LLEGAR A BUEN PUERTO
Los pequeños buques están condenados al olvido excepto si tienen, o tuvieron, algún hecho muy destacado en su vida o, en la mayoría de los casos, si tienen, o tuvieron, un trágico final. Por desgracia, a la pequeña lancha cañonera LEALTAD le toco ser victima de uno de los fenomenos mas violentos de la naturaleza; el huracan.
Según el National Oceanographic and Atmospheric Administration (NOAA), una institución modélica, el huracán que acabo con la LEALTAD fue el numero 4 del año 1888, y se extendio entre el 31 de agosto al 7 de septiembre de aquel año. Segun el informe “Pueblos enteros de la costa de Cuba fueron borrados del mapa debido a la destrucción causada por olas gigantescas”, y el huracan fue notable por la potencia enorme que desarrollo y, lo peor de todo, por la trayectoria herratica que siguio, debido a la formación de un segundo (y doble) huracan en sus cercanias, entrando el vortex en la isla por Sagua, entre Habana y Batabano, donde se encontraba la LEALTAD. Recomiendo leer en su integridad el informe linkado ya que aporta datos sobre otros vapores y hace un seguimiento integro del fenomeno que desolo varios paises.
La tragedia aparece muy referenciada en la prensa internacional y en la nacional, como ahora veremos, y, afortunadamente, aparecen citados todos los nombres de las victimas, de las cuales, sobre su comandante, D. León de Urbina y Miranda, solicitamos de los estimados lectores su colaboración para encontrar una foto que pueda completar este pequeño articulo.
En una extensa referencia a los hechos, aparecida en el diario The New York Times, de 20 de septiembre de 1888, basado en un suplemento especial del Avisador Comercial de la Habana, el diario cita: …”En el puerto de Batabano nueve marinos se ahogaron por el hundimiento de la cañonera española LEALTAD. El buque intento ganar la mar para mayor seguridad pero fue alcanzado por una gran ola y se hundio pereciendo nueve miembros de la tripulación. Los cuerpos de siete han sido recuperados”…
Este articulo, muy condensado y traducido –recomiendo leerlo íntegramente ya que da muchos datos sobre hundimientos de buques de la matricula- nos permite conocer el porque entre las victimas figuraba un practico de puerto –como luego veremos- ya que lo que la lancha pretendía era salir a capear el temporal que estaba destrozando el puerto.
La Ilustración Española y Americana, Año XXXII, Num. XXXV, edición de 22 de septiembre de 1888, anotaba: …”El Ciclon en Cuba.
Lancha cañonera LEALTAD, que se fue apique cerca de Batabanó.
Tristisimas noticias de las islas de Cuba y Puerto Rico ha comunicado en los primeros días del mes corriente el telégrafo trasatlántico.
Según despachos oficiales, el miércoles 5 del corriente, por la mañana, principiaron a sentirse en la Habana indicios de ciclón por el Este, que fueron determinándose hasta el jueves, día que se presento con baja barométrica y mal cariz, y durante la tarde y noche con viento fuerte y chubascos. Los perjuicios sufridos en la capital son de consideración; varios edificios fueron derrumbados, viniendo al suelo gran numero de arboles de los paseos, y faroles del alumbrado publico; las lineas telegráficas sufrieron mucho también, así como varias lineas férreas; en bahía, dos marineros del JORGE JUAN perecieron ahogados; tres embarcaciones se fueron a pique, y otras varias han sufrido averias; el vapor CLARA varo frente al puerto de Caibarien, y la goleta MAGDALENA fue arrojada sobre la costa; la lancha cañonera LEALTAD se fue a pique cerca de Batabanó, pereciendo ahogados su comandante el alferez de navio D. Leon de Urbina y Miranda y todos los hombres de la dotación del buque menos uno.
Los efectos del ciclón en la isla de Puerto Rico también han sido desastrosos, porque el desbordamiento de los ríos produjo inundaciones y riadas en Ponce, Santa Isabel, Patillas, Salinas y otros pueblos, ocasionando la ruina de centenares de casas, y lo que es peor, muchas desgracias personales, cuyo numero fija en 200, entre muertos y heridos, algún telegrama recibido en el Ministerio de Ultramar, y publicado por la prensa periódica diaria.
Como no tendremos detalles exactos de la doble catástrofe de que han sido victimas nuestros hermanos de Cuba y Puerto Rico hasta recibir la correspondencia publica que ha debido salir de la Habana en el vapor correo del 15 del actual, pues los que contiene la prensa norteamericana proceden también de despachos telegráficos, el único grabado alusivo a tan doloroso acontecimiento que podemos ofrecer a nuestros lectores en el presente numero es el de la pag. 176, que representa la lancha cañonera LEALTAD, segun croquis que se ha dignado facilitarnos el ilustrado teniente de navio D. Victoriano Lopez Doriga y Sañudo, primer comandante que tuvo el buque naufrago.
Este fue construido en el arsenal de la Habana y botado al agua en 1881, y sus principales dimensiones y circunstancias eran; eslora, 16 metros; manga, 3,50; puntal, 1,75; calado medio, 1,25; desplazamiento, 25 toneladas; fuerza de la maquina, 8 caballos nominales; velocidad, 7 millas por hora.
Estaba armado con un cañón Krupp de 8 centímetros, y tenia víveres y aguada para quince días, constando su dotación reglamentaria de un alférez de navío y 12 hombres, incluso el personal de maquina.
Esta embarcación, así como otras cinco análogas, estaba destinada a vigilar las costas, bajos y cayos de la isla de Cuba, pues su pequeño calado de cinco pies permite a tan ligeros buques navegar por pasos y esteros de poco fondo, y por esta circunstancia las lanchas cañoneras prestaron muy señalados servicios a la patria durante la guerra ultima, apresando varias embarcaciones filibusteras.
El desgraciado comandante de la LEALTAD, que ha perecido con toda la dotación del buque, según dicen algunos despachos, era D. León de Urbina y Miranda, que nació en 7 de mayo de 1862, ascendió al empleo de alferez de navio el 27 de enero de 1884, perteneció a la dotación del crucero SANCHEZ BARCAIZTEGUI desde diciembre de 1885, y últimamente reemplazo, según creemos, a su compañero el alférez de navío D. Fernando Rodriguez Thevenot en el mando de la lancha cañonera LEALTAD, donde ha encontrado inesperada y temprana muerte en el cumplimiento de su deber.
!Descansen en paz los infelices náufragos y las victimas de las catástrofes antillanas!”…
Mucho mas concreto, en cuanto a cifras y nombres se daba en la edición del diario La Vanguardia, edición de 8 de octubre de 1888, donde se leia: …”Los Marineros muertos en Cuba.
Las victimas del ciclón han sido: don León de Urbina, alférez de navío; don Melchor Beira, maquinista; don Antonio Roca, práctico; don Fernando Cameiro, artillero de mar, y los marineros Antonio Curra, Antonio González, Marcelino Guevara, Francisco Cueros y Angel Pérez, los siete primeros de la dotación de la lancha LEALTAD y los últimos del crucero JORGE JUAN.
En la iglesia de la Merced de la Habana se han celebrado por ellos solemnes honras costeadas por todos los cuerpos de Marina de aquel Apostadero. En vez de túmulo, había en el centro de la iglesia, un largo espacio de arena representando una playa, y en el hallábanse esparcidos los múltiples objetos de un buque de guerra como la lancha perdida; una brújula, una canoa, una pequeña hélice, el timón y los remos que servían al bote del D. JORGE JUAN cuando naufrago, hachas de abordaje, fusiles, cuchillos, jarcias, un gallardete, baldes y otros diferentes objetos, una gorra que perteneció al malogrado alférez señor Urbina, gorras y camisetas de marineros, etc., etc. En medio de todo, sobre unas rocas, alzabase severa una gran cruz negra, simbolo de la fe, y sobre sus brazos una bandera nacional marítima, amarronada, como se coloca en un barco cuando pide auxilio. Rodeaban esos atributos, artisticamente combinados en medio del desorden en que parecían estar, grandes candelabros con innumerables luces.. Dos soldados de infantería de Marina y dos marineros, relevados cada cuarto de hora, le daban guardia de honor. A la derecha se hallaban en un banco los seis marineros de la LEALTAD y los dos de los cuatro que tripulaban el bote del D. JORGE JUAN, supervivientes de la catástrofe”…
El ciclón fue de gran intensidad. En las paginas del N.O.A.A. se puede encontrar referencia a este fenómeno en concreto, durisimo, y que causo grandes perdidas humanas y materiales, muchas mas de las aceptadas oficialmente. Según la “Library of the University of Michigan. U.S. Department of Agriculture. Weather Bureau Bulletin H.
West Indian Hurricanes. By E.B. Garriot. Proffesor of Meterology, y Prepared under direction of Willis L. Moore. Chief U.S. Weather Bureau”, se hacia la siguiente anotación en la que tenemos mas detalles sobre la perdida de la lancha cañonera LEALTAD: …”Batabano, September 4, 1888.— From daybreak until 12 noon fresh, gusty north-northwest winds blew and in consequence the level of the water in the harbor was lowered. At 9 p. m. threatening Weather continued, with indications of a hurricane; barometer 29.70, thermometer 80.6°; constant heavy rains, with occasional rain squalls; weather dark and lowering. At 12:30 p. m. the wind backed to southeast and south-southeast and drove in the water from the sea, inundating the town. At 6 a. m. of the 5th all of the houses were flooded, the water reaching to the height of a man’s waist in the houses and still higher in the streets. The Spanish gunboat LEALTAD was capsized when, at 11:30 p. m. of the 4th, the wind backed to northwest and west and increaseci to hurricane intensity, and the captain; a second lieutenant, and 8 men were drowned”…
Interesante apunte que concreta todavía mas el momento del desastre.
Gracias Vicente. Echábamos de menos el poder leer a diario esta interesante página.
Un abrazo