En www.palimpalem.com , esta una página Web que habla sobre la FABRICA DE SAN CARLOS, situada en el Olivar de Rebolledo, en San Fernando, Cádiz.
También habla, y esta parcialmente basado en ella, de la revista OLIVAR, boletín interno del GRUPO EMPRESA NAVAL SAN CARLOS que empezó a editarse en diciembre de 1.953. Sus webmasters nos narran la vida y hechos de esta fabrica tan interesante que según la revista citada nació como consecuencia de los siguientes acontecimientos: …. En julio de 1922 se le confió la construcción de los Cruceros tipo ”ALMIRANTE CERVERA”, los Destructores tipo “CHURRUCA” y los submarinos tipo “B”. Para la ejecución de este vasto programa hubo necesidad de crear dos nuevas Factorias de la Sociedad: la gran Factoría siderúrgica que se construyó en Reinosa y los TALLERES DE ARTILLERIA DE SAN CARLOS en el “Olivar de Rebolledo”, que hoy es nuestra casa.
La construcción de los nuevos Talleres se hizo necesario pensando en que el desarrollo futuro de nuestra Marina con el aumento previsto entonces de los calibres de los cañones obligaran a unas instalaciones de una potencia y extensión que no cabía hacerlo dentro del reducido espacio de la Carraca. Tales fueron los TALLERES DE TORRES, que siguen siendo hoy, después de 25 años, la admiración de quienes los visitan por su disposición e instalaciones.
En el “Olivar” se empezó modestamente por la construcción de la primera nave del hoy Taller de Maquinaria. Las autoridades y el pueblo entero de San Fernando, se reunieron el 24 de Agosto de 1924, para la bendición de la nueva nave. Con ellos estaban los creadores de aquellos Talleres, encabezados por D. JOSE MARIA CERVERA, entonces Director, D. BENJAMIN LOPEZ, que luego los desarrolló genialmente, D. JOSE SUAREZ y muchos de los que ahora leen estas líneas. En lo primero que se trabajó fue en los tubos de lanzar, y en las propias casitas de la huerta se empezaron a montar las espoletas BOFORS.
Completadas después las naves de Maquinaria, se empezó la construcción de los Talleres de Fundición de Aceros y Bronces y los de Forja, que estuvieron ya trabajando en el año 1926 y 1928, respectivamente, y en este último año se empezó la construcción de las magníficas naves de TORRES que ya hemos citado. El proyecto se preparó para poder construir en las mismas las torres de máximo calibre, y en la nave de Cañones maquinar los tubos hasta el calibre 30’5, previéndose incluso la ampliación para el calibre 40’6 máximo naval del mundo. Poco a poco, fueron dotándose aquellos Talleres de las mejores máquinas necesarias para el trabajo de artillería, y entonces vinieron la mandrinadora de 8”, los grandes cepillos, los tornos verticales de gran diámetro y los grandes tornos y barrenas del Taller de Cañones.
En el impulso extraordinario de renovación actual de nuestra Patria, se pueden encontrar ya en algunas Factorías de la nación, instalaciones fabriles comparables a las que en el “Olivar” se hicieron; pero cuando se piensa que todo aquello se proyectó y se realizó hace más de 25 años, cuando en España no había nada comparable a ello, se siente uno orgulloso de continuar, la tarea de los que hicieron aquel esfuerzo.
Sucesivamente iremos narrando la pequeña historia de nuestra Factoría y describiremos los restantes establecimientos de nuestra Sociedad.
Recomiendo sinceramente una detenida visita a esta Web que desconocía y que he encontrado al empezar a investigar sobre esta famosa fábrica.
Para conocer como era esta fábrica acudiremos a otra revista fabulosa, de la que tengo la suerte de poseer dos números, y que es una gran desconocida del aficionado a los buques de guerra en general; el BOLETIN DEL CIRCULO DE MAQUINISTAS DE LA ARMADA.
Fundada el 1º de julio de 1.872, y de carácter trimestral, es una revista de carácter profesional, puramente técnica, debido a lo cual es de suponer su menor conocimiento por los que somos aficionados profanos. Estaba premiada con la medalla de oro en la Exposición Regional de Cádiz de 1.887 y es un pequeño tesoro que trataremos de explotar en futuros artículos sobre los mejores cruceros que tuvo la ARMADA.
