Los remolcadores de doble eje y 130 caballos, ANGONO y TAYUMAN, fueron construidos por Chantiers et Ateliers Henri Satre, de Lyon y Arles. Estos astilleros que ya habian construido para otras Autoridades portuarias españolas, eran, en su tiempo, de los mas avanzados del mundo en la construcción de dragas y maquinaria especial para puertos y ferrocarriles. Construian tambien, en su factoria de Lyon, maquinas de vapor de todos los tamaños, que luego instalaban en los cascos que construian en Arles.
El ANGONO y el TAYUMAN, de imponente aspecto, se construyeron junto a todo un tren de dragado y limpieza que se encargo a los mismos astilleros. Junto a estos, un par de remolcadores y una lancha a paletas comprados en Hong Kong completaron la renovacion de material de servicio del puerto de Manila que, hasta aquel momento, consistia en una draga de canguilones de casco de madera y unas cuantas gabarras de ese mismo material.
Conseguir información sobre este tipo de buques es muy difícil. Afortunadamente la Biblioteca Nacional de España esta digitalizando y subiendo a Internet una cantidad notable de libros desde los que es posible obtener alguna luz sobre estos temas.
Uno de estos es la “Memoria que Manifiesta el Estado Actual y Progreso de las Obras que Ejecuta la Junta de Obras del Puerto desde el Año 81 Hasta el Fin de 1887”. Es decir la Memoria del Puerto de Manila en aquellos años. De ella extraemos los siguientes apuntes: …”El transporte de la piedra no dejo de preocuparle y propuso al Gobierno la adquisición de remolcadores en el vecino puerto de Hong-Kong, para que pudieran terminarse antes y empezar el trasporte de la piedra con las gabarras que ya estaban construidas en número de catorce; pero el Gobierno, no aceptó este pensamiento y contrató en definitiva, con la casa Satre de Lyon, los dos remolcadores de 130 caballos efectivos de fuerza, cuatro pies de calado y capaces de remolcar tres gabarras.
Estos remolcadores, no debían estar terminados hasta el 1.° de Diciembre de 1884 y teniendo en cuenta el tiempo necesario para el trasporte y montaje, no podía contarse con su auxilio, hasta Junio ó Julio del año 85. Por otra parte, suspendida la prolongación del muelle embarcadero y presentando ya la cantera algún frente de explotación, urgía comenzar el trasporte de la piedra, dando principio á la ejecución de las escolleras.
Durante este tiempo, el Sr. Palacios propuso á la Junta y presentó el proyecto, de forrado en cobre de ocho gabarras; cuya obra, una vez terminada, pidió también autorización y empezó las gestiones para adquirir un remolcador auxiliar, que podía pedirse inmediatamente en la vecina colonia de Hong-kong, con el cual, se empezaría enseguida el trasporte de la piedra. Tal era el estado de este asunto, el más importante sin duda del futuro puerto, cuando nos hicimos cargo de la dirección de las obras, en Diciembre de 1884”…
Mas adelante cita: …”Terminadas estas primeras operaciones preliminares, se empezó el montage del tren de limpia, en los primeros días de Noviembre, por un gánguil y la 1ª draga y una vez botado al agua, este primer gánguil, ocuparon su lugar, otro gànguil y el vapor remolcador; quedando, botados al agua y colocándose las maquinarias, en el mes de Julio de 1884 tanto del remolcador, como de la primera draga y sólo á la terminación de sus respectivos armamentos, suspendió las obras el Ingeniero, por haberse agotado el presupuesto de montage aprobado por el Gobierno, por su importe calculado de (pesos) 27.000.
Inmediatamente, se dedicó el Sr. Palacios á la redacción del presupuesto adicional, que presentó en el mes de Setiembre y que ascendía á (pesos), 25.555; el cual fué aprobado por el Excmo. Sr. Gobernador general, en 31 de Octubre y elevado en 8 de Noviembre á la aprobación superior del Gobierno de S. M.; pero teniendo en cuenta que las paralizaciones del montage aumentaban considerablemente su coste, porque había que conservar el material montado y pagar un sueldo de 50 francos diarios al jefe montador, acordó la Junta continuar las obras con el crédito concedido, aún en su carácter provisional.
Resulta, por lo tanto, que al hacer entrega el Sr. Palacios al Ingeniero que suscribe, en fin de Diciembre de 1884, se hallaban recibidos provisionalmente y en estado de funcionar, la primera draga, el vapor remolcador y dos gánguiles; hallándose además en varadero, dos gánguiles en construcción y todo dispuesto, para empezar el montage de la segunda draga y los cuatro gánguiles, que restaban hasta el completo del tren de limpia”…
Y también cita: …”Como era natural terminadas las operaciones del montage del tren de limpia en el mes de Mayo, de 1885 quedó aquella construcción sin utilizarse apenas, hasta el montage de los vapores remolcadores, que duró desde Setiembre á fin del mismo año”…
Y posteriormente anota: …”Hemos dicho ya que se construyeron catorce gabarras para el trasporte de la piedra, número indispensable cuando se contaba con que habían de bajar tres diarias, porque un buen servicio exigía cuatro trenes: uno subiendo, otro bajando, uno encarga y otro en descarga. También sabemos que se forraron en cobre ocho de estas gabarras y que no habiendo esperanzas de que los vapores remolcadores de la casa Satre pudieran utilizarse hasta Julio del 85, se gestionaba por el Sr. Palacios la compra en Hong-kong de una lancha auxiliar con que poder empezar el trasporte de la piedra”…
Esa lancha de vapor a paletas era la DIANA, de poca potencia y que, como luego se comprobo, no podia con el arrastre de gabarras cargadas. Asi se lee en la memoria en la que se anota: …” Las lluvias, sin embargo, fueron tan escasas, que ni las gabarras pudieron aprovecharse en muchísimo tiempo ni aún cuando se llegara algunas veces á un metro de calado ó á un metro veinte, no había remolcador para subirlas, pues la única lancha de poco calado (2,5 pies) la de rueda comprada el año 81, no tenía fuerza para poder remolcar una gabarra, dedicándose esclusivamente á la subida de cascos vacíos. Los vapores remolcadores de la casa Satre que se contaba con haberlos podido utilizar en el mes de Julio del 85, llegaron solo en dicha época y aun cuando su montaje se hizo con gran celeridad, si se compara con otros anteriores, no se pudieron hacer las primeras pruebas hasta fines del 85; y como el resultado de ellas fué poco satisfactorio, hubo que introducir reformas ejecutadas por cuenta de la casa constructora, esperar hélices que habían de hacerse en Lyon y todo esto dilataron las pruebas oficiales hasta Junio del año 86 que tampoco fueron muy lucidas, dando cuenta de todos los resultados á el Ministerio de Ultramar que había llevado á efecto el contrato, sin haberse recibido todavía contestación alguna sobre la consulta elevada por la Junta en el último trimestre del 86”…
Respecto a su vida operacional y final no he podido encontrar mas información.