El HMS SALAMANDER fue un paddle sloop, uno de los primeros que tuvo Inglaterra, que junto a otras unidades de parecidas dimensiones y distintos diseñadores (PHOENIX, DEE, RHADAMANTHUS y MEDEA), fueron el primer intento, de los reticentes Lores del Almirantazgo, de hacer un buque de guerra mejor que los navíos de línea.
Aunque parezca mentira, los primeros intentos de lograr que el vapor se impusiera en la construcción naval inglesa, vinieron por parte de la Marina Mercante de ese país. Los Lores veían peligrar la hegemonía de la Royal Navy si se lograba un nuevo tipo de buque que fuese efectivo y rentable y que acabase, de raso, con la era de la vela. Los primeros paddle no eran precisamente efectivos, pero, tenían un virtud que no tenía la vela; eran regulares en sus horarios establecidos. El fin de la vela era una cuestión de tiempo, y, a pesar de reticencias e intereses, en el Almirantazgo lo sabían.
Algunos de estos buques participaron, apoyando a la escuadra cristina, en los sucesos de la primera Guerra Carlista. El SALAMANDER fue uno de ellos.
Resumiendo, las guerras carlistas fueron el enfrentamiento de los sectores absolutistas, partidarios del antiguo régimen (los carlistas) que apoyaban a D. Carlos María Isidro en la sucesión al trono de España, frente a los que apoyaban la coronación de su sobrina Isabel II. Hay ríos de tinta escritos sobre este particular. Nosotros nos limitaremos a estudiar este pequeño sloop, que tuvo una destacada actuación en la costa Norte de nuestro país, y por tanto forma parte de nuestra Vida Marítima.
El libro STEAM & SAIL IN BRITAIN AND NORTH AMERICA, escrito por el Rear Admiral P.W. Brock y por Basil Greenhillse, se publico en el año 1973, siendo su ISBN 0-7153-5967-3. Es un compendio de algunos destacados buques de aquellas dos grandes marinas con algunas fotos de sorprendente belleza. Estupendo. El primer buque que estudia el libro es el HMS SALAMANDER, y de este pequeño apunte condensamos el siguiente texto:… El HMS SALAMANDER fue diseñado por Mr. Seaton, y fue botado el 16 de mayo de 1832 en el Sheerness Dockyard, teniendo 818 toneladas (medidas del constructor). Sus maquinas eran de 220 caballos nominales, que le daban una velocidad de 7 nudos. En sus últimos años en las listas de la Navy, su desplazamiento era de 1380 toneladas y su potencia indicada de 506 caballos. Estaba armado, en origen, con dos cañones de 10 pulgadas y 84 cwt, y dos carronadas de 32 libras en sus acostumbrados carros. Otras dos carronadas se dispusieron posteriormente. Su costo fue de 32.179 libras, sin incluir pertrechos. En común con todos los primeros paddle de la Royal Navy, sus maquinas fueron del tipo side-lever. Era un sistema invertido de la maquina walking beam tan familiar en todos los ríos americanos en aquel siglo…
La arboladura de barca que tenia el SALAMANDER le daba la movilidad estratégica necesaria que no le daba a veces su ineconómica maquinaria de vapor. Cuando solo iban a vela, era de uso normal en estos buques ya fuera fijar el movimiento de las ruedas de paletas o, si el diseño lo permitía, desconectar la maquina y dejar que las ruedas de paletas girasen libremente. Ambos sistemas, vela y paletas, eran usados a menudo en conjunto.
Bajo el mando de S.C. Dacres, el SALAMANDER durante los años 1836-7 vivio servicios activamente en la costa de España, asistiendo la causa de la joven reina Isabel, contra su tio Don Carlos, que le disputaba la sucesión. El SALAMANDER a menudo llevo tropas –una de las principales funciones de este tipo de buques- asi como dando fuego de soporte y desembarco de su propia tripulación….
