LAS MOTONAVES DE D. ÁLVARO RODRÍGUEZ LÓPEZ

La semana pasada, mi amigo Laureano y yo, tuvimos el placer de recibir en Barcelona la visita del historiador Juan Carlos Díaz Lorenzo. Aparte de ser un placer por la amena conversación, sobre barcos y personajes, como no, tuvimos la suerte de que nos regalase un ejemplar de su libro EL HIERRO. EL NUEVO PUERTO DEL MERIDIANO. Gracias mil Juan Carlos por tu amable detalle.
Este libro, cuyo ISBN es 84-935147-3-X, fue publicado en el 2006 y estaba patrocinado por el Cabildo Insular de El Hierro y por la Autoridad Portuaria de Tenerife. Un excelente repaso al entorno geográfico, cultural y comercial de la bella isla y de su activo puerto. De el apartado El Cabotaje. El Marco Legal, y sobre D. Álvaro Rodríguez López, el autor apunta: “Álvaro Rodríguez López, el naviero más importante de Canarias en la primera mitad del siglo xx, tiene su origen en una empresa familiar fundada por su padre y ocupa un lugar muy destacado en la historia marítima del archipiélago, pues tuvo una de las mejores flotas que han navegado en el archipiélago, con la que estableció enlaces regulares con la Península y el Norte de África.
La primera etapa de Rodríguez López fue el soporte de su propia actividad agrícola en La Gomera, principalmente en la finca de Tecina, en la que consiguió crear un auténtico emporio, cuyo éxito responde a la implantación de una perfecta organización capitalista en un medio rural que no conocía otro sistema que el paterno-feudal; y como importante empresa consignataria establecida en el puerto de Santa Cruz de Tenerife, en el que representaba a los armadores noruegos Otto Thoresen y Fred. Olsen.
En diciembre de 1929 fue constituida en la capital tinerfeña la Compañía Canaria de Cabotaje, a la que Rodríguez López aportó el grueso de su flota hasta su disolución en 1932. El 22 de octubre de 1942 se convirtió en la sociedad limitada Álvaro Rodríguez López y Hermano y el 12 de junio de 1957 adoptó la denominación Álvaro Rodríguez López, S.A.
Hasta el comienzo de la guerra civil, Rodríguez López atendía un servicio regular entre las islas de Tenerife, La Gomera y La Palma y cubría una línea con varios puertos del Sur y Levante de la Península, así como las plazas africanas de Ceuta y Melilla. En septiembre de 1935, y para reforzar las líneas con la Península, fletó el vapor MARI ELI.
En 1921 se produjo una auténtica revolución en el transporte marítimo de Canarias con la incorporación de las nuevas motonaves SANCHO II y SANTA URSULA. El primero fue el más longevo de todos los barcos de la contraseña de Rodríguez López -nada menos que 48 años de singladuras- y el segundo se perdió por un incendio
en enero de 1932 en aguas de Tazacorte.
En 1925 pasó a la contraseña de Rodríguez López el vapor BURE, que fue rebautizado SAUZAL, siendo devuelto a Fred. Olsen tres años después.
En 1928 se produjo la incorporación de los vapores SAN CRISTOBAL y SANTA BRIGIDA. Este último no era otro que el famoso ÁGUILA DE ORO, nombre que recuperó en 1934 cuando pasó a la propiedad del capitán Juan Padrón Saavedra.
En 1929 fue adquirido el vapor SAN ISIDRO y en 1933, el vapor SANTA EULALIA MARTIR. En 1934 fueron incorporados los buques SANTA ELENA MARTIR, SANTA ANA MARTIR, SANTA ROSA DE LIMA y SAN JUAN II. Cuatro años después compró al armador tinerfeño José Peña Hernández los vapores ISORA y ADEJE.
El 18 de julio de 1936 la flota de Rodríguez López estaba compuesta por siete unidades –SAN ISIDRO, SAN JUAN II, SANCHO II, SANTA ANA MARTIR, SANTA ELENA MARTIR, SANTA EULALIA VIRGEN y SANTA ROSA DE LIMA- y todos se encontraban en aguas canarias, por lo que quedaron en zona nacional.
El buque SAN JUAN II viajó a La Gomera en agosto de 1936 con fuerzas de la Guardia Civil para la ocupación de la Isla. Luego hizo viajes a La Coruña, Lisboa y Sevilla, y estableció un servicio de enlace constante entre el Archipiélago y los puertos nacionales de la Península.
Los buques SAN ISIDRO e ISORA sirvieron de buque-prisión en Santa Cruz de Tenerife, mientras que los buques SANCHO II, SANTA ROSA DE LIMA, SANTA ANA MARTIR y SANTA ELENA MARTIR hicieron viajes regulares a los puertos norteafricanos y al Sur de la Península. En 1938 los buques SANTA ANA MARTIR y SANTA ROSA DE LIMA fueron vendidos al armador bilbaíno Blas Otero y rebautizados TERCIO MONTEJURRA y TERCIO SAN MIGUEL.
A excepción del SANCHO II, el resto de los barcos de Álvaro Rodríguez López fueron vendidos a armadores peninsulares. No quedaba otra solución, ya que, sin exportación frutera, la única alternativa era el amarre o el desguace.
El 16 de julio de 1948 se constituyó en Santa Cruz de Tenerife la Naviera Frutera Canaria, en escritura otorgada ante el notario Lorenzo Martínez Fuset y que fundaron José Luis de Aznar y Zavala y los hermanos Álvaro y Conrado Rodríguez López «y se confía en que los sectores agrícolas y comerciales de las islas, así como el país en general, concurran a cubrir acciones de esta nueva empresa, iniciada con las máximas probabilidades de éxito».
El 2 de marzo de 1949 fue botado en Santa Cruz el motovelero SANTA ANA MARTIR, de casco de madera, que acabó sus días varado en la playa de Playa Santiago, en La Gomera y sirvió de hoguera en una noche de San Juan y en julio de ese mismo año compró en Valencia el buque PROCYON, que se matriculó en el puerto tinerfeño con el nombre de SAN JUAN NEPOMUCENO.
El ejemplo más representativo del poderío de Álvaro Rodríguez López lo encontramos en el edificio que fue su sede social en la calle de La Marina, un proyecto del arquitecto José Enrique Marrero Regalado, en el que destaca un gusto por el regionalismo «como respuesta canaria a los intentos de una arquitectura nacional”. Durante años, y hasta que se construyó la hilera de nuevos edificios en la parte frontal de la Avenida de Anaga, la sede de Rodríguez López destacaba en la fachada de la ciudad.
Álvaro Rodríguez López falleció en Santa Cruz de Tenerife el 8 de agosto de 1958, a la edad de 73 años. Estaba en posesión del título de caballero de la Gran Cruz de la Orden Civil de Beneficencia y la Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco.
En agosto de 1969 finalizó la actividad naviera con la venta del histórico SANCHO II a los armadores gomeros Negrín Hermanos. El ocaso de su extraordinaria actividad mercantil se acusó a partir de mediados de la década de los setenta con en el cese de actividad de la finca de Tecina, las fábricas de conservas y salazones en Alcalá (Sur de Tenerife) y Playa de Santiago (La Gomera) y la compañía de aviación AEROCASA.
Estupendo relato, como siempre, de Juan Carlos Diaz Lorenzo, sobre la vida y hechos de tan destacado personaje canario.
Hemos visto cuanto tardo en llegar a nuestro país la propulsión Diesel, hemos estudiado ya el CONDE DE CHURRUCA, el ARIN MENDI y el ARANTXA MENDI, que pueden ser considerados los primeros pasos a la modernidad de nuestra marina mercante. Pues bien, en Canarias, Álvaro Rodríguez López, como hemos visto, encargo por las mismas fechas dos bonitas y pequeñas motonaves en los astilleros Vaxholmsvarvet, de Ramso, quien con los números de construcción 49 y 50 los entrega en Diciembre de 1.920 como SANCHO II y en Abril de 1.921 como SANTA URSULA.
Referente al SANCHO II, según la LISTA OFICIAL DE BUQUES. AÑO 1.935, sus características técnicas eran las siguientes: -SANCHO II: Señal distintiva, EGOU, casco de acero, adscrito al Registro Español; eslora máxima, 41,75 metros; eslora entre perpendiculares, 40,1; manga 7,25; puntal, 3,73; calado, 2,30 metros; 361,25 toneladas de registro bruto; 173,10 de registro neto; 567 toneladas de peso muerto; desplazamiento, 850 toneladas; 1 motor de 60 nhp o 235 ihp; velocidad en carga, 9 nudos; capacidad de combustible, 26 toneladas; consumo diario, 1 tonelada.
Agradecemos al autor el permiso concedido para publicar estas lineas y esperamos, como buenos aficionados a los barcos, que todos sus futuros proyectos cristalicen en hermosos libros que podamos disfrutar.
Foto 1.- Alvaro Rodríguez López. (Archivo Juan Arencibia) Del Libro AL RESGUARDO DE ANAGA.
Foto 2.- La Motonave SANCHO II en el cargadero de Garachico. Archivo FEDAC.
Foto 3.- El SANCHO II en sus últimos años de mar. (Archivo Díaz Lorenzo.) Foto del libro EL HIERRO. EL NUEVO PUERTO DEL MERIDIANO.

3 comentarios en “LAS MOTONAVES DE D. ÁLVARO RODRÍGUEZ LÓPEZ

  1. Soy de Playa Santiago y algo de los R. L. recuerdo. La fábrica, los tomates, lops empaquetados, el aeródromo del revolcadero, el cine que estaba casi pegado a la fábrica etc. Era una gran empresa que tenian en Santiago los R. L. y que hoy casi nada sabemos de toda la historia de aquel emporio que pasó a la historia y al olvido. Me he emocionado mucho al leer este trocito de recuerdo.
    Atentamente, Tanawsú Chinea Mosegue.

  2. Amigos y paisanos;siempre me ha interesado todo lo referente a la Gomera, mi padre le tenia arrendada una finca a D.Alvaro en el revolcadero al lado del aerodromo que el construyo. Saludos y gracias por el articulo historico de D.Alvaro.

  3. Pasé el verano de 1962 en Playa Santiago en casa de unos tíos míos y el recuerdo ha permanecido intacto y amable en mi memoria.
    El viaje de Santa Cruz a San Sebastián lo hice en el Sancho II. De San Sebastián a Playa Santiago fui en una lancha cuyo patrón se apellidaba Padilla.
    Conocí y visité Tecina con su economato para el personal y las oficinas de la Empresa.
    Vi la fábrica y como era manipulado el atún que llegaba en los distintos pesqueros que tripulaban los también empleados de La Empresa. Cuando guisaban el atún en las enormes calderas, el olor llenaba todo el pueblo.
    Naturalmente estuve en el cine, me bañé en su preciosa playa, bailé hasta cansarme, tanto de día como de tarde-noche en la plaza de la iglesia y en la del pueblo. Fui de acompañante de los chóferes de los camiones que repartían y recogian a los trabajadores a los distintos lugares de trabajo. Me invitaron a salir de pesca y naturalmente los acompañé.
    Fui a la pista de aterrizaje del revolcadero y allí los camioneros ponían a prueba sus camiones y disfrutaban llegando a velocidades que las carreteras no le permitían.
    En fin, fueron dos meses plenos de vivencias cuyo recuerdo nunca me ha dejado.
    … y ya han pasado casi 60 años!

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