SI RELAMPAGUEA Y TRUENA, VIENTO HABRÁ DONDE SUENA
Preparando un articulo sobre la sede del Real Sporting Club de Bilbao, que muy pronto veremos en Vida Maritima y para el que pido la colaboración de los lectores que puedan aportar material gráfico o anécdotas, he encontrado un pequeño y curioso articulo en la revista El Mundo Naval Ilustrado: Num. 27, edición de 10 de octubre de 1.900 titulado El Yate TERESA. Pequeños apuntes en viejas revistas permiten, de casualidad, recordar y mantener vivos pequeños buques que vivieron su particular historia y que pasaron al olvido del que solo unos pocos, tambien por casualidad, salen.

Pido desde estas líneas que si alguien puede completar la historia de tan simpático buque sea tan amable de compartirla en esta pagina y complete el texto siguiente, que es el que aparece reflejado en la revista mencionada:
…»El presidente del Club Nautico de Bilbao, D. Pedro de Laiseca, ha traído de los Estados Unidos un elegantísimo yate de gasolina, construido á todo coste en Long Island (cercanías de Nueva York), el cual yate vino á bordo de un vapor hasta Burdeos, y de allí, por sus pies, hasta Bilbao. Aparece en nuestro grabado en el momento de la salida del yate de aquel puerto de Francia.
La colosal navegación interior de los Estados Unidos ha hecho llegar en aquel país la construcción de esa clase de embarcaciones á un grado de perfección que sólo viéndolo se puede formar idea, y de cuyos tipos es el yate TERESA, un precioso ejemplar.
Tiene el TERESA 12,34 metros de eslora, 2,60 de manga y uno de puntal, con un tonelaje de 8,22 neto, y en tan escasas dimensiones lleva una cámara como para veinte personas, cocina, cuarto de aseo, literas para que puedan dormir cómodamente hasta cuatro expedicionarios y cuantos detalles son el encanto de todo hombre de mar.
La máquina, de dos cilindros de gasolina, que funciona por explosiones, da al yate una velocidad hasta de 11 millas, y se maneja con toda facilidad, así como los cambios de movimiento, que se regulan de un modo muy ingenioso.
El coste, puesto en España, calculamos que pasará algo de 50.000 pesetas. Es muy grato ver que las personas que pueden distraer así una parte tan considerable de capital fomenten las aficiones á la Marina.
La colosal navegación interior de los Estados Unidos ha hecho llegar en aquel país la construcción de esa clase de embarcaciones á un grado de perfección que sólo viéndolo se puede formar idea, y de cuyos tipos es el yate TERESA, un precioso ejemplar.
Tiene el TERESA 12,34 metros de eslora, 2,60 de manga y uno de puntal, con un tonelaje de 8,22 neto, y en tan escasas dimensiones lleva una cámara como para veinte personas, cocina, cuarto de aseo, literas para que puedan dormir cómodamente hasta cuatro expedicionarios y cuantos detalles son el encanto de todo hombre de mar.
La máquina, de dos cilindros de gasolina, que funciona por explosiones, da al yate una velocidad hasta de 11 millas, y se maneja con toda facilidad, así como los cambios de movimiento, que se regulan de un modo muy ingenioso.
El coste, puesto en España, calculamos que pasará algo de 50.000 pesetas. Es muy grato ver que las personas que pueden distraer así una parte tan considerable de capital fomenten las aficiones á la Marina.