El SALAMANDER tomo parte en la segunda guerra de Burma, en 1852, y en 1865 estaba vigilando la costa de Queensland. Desde 1870 se le dispuso para servicios costeros, transportando materiales y diversos productos entre los distintos arsenales de la Navy, y en 1875 se le aparto del servicio con la nota “no disponible para reparar”. Fue vendido en 1883 después de medio siglo de servicios.
Después de este interesante relato, y para completar su actuación en España, consultamos la revista ITSAS MEMORIA. REVISTA DE ESTUDIOS MARITIMOS DEL PAIS VASCO, quien en su numero 5, dedicado a la Guerra Maritima, Corso y Pirateria, y desde un articulo titulado Las Operaciones Navales en las Guerras Carlistas, Juan Pardo San Gil, en el apartado Las Operaciones Costeras Durante la Primera Guerra Carlista (1835-1839), apunta: La Marina Cristina actuó también en apoyo del Ejército contra los carlistas. Durante el primer sitió de Bilbao, en junio de 1835, varias trincaduras cooperaron en la defensa de la villa sitiada, mientras los buques del Resguardo Marítimo amenazaban a los carlistas desde Portugalete y la escuadra del comodoro Lord John Hay transportaba víveres y municiones. Cuando los carlistas se apoderaron de Guetaria (1-1-1836) la escuadra se encargó de enviar los suministros y refuerzos que permitieron mantener el castillo de San Antón en manos liberales hasta el fin de la guerra.
Durante 1836, las operaciones se centraron primero en torno a San Sebastián, apoyando la escuadra Cristina, al mando ahora del brigadier Primo de Rivera, las salidas de la guarnición contra los sitiadores (10-2-1836). En ocasiones recibió la ayuda de los buques ingleses que desde mayo tomaron como base San Sebastián. El 29 de mayo de 1836, en una operación de gran envergadura, fuerzas liberales salidas de San Sebastián atacaron las posiciones carlistas en la derecha del río Urumea y avanzaron hasta ocupar Pasajes con apoyo de las escuadras de Lord John Hay (vapores PHOENIX, SALAMANDER, TWEED y COMET y una trincadura) y Primo de Rivera (vapores ISABEL II, REINA GOBERNADORA y MAZEPPA y 26 trincaduras y lanchas, 16 de ellas fletadas por particulares guipuzcoanos). Entre el botín cogido figuraba una trincadura carlista que fue varada y abandonada por su tripulación. Animados por el éxito, los liberales atacaron después Fuenterrabía (11-7-1836) mientras la escuadra anglo-cristina bombardeaba las posiciones carlistas, pero en esta ocasión fueron rechazados.
En el segundo sitio de Bilbao, entre octubre y diciembre de 1836, la Marina jugó un papel muy importante. Desde el comienzo del sitio, los buques ingleses RINGDOVE y SARACEN, surtos en la ría, atacaron con su artillería a los carlistas y desembarcaron refuerzos en Portugalete y Santurce.
Durante la batalla del puente de Luchana (24-12-1836), una escuadrilla Cristina formada por la goleta ISABEL II y 8 trincaduras y lanchas cañoneras desembarcó las primeras tropas que tomaron el puente, protegiendo a continuación con su artillería y la de los buques ingleses el avance de las tropas liberales que consiguieron levantar el sitio.
Finalizado el sitio, las escuadras inglesa y Cristina, ahora bajo el mando del brigadier Manuel de Cañas, prosiguieron sus acciones en la costa vasca. Apoyaron a las tropas de tierra en la batalla de Onamendi (15/16-3-1837) y en la toma de Fuenterrabía (18-5-1837), efectuaron una serie de incursiones contra Ondárroa, Motrico, Deva y Guetaria en septiembre y octubre de 1837 y atacaron las posiciones carlistas de Monte Gárate en Guetaria (6-2-1838). Las subsiguientes operaciones hasta el fin de la guerra en el Norte en 1839 tuvieron ya menor relieve.
Aunque parezca mentira, los primeros intentos de lograr que el vapor se impusiera en la construcción naval inglesa, vinieron por parte de la Marina Mercante de ese país. Los Lores veían peligrar la hegemonía de la Royal Navy si se lograba un nuevo tipo de buque que fuese efectivo y rentable y que acabase, de raso, con la era de la vela. Los primeros paddle no eran precisamente efectivos, pero, tenían un virtud que no tenía la vela; eran regulares en sus horarios establecidos. El fin de la vela era una cuestión de tiempo, y, a pesar de reticencias e intereses, en el Almirantazgo lo sabían.

Algunos de estos buques participaron, apoyando a la escuadra cristina, en los sucesos de la primera Guerra Carlista. El SALAMANDER fue uno de ellos.
Resumiendo, las guerras carlistas fueron el enfrentamiento de los sectores absolutistas, partidarios del antiguo régimen (los carlistas) que apoyaban a D. Carlos María Isidro en la sucesión al trono de España, frente a los que apoyaban la coronación de su sobrina Isabel II. Hay ríos de tinta escritos sobre este particular. Nosotros nos limitaremos a estudiar este pequeño sloop, que tuvo una destacada actuación en la costa Norte de nuestro país, y por tanto forma parte de nuestra Vida Marítima.
El libro STEAM & SAIL IN BRITAIN AND NORTH AMERICA, escrito por el Rear Admiral P.W. Brock y por Basil Greenhillse, se publico en el año 1973, siendo su ISBN 0-7153-5967-3. Es un compendio de algunos destacados buques de aquellas dos grandes marinas con algunas fotos de sorprendente belleza. Estupendo. El primer buque que estudia el libro es el HMS SALAMANDER, y de este pequeño apunte condensamos el siguiente texto:… El HMS SALAMANDER fue diseñado por Mr. Seaton, y fue botado el 16 de mayo de 1832 en el Sheerness Dockyard, teniendo 818 toneladas (medidas del constructor). Sus maquinas eran de 220 caballos nominales, que le daban una velocidad de 7 nudos. En sus últimos años en las listas de la Navy, su desplazamiento era de 1380 toneladas y su potencia indicada de 506 caballos. Estaba armado, en origen, con dos cañones de 10 pulgadas y 84 cwt, y dos carronadas de 32 libras en sus acostumbrados carros. Otras dos carronadas se dispusieron posteriormente. Su costo fue de 32.179 libras, sin incluir pertrechos. En común con todos los primeros paddle de la Royal Navy, sus maquinas fueron del tipo side-lever. Era un sistema invertido de la maquina walking beam tan familiar en todos los ríos americanos en aquel siglo…
La arboladura de barca que tenia el SALAMANDER le daba la movilidad estratégica necesaria que no le daba a veces su ineconómica maquinaria de vapor. Cuando solo iban a vela, era de uso normal en estos buques ya fuera fijar el movimiento de las ruedas de paletas o, si el diseño lo permitía, desconectar la maquina y dejar que las ruedas de paletas girasen libremente. Ambos sistemas, vela y paletas, eran usados a menudo en conjunto.
Bajo el mando de S.C. Dacres, el SALAMANDER durante los años 1836-7 vivio servicios activamente en la costa de España, asistiendo la causa de la joven reina Isabel, contra su tio Don Carlos, que le disputaba la sucesión. El SALAMANDER a menudo llevo tropas –una de las principales funciones de este tipo de buques- asi como dando fuego de soporte y desembarco de su propia tripulación….
El SALAMANDER tomo parte en la segunda guerra de Burma, en 1852, y en 1865 estaba vigilando la costa de Queensland. Desde 1870 se le dispuso para servicios costeros, transportando materiales y diversos productos entre los distintos arsenales de la Navy, y en 1875 se le aparto del servicio con la nota “no disponible para reparar”. Fue vendido en 1883 después de medio siglo de servicios.