De su Numero 206, Año LXII, de Enero-Febrero de 1.934 y de un articulo titulado IMPRESIONES DE UNA VISITA, firmado por Maquinistas Alumnos del M.CERVANTES, transcribimos íntegramente este interesante apunte sobre las impresiones de aquellos jóvenes marinos sobre los TALLERES DE ARTILLERIA DE SAN CARLOS: Verificada en el año 1.933 por los Maquinistas Alumnos del crucero MIGUEL DE CERVANTES a los talleres de San Carlos (Cádiz).
Cuando escribimos estas cuartillas no pensábamos darles publicidad, pues única y exclusivamente tenían por objeto garantizar a los profesores nuestro interés y aprovechamiento de las enseñanzas recogidas en nuestra breve: visita, así que esperamos se nos dispense de la deficiencia de redacción y lo incompleto de este trabajo.
Como todos sabemos, estas visitas tienen por objeto preparar al alumno para que en ellas adquiera un complemento a sus estudios, complemento que en la Academia no le fue dado por falta material de tiempo o quizá porque la situación económica del país no lo permitiese, que nosotros no queremos ni debemos investigar las causas. El alumno se da así perfecta cuenta de los elementos que reúne cada factoría para que algún día, en caso necesario, sepa el lugar a donde debe acudir para efectuar una reparación y que al mismo tiempo conozca con certeza cuanto se construye en su patria, de que elementos dispone y también la posible transformación de esas fábricas en otras industrias relacionadas con aquéllas; bien para el caso de guerra, mirándolo desde el punto de vista militar, bien para la función bienhechora de la paz.
Dividiremos la visita en un cuestionario compuesto de varios puntos, no muy numerosos, por cierto, y sin profundizar mucho los temas a tratar, pues la visita fue, por desgracia, muy breve y hubo que realizarla bastante a la ligera, fijando únicamente la atención en aquellas cosas más interesantes, es decir, en la especialización de dicha factoría.
Montaje de la Maquina e Instalación de la Fabrica.. Se observa en la misma que dos modelos diferentes de taller que demuestran, sin ser un observador muy perspicaz, la profunda variación que experimentó la técnica, de disposición de máquinas y aparatos en los talleres, pues se puede; contrastar sin necesidad de citar otra factoría, las dos inmensas salas de máquinas que poseen.
Una, la antigua, en la cual todos los aparatos son movidos mediante transmisiones que obligan a tener siempre en marcha unos motores de gran potencia, gastando una cantidad de energía considerable que a veces, por no estar todas las máquinas en función, no tiene provecho, trayendo esto aparejado consigo una pérdida considerable en la economía que influye en el coste de las construcciones que se verifiquen.
También se observa que debido a este sistema de transmisión se hallan los aparatos aglomerados de una forma tal que impide un completo desenvolvimiento en el trabajo, dando lugar a trastornos que repercuten también en el coste de la producción.
La otra, la moderna, en la cual siguiendo los métodos actuales de instalación de talleres posee cada aparato a ser posible, un motor propio relacionado con la potencia a que ha de trabajar y dispuesto por consiguiente de tal modo que cuando dicha máquina no funciona esté parado, evitándose ese gasto de energía, sin provecho, de la anterior instalación; pudiéndose también montar las máquinas en tal forma que no se dificulten el trabajo, y es más, dispuestas de tal modo que las piezas elaboradas en ellas siguen, digámoslo así, un circuito pasando de un aparato a otro sin la menor interrupción en la marcha de su elaboración hasta su completa transformación, dando lugar con ello a un ahorro de tiempo, que sumado al provecho proporcionado por el de energía, tiene que disminuir considerablemente el coste de la producción.
Obsérvese que este sistema de instalación es el mismo empleado por la técnica moderna en la instalación de los grandes centros fabriles donde la estandardización o racionalización del trabajo llego a adquirir su más completo desarrollo.
Destacan entre las muchas máquinas montadas en este taller una magnífica instalación de fresadoras «CONCINATTI», ultima palabra en este género de: máquinas que todos sabemos es la que sustituirá a casi todas las actuales debido a la gran variedad de trabajos que se puedan ejecutar en ellas; descollando también una serie de tornos para torneado y rayado de piezas hasta de 40 cm., con los cuales observamos se pueden construir en esta factoría cañones de un calibre tal que no hay buque en nuestra marina que los tenga ni defensa de costa que los posea.
Hemos observado a lo largo de la visita un perfecto orden en la producción y almacenaje de utