Colaboracion del Sr. Jose Angel del Rio.
Copyright del Sr. Jose Angel del Rio.
En la madrugada del 31 de junio de 1916, en pleno conflicto europeo, hacia su entrada en el puerto de Cartagena el .submarino germano U 35, al mando del célebre Lothard von Amaud de la Periere, uno de los submarinistas con más éxitos cosechados hasta el momento. El buque se abarloo al vapor de su misma nacionalidad ROMA, refugiado allí desde el inicio de las hostilidades, tomando del mismo vituallas, si bien, siguiendo después órdenes de la Autoridad de Marina, se colocó, al costado del crucero CATALUÑA.
Era portador oficial de una carta del Kaiser Guillermo para el Rey de España con motivo de la aceptación de miles de refugiados del Camerún en la colonia española de Guinea, parte de los cuales fueron trasladados a la Península por buques de la Armada y acogidos en campos de refugiados. Sin embargo el alcance de la visita iba más allá, y sus efectos políticos eran innegables. No solo porque la misma comprometía el status neutral del país, sino porque detrás de la misma estaba el mismo Rey, cuyas relaciones con el jefe del ejecutivo hispano, conde de Romanones, no eran precisamente cordiales.
Ya desde el principio, el efecto mediático y propagandístico fue notorio, pues el comandante alemán se entrevistó con las autoridades locales y militares de la plaza, a las que se permitió visitar el sumergible y comprobar la perfección de la ingeniería alemana, por cuanto que sus prestaciones y fiabilidad eran muy superiores a las de los contrapartes ingleses y franceses. No hay que olvidar que para entonces España no poseía aún sumergibles en su Armada, por cuanto que primero, el PERAL, estaba a punto de entregarse en los Estados Unidas. La embajada alemana incluso contrato un tres especial para llevar a varios representantes diplomáticos, entre, ellos el agregado naval, a Cartagena, para hacerse cargo de la misiva del Kaiser y conferenciar con el comandante del sumergible. Este también debía transportar a Madrid las 35 cajas de material sanitario que había traído el sumergible para los refugiados del Camerún y a un pasajero que había hecho el viaje a bordo del U 35, el capitán de corbeta Ackermann, del estado mayar de la flotilla de submarinos con base en Pola.
En su informe sobre la misión, el comandante del U 35 dice lo siguiente: “… Según mi opinión personal, creo que la instancia se puede considerar un completo éxito, y tengo la convicción de que seria oportuno repetir la visita de un submarino, dejando, eso si, pasar un tiempo adecuado. También su puede tener la plena seguridad de que no va a haber problemas ni impedimentos para cargar provisiones…”
La misma opinión tenia el embajador alemán, Principe Ratibor, quién informaba a Berlín el día 26 que la visita había tenido “el efecto mas satisfactorio en el opinión publica española sobrepasando las previsiones mas optimistas. La prensa germanófila ha dado el apoyo mas completo y entusiasta”.
Otra de las pretensiones de la visita, era comprobar hasta que punto era viable la entrada y posterior abastecimiento de sumergibles de los Imperios Centrales en los puertos españoles, abarloados a los buques alemanes que se hallaban refugiados en los mismos. La entrada del buque se había producido sin apenas ser apercibido, por lo que la experiencia fue calificada como satisfactoria. Sin embargo el problema era lograr que las autoridades civiles locales (no así las militares) miraran para otro lado, una cuestión de difícil solución con un gobierno liberal. Por todo ello esta visita no hizo ninguna gracia al conde de Romanones, que exigió el estricto cumplimiento de la normativa internacional sobre la estancia de buques beligerantes en puertos neutrales, que estipulaba una estancia da máxima de 24 horas, y que el sumergible abandonara el puerto cartagenero antes de cumplirse dicho plazo. Así se hizo. Para entonces los objetivos del viaje se habían cumplido con creces, ya que, aparte de las repercusiones internacionales de la visita (un revulsivo para la Marina alemana tras la derrota en la batalla de Jutlandia), el buque trajo de vuelta a Pola varios marinos mercantes pertenecientes a la dotación del vapor CAESAR, refugiado también en Cartagena. En cambio von Arnaud no pudo embarcar, como era su deseo, al estonces teniente de navío Wilhelm Canaris, agente secreto de la Marina alemana cuya misión era crear una red de informadores y logística en los principales es puertos españoles.

Pero ahí no quedó la visita, ya que ingleses y franceses protestaron abiertamente, tanto por las facilidades dadas al buque alemán para su aprovisionamiento, como por entender que los submarinos, unidades que, según ellos, violaban todas las reglas de la guerra marítima tal y como las entendía el Imperio británico, no podían ampararse en ninguna normativa internacional. Por ello entendían que el submarino debió de ser internado y solicitaron al Gobierno español que promulgara un decreto prohibiendo la entrada de submarinos beligerantes en sus puertos. Hubo que esperar un año, a la partida de un segundo sumergible, el UC 52, que había entrado con averías en el puerto de Cádiz, para que d ejecutivo español pasara por el aro y se plegara a las presiones aliadas.
Está muy bien el artículo. Respecto al submarino de Lothar von Arnauld de la Perière, el U-35, hay un documental que se puede ver en internet entrando con: «Der magische Gürtel» . (significa «el anillo mágico). El documental es muy interesante de 44m 45s de duración.
Tiene música de fondo, en blanco y negro, y los 64 carteles explicatorios en alemán me los estoy traduciendo.
Un afectuoso saludo.
Antonio Erce Lizarraga.
Estimado Sr.
Muchas gracias por su comentario
Muy amable de su parte, Sr. Erce
A su disposicion
Vicente
Estimado Sr. Vicente Sanahuja.
Si más adelante quiere la traducción de los carteles (o letreros) de «Der magische Gürtel» me lo dice y por un correo «e-mail» le pasaría la citada traducción con mucho gusto. Con este texto se pueden entender las distintas escenas que se ven en el reportaje.
Un afectuoso saludo
Antonio Erce Lizarraga.
Si fueses tan amable, me gustaria que me mandases los carteles traducidos.
baucis1@hotmail.com
Un saludo, chao
Estimado Sr. Sanhuja:
En el artículo «El submarino alemán U-35 en el puerto de Cartagena» está escrito con alguna falta, el complicado nombre del comandante alemán con apellido medio francésy medio alemán , en la página Wikipedia está escrito correcto y es
Lothar von Arnauld de la Perière.
Acabo de encontrar en internet un video de 28 segundos en el que sale la tumba del Vicealmirante, y se lele perfectamente el nombre, hay que entrar con: «Soldatengrab: LOTHAR VON ARNAULD DE LA PERIERE»
Un afectuoso saludo.
Igualmente estoy a su disposición.
Antonio Erce Lizarraga.
Buenas tardes Sr.
Ante todo agradecerle su amable corrección, que pasaremos en cuanto podamos al articulo (la modificacion de cualquier cosa en un articulo es una especie de pesadilla, cosas de Internet)
Es muy útil poder contar con correcciones de profesionales de la mar y de la Armada.
De nuevo muchísimas gracias por su atención hacia nuestra pagina
Atentamente
Vicente L. Sanahuja
Buenos dias ,Sr. Sanahuja: Estupenda paguina encontrada por casualidad, significarle que en el año 2002 realice unos modestos articulos en el Setmanario Sóller, mencionando el Comandante Lothar von Arnauld de la Periere y de su nave el SM-U-35 y de las circustancias que rodearon el hundimiento del vapor Villa de Soller investigación que lleve a cabo rodeado de papeles y que de siempre e sentido un gran interes por este vapor llegando a tener en mis manos el primer rol todo un previlegio historico.
No quiero terminar sin felicitarle por la renovacion de las paguinas de la wed pues respira frescura y renovación historica. Un afectuoso saludo. Francesc
Muchas gracias Francesc por tus amables palabras
Un lujo viniendo de un historiador como usted.
Vicente
exelente¡¡ ya estoy viendo los videos tambien, gracias