Después de este interesante relato, y para completar su actuación en España, consultamos la revista ITSAS MEMORIA. REVISTA DE ESTUDIOS MARITIMOS DEL PAIS VASCO, quien en su numero 5, dedicado a la Guerra Maritima, Corso y Pirateria, y desde un articulo titulado Las Operaciones Navales en las Guerras Carlistas, Juan Pardo San Gil, en el apartado Las Operaciones Costeras Durante la Primera Guerra Carlista (1835-1839), apunta: La Marina Cristina actuó también en apoyo del Ejército contra los carlistas. Durante el primer sitió de Bilbao, en junio de 1835, varias trincaduras cooperaron en la defensa de la villa sitiada, mientras los buques del Resguardo Marítimo amenazaban a los carlistas desde Portugalete y la escuadra del comodoro Lord John Hay transportaba víveres y municiones. Cuando los carlistas se apoderaron de Guetaria (1-1-1836) la escuadra se encargó de enviar los suministros y refuerzos que permitieron mantener el castillo de San Antón en manos liberales hasta el fin de la guerra.
Durante 1836, las operaciones se centraron primero en torno a San Sebastián, apoyando la escuadra Cristina, al mando ahora del brigadier Primo de Rivera, las salidas de la guarnición contra los sitiadores (10-2-1836). En ocasiones recibió la ayuda de los buques ingleses que desde mayo tomaron como base San Sebastián. El 29 de mayo de 1836, en una operación de gran envergadura, fuerzas liberales salidas de San Sebastián atacaron las posiciones carlistas en la derecha del río Urumea y avanzaron hasta ocupar Pasajes con apoyo de las escuadras de Lord John Hay (vapores PHOENIX, SALAMANDER, TWEED y COMET y una trincadura) y Primo de Rivera (vapores ISABEL II, REINA GOBERNADORA y MAZEPPA y 26 trincaduras y lanchas, 16 de ellas fletadas por particulares guipuzcoanos). Entre el botín cogido figuraba una trincadura carlista que fue varada y abandonada por su tripulación. Animados por el éxito, los liberales atacaron después Fuenterrabía (11-7-1836) mientras la escuadra anglo-cristina bombardeaba las posiciones carlistas, pero en esta ocasión fueron rechazados.
En el segundo sitio de Bilbao, entre octubre y diciembre de 1836, la Marina jugó un papel muy importante. Desde el comienzo del sitio, los buques ingleses RINGDOVE y SARACEN, surtos en la ría, atacaron con su artillería a los carlistas y desembarcaron refuerzos en Portugalete y Santurce.
Durante la batalla del puente de Luchana (24-12-1836), una escuadrilla Cristina formada por la goleta ISABEL II y 8 trincaduras y lanchas cañoneras desembarcó las primeras tropas que tomaron el puente, protegiendo a continuación con su artillería y la de los buques ingleses el avance de las tropas liberales que consiguieron levantar el sitio.
Finalizado el sitio, las escuadras inglesa y Cristina, ahora bajo el mando del brigadier Manuel de Cañas, prosiguieron sus acciones en la costa vasca. Apoyaron a las tropas de tierra en la batalla de Onamendi (15/16-3-1837) y en la toma de Fuenterrabía (18-5-1837), efectuaron una serie de incursiones contra Ondárroa, Motrico, Deva y Guetaria en septiembre y octubre de 1837 y atacaron las posiciones carlistas de Monte Gárate en Guetaria (6-2-1838). Las subsiguientes operaciones hasta el fin de la guerra en el Norte en 1839 tuvieron ya menor relieve.
En la citada revista se exponen con claridad, y sobre todo con rigor cronológico, las operaciones navales de las dos guerras.
También el la revista ITSAS MEMORIA. REVISTA DE ESTUDIOS MARITIMOS DEL PAIS VASCO, pero en el numero 3, y desde un articulo titulado Retratos de Buques de Vapor en la Colección del Untzi Museoa-Museo Naval de San Sebastian. Pintura y Grabado, Juan Manuel González Cembellin y Sonia González García, hacen, del cuadro anónimo que el Museo adquirió a un anticuario en Devon, y que representa la presencia de la flota británica en el País vasco, el siguiente comentario:… Los barcos a vapor eran ya sobradamente conocidos para marinos y armadores vascos a fines del primer tercio del siglo XIX. De hecho, ya durante la Primera Guerra Carlista (1833-1839) las tropas liberales habían contado en la zona con la ayuda de la armada británica, que tenía varios navíos impulsados por motores a vapor.
También el la revista ITSAS MEMORIA. REVISTA DE ESTUDIOS MARITIMOS DEL PAIS VASCO, pero en el numero 3, y desde un articulo titulado Retratos de Buques de Vapor en la Colección del Untzi Museoa-Museo Naval de San Sebastian. Pintura y Grabado, Juan Manuel González Cembellin y Sonia González García, hacen, del cuadro anónimo que el Museo adquirió a un anticuario en Devon, y que representa la presencia de la flota británica en el País vasco, el siguiente comentario:… Los barcos a vapor eran ya sobradamente conocidos para marinos y armadores vascos a fines del primer tercio del siglo XIX. De hecho, ya durante la Primera Guerra Carlista (1833-1839) las tropas liberales habían contado en la zona con la ayuda de la armada británica, que tenía varios navíos impulsados por motores a vapor.
En el Museo Naval se conserva un cuadro que alude a la presencia de la Legión Auxiliar Británica en San Sebastián donde pueden verse dos vapores de ruedas, uno de ellos disparando sobre la costa mientras en primer plano la población de la ciudad aclama a los buques. Todo parece indicar que se trata de los cruceros «PHOENIX» y «SALAMANDER», dos de los cinco que formaban la escuadra británica que, bajo el mando del comodoro lord John Hay, el 5 de mayo de 1836 colaboraron en el ataque de isabelinos y legionarios que culminó con el levantamiento del sitio de la capital guipuzcoana. Ambos barcos abrieron fuego sobre las posiciones carlistas de Aiete y el fuerte de Lugariz, aunque parece que el «PHOENIX», mandado por el capitán Henderson, fue el que llevó el mayor peso del ataque artillero, lo que nos hace suponer que será este navío el que en el cuadro aparece disparando. Con posterioridad estos buques británicos volvieron a actuar en la zona: el 28 de mayo del 36 el «PHOENIX», el «SALAMANDER» y el «COMET» apoyaron con su artillería la toma de Pasajes por la Legión Auxiliar Británica. John Hay y su escuadra, además, habían estado presentes en el sitio de Bilbao, logrando mantener abierta la bocana del Nervión y permitiendo así el avituallamiento de la villa vizcaína.
Si alguien quiere completar la actuación de este buque en las guerras carlistas le rogamos colabore con esta pagina web y comparta sus notas para completar o corregir este articulo.
Foto 1.- El SALAMANDER, clasificado por la Royal Navy como Wooden Paddle-Wheel Sloop, 2nd Class. Del libro STEAM & SAIL IN BRITAIN AND NORTH AMERICA.
Foto 2.- Oleo de 30×46 cms. Que se encuentra en el Untzi Museoa de San Sebastian. De la revista ITSAS MEMORIA. REVISTA DE ESTUDIOS MARITIMOS DEL PAIS VASCO. NUM. 3.
Si alguien quiere completar la actuación de este buque en las guerras carlistas le rogamos colabore con esta pagina web y comparta sus notas para completar o corregir este articulo.
Foto 1.- El SALAMANDER, clasificado por la Royal Navy como Wooden Paddle-Wheel Sloop, 2nd Class. Del libro STEAM & SAIL IN BRITAIN AND NORTH AMERICA.
Foto 2.- Oleo de 30×46 cms. Que se encuentra en el Untzi Museoa de San Sebastian. De la revista ITSAS MEMORIA. REVISTA DE ESTUDIOS MARITIMOS DEL PAIS VASCO. NUM. 3.