no sabemos si en aguas inglesas; pero el hecho es que el vapor noruego NOR entro en Gibraltar remolcando al vapor español ASTURIAS que se fue a pique enseguida, siendo luego puesto a flote y reparado. Los dos vapores quedaron embargados “(arrested)” por el vice-almirantazgo de Gibraltar. El ASTURIAS fue condenado como culpable del choque el 18 de julio de este año, y apelo ante el Almirantazgo de Londres, donde aun creemos que esta pendiente la apelación.
El ASTURIAS continúo luego su viaje a Barcelona, prestando en el vice-almirantazgo de Gibraltar una fianza de 40.000 duros, y el NOR continúo también su viaje prestando fianza”…
El hecho mas tragico, en su parte humana, si exceptuamos su perdida, ocurrio en los bajos de las Golas del Ebro. Según el DIARIO OFICIAL DE AVISOS DE MADRID, en su edición de 30 de septiembre de 1878, en su página 2: …”Tortosa, 28.
Doña Irene Vidal viuda de Carabia, residente en Tarragona, es la consignataria del vapor ASTURIAS, naufragado en las Golas del Ebro. La pérdida del buque es completa, si bien es posible que pueda salvarse parte del cargamento. En el naufragio no ha habido desgracia alguna personal que lamentar, exceptuando el suicidio del capitán”…
Este triste hecho, habitual en las desgracias marítimas, muestra hasta que punto un hombre, al aceptar el cargo de capitán, aceptaba la fatalidad que le devendría si ocurría alguna desgracia. Cuantas vidas de buenos marinos se perdieron por esta manera de pensar.
Lo cuenta mas extensamente el diario LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA, en su edición de 1 de octubre de 1878, n.º 7.587, en su página 2: …”Tortosa 28 El vapor ASTURIAS varó á las doce de la noche, cuatro horas después de haber dejado el puerto de Tarragona. Navegando viento N. O., tocó en un banco de arena que el desgraciado y pundonoroso capitán D. Nicanor Piñole, creyó salvar forzando la máquina, lo cual no pudo conseguirse, dejando completamente varado el buque. Viendo que este no hacia agua, la tripulación y los viajeros permanecieron en él tranquilos hasta el amanecer, en que izaron la bandera de auxilio, compareciendo en seguida todos los pescadores de la barra, prestando auxilios tan eficaces, que merced á ellos el cargamento y aun quizás el buque, podrán salvarse por completo. La trágica consecuencia de este siniestro ha sido el suicidio del citado capitán que después de haber intentado varias veces arrojarse al mar, fue detenido por la tripulación. A las cuatro dé la mañana,, después dé examinar el derrotero en el camarote de cubierta, apago la luz y se disparo un tiró en la sien que le dejo muerto. Los esfuerzos del comandante y de la dotación del cañonero BIDASOA han dejado satisfechos a los náufragos, consternados por la muerte del capitán, cuyo cadáver ha sido depositado en el cementerio de la Cava, para trasladarlo a Tarragona, colocado en una caja dé zinc. Este infeliz, á quien se le han encontrado una tarjeta de visita y un paquete de cigarros, deja en Gijón, de donde era natural, un hijo y una esposa”…
Terrible en si mismo este hecho, injustificado con el paso de los años. Si algún lector puede ayudarnos a encontrar fotos y biografía del Sr. Nicanor Piñole, le podríamos rendir un pequeño homenaje.
El buque y el cargamento, con pequeñas excepciones, se salvaron. Asi lo acredita el diario EL GLOBO, de Madrid, edición de 3 de octubre de 1878, n.º 1.085, en su página 3: …”Se ha conseguido salvar todo el cargamento, á excepción de algunas pipas de alcohol, del vapor ASTURIAS, embarrancado días pasados en las Golas del Ebro, y cuyo siniestro ocasionó el suicidio del capitán del buque”…
También, en el DIARIO OFICIAL DE AVISOS DE MADRID, edición de 4 de octubre de 1878, en su página 3, se anotaba: …”Los esfuerzos hechos hasta ahora para poner á flote el vapor ASTURIAS, varado en la barra del Ebro han sido infructuosos.
Mientras no sobrevenga un temporal que eleve el nivel de agua, no es fácil que el buque salga del lecho en que esta enclavado”…
Por fin se pudo sacar de la varada, según nos cuenta el DIARIO OFICIAL DE AVISOS DE MADRID, en su edición de 10 de octubre 1878, en su página 2: …”Tortosa, 8.
El vapor ASTURIAS, después de una campaña laboriosa, ha podido sacarse á flote sin la menor avería. Débese en gran parte este salvamento al celo del comandante de marina do esta provincia D. Fernando Fernández, que once días y once noches ha permanecido sobre la cubierta del buque dictando acertadas medidas para conseguir su propósito”…
Mas efectivos debieron ser los dos remolcadores que llegaron para sacarlo. Según el diario LA IBERIA, de Madrid, en su edición de 11 de octubre de 1878, en su página 3: …”Noticias de Cataluña. Ha llegado á remolque al puerto de Tarragona el vapor ASTURIAS, después de haberlo puesto á flote los vapores que últimamente pasaron á la barra del Ebro. Quedará por algún tiempo en aquella rada, á fin de reparar alguna avería interior y recoger la carga que fue trasladada á dicha playa”…
¿Rafael Gonzalez Echegaray cita que en 1893 el buque pasa a ser comprado por Carbones Asturianos. Es posible que asi fuese y que no se le cambiase el nombre hasta 1901?
En la revista EL MUNDO NAVAL ILUSTRADO, edición de 30 de abril de 1901, página 16, se leia: …”Marina mercante. Asignando al vapor CARBONES ASTURIANOS la señal distintiva H. F. L. B.”…
Es posible que la desgracia final del buque se iniciase en un fallo estructural ocurrido al buque en Gijon, unos años antes de la tragedia. Lo acredita la revista EL MUNDO NAVAL ILUSTRADO, en su edición de 30 de julio de 1901, en su página 12: …”Gijón.- El día 16, á las diez de la noche, el vapor CARBONES ASTURIANOS (antes ASTURIAS), atracado á los drops del muelle de Langreo, en la antigua dársena de este puerto, rindió por el centro del casco, junto á la mampara del puente, abriéndose en ambos costados una gran brecha desde la mura hasta la quilla.
El buque se hallaba en seco cargado de carbón y listo para hacerse á la mar, con destino á Castro, en la madrugada de hoy.
Atribuyese la causa de la avería á la posición en que había quedado el vapor en la bajamar, y que, por efecto de descansar sobre un teso, venció la parte dé proa, produciendo, al partirse el casco, un enorme chasquido que removió las pocas aguas que había en la dársena, hasta el punto de que el remanso de éstas hizo flotar unas traineras que se hallaban varadas á algunos metros de distancia.
La avería es tan considerable, que se da por perdido el barco, con las consecuencias consiguientes de quedar obstruidos los dos últimos drops de dicho muelle quizá por largo tiempo.
Ocupándose de este siniestro, dice nuestro colega EL COMERCIO que los marinos dirigen duros cargos á la Junta de obras del puerto, considerándola como principal causante del accidente, por hallarse el puerto de Gijón abandonado de quienes tienen el deber de cuidar de su conservación.
El buque pertenece á la Sociedad de Bilbao «Carbones Asturianos», á la cual pertenecía también el VIZCAYA, recientemente naufragado”…
Existe una postal muy bonita con el ASTURIAS cargando en los drops de Gijon. El buque se pudo reparar, y se perdió de manera trágica. En el libro NAUFRAGIOS EN LA COSTA DE CANTABRIA (ISBN:84-241-9954-5), escrito por Rafael González Echegaray, se hace una crónica de lo poco que se sabe de la tragedia, y también una síntesis de su vida: …”La tragedia ignorada del «CARBONES ASTURIANOS».
En los últimos días de marzo o primeros de abril de 1915, suponemos que se produjo frente a nuestro faro señero una tragedia muda y sin rastro, de la que fue protagonista el vapor «CARBONES ASTURIANOS».
El día 7 de abril llegaba a Santander el mercante «EVA» que se había encontrado con una siembra inconfundible de restos cuatro millas al norte de Cabo Mayor —tablas,
guindolas y perchas, mientras que el pesquero «MANUEL ALONSO» recogía en el mismo paraje 52 tablones, restos de cubierta, pedazos rotos de un bote y alguna cosa más que fue depositada en la Comandancia. Indudablemente era todo lo que quedaba del carguero «CARBONES ASTURIANOS» que había salido de Asturias para Bilbao y no llegó jamás a su destino.
Hubo en aquellos días un temporal del noroeste extraordinario y sin duda cayó fulminado por el ataque de las mares sin que fuese visto absolutamente por nadie. Durante el trayecto que recorrió tampoco fue avistado por ninguna otra embarcación. Desapareció sin dejar rastro y perecieron con él todos sus tripulantes y además la esposa del capitán con una amiga que habían embarcado para regresar a casa, Bermeo, en donde esperaba la vuelta de sus padres la única hija del capitán don Saturnino Larraurí.
El «CARBONES ASTURIANOS» era un barco muy viejo, de pozo y planchas de hierro, construido en 1869 en Dundee por Gourlay & Bros, con 567 toneladas de registro bruto y 700 de peso muerto. Sus dimensiones eran 58 metros de eslora por 8,04 de manga y 4 de puntal; su castillo era de 27 pies, el puente de 45 y la toldilla de 33. El equipo propulsor lo constituía una máquina compound de vapor de 88 NHP., construida por el mismo astillero.
Su primer nombre fue «ASTURIAS» y perteneció al armador gijonés Melitón González, propietario, entre otros buques, del «BARAMBIO» y del «PILAR», ambos perdidos en nuestra costa. Como el «ASTURIAS» era un barco «de muchas patas», sus servicios durante la última campaña carlista fueron muy solicitados para la represión del contrabando, actuando con base desde San Sebastián. También formó parte de la famosa expedición del general Lomas, que salió de Santander, llevando entonces a su bordo 300 soldados y 70 mulos.
En 1893 pasa a propiedad de la Compañía de Carbones Asturianos, matriculándose en Bilbao. En 1909 es de los armadores cástrenos Portillo Ibáñez, y en 1913 de la Naviera Echevarrieta y Larrinaga, que tuvo el raro «privilegio» de perder tres buques sobre el litoral santanderino. En realidad el buque seguía siendo de la Compañía de Carbones Asturianos y Echevarrieta actuaba como armador-gerente, izando su contraseña cuadra en diagonal roja y blanca, con las iniciales alternas E y L.
La pérdida del «CARBONES» ha sido el caso más dramático de «posted missing», como dice el Lloyd, sobre nuestra franja cantábrica en los últimos años. Su desaparición, sin más noticia que cuatro maderos flotando en 43°-34′ N. y 3°-47′ W. a la altura de Cabo Mayor fue un shock impresionante para la navegación de cabotaje, que para entonces ya se creía fuera de todo peligro de mar, al menos de manera tan cruenta y fulminante”…
Algo de luz da el diario EL GLOBO, de Madrid, en su edición de 27 de febrero de 1915, n.º 13.546, en su página 1: …”El vapor «CARBONES ASTURIANOS», de esta matricula, que salió el domingo de Aviles, con rumbo á Pasajes, fue divisado por el vapor «DURO» en la madrugada del lunes, cuando aquél capeaba el temporal y hacía esfuerzos por llegar de arribada á Santander.
Como no se ha vuelto á tener noticia del «CARBONES ASTURIANOS», que es propiedad de la Compaiiía Hullera del mismo titulo, supónese que ha naufragado.
Llevaba á bordo á la esposa del capitán”…
El diario EL IMPARCIAL da mas detalles y los nombres de los tripulantes en la edición de 28 de febrero de 1915, en su pagina 4: …”El vapor «CARBONES ASTURIANOS», perteneciente a la Empresa minera del mismo título, domiciliada en Bilbao, salió hace cinco días cargado de Gijón para Pasajes, no habiendo llegado a su destino.
Se supone que naufragó, ahogándose, todos los tripulantes. El buque navegaba cerca de la costa, y al sorprenderle el temporal se internó en el mar para evitar que lo estrellara el oleaje.
Como no se le volviese a ver, sé supone que se hundió.
Según el último rol que figura en esto. Comandancia de Marina y que data del mes de octubre, el «CARBONES ASTURIANOS», que fundadamente se supone perdido, tenia la siguiente dotación, que quizá posteriormente haya variado algo, si no en la oficialidad, en la marinería: Capitán D. Saturnino Larrauri, de cuarenta y ocho años, natural de Moncada (Vizcaya).
Ayudante de máquinas Gerardo Lomona, cincuenta y tres años, de Begoña (Vizcaya).
Oficial D. Juan Ormaechea, treinta y cuatro años, de Amorebieta (Vizcaya).
Cocinero Félix Berazategui, de Busturia (Vizcaya).
Contramaestre Fausto Méndez, de veinticinco años, asturiano.
Carpintero. Justo Suárez, de treinta y cuatro años, también asturiano.
Calderetero. Ricardo García, de treinta y dos años, de Ortigueira (Asturias).
Fogonero. Constantino Mendez, de veintisiete años, de Navia (Asturias).
Marineros: Ceferino Echevarria, de treinta y tres años, de Eibar (Guipuzcoa); Manuel Porto, de veinticuatro años; Arturo Vázquez, de veinticuatro años y Nicolás Bermúdez, de Puebla de Caramiñal (Coruña)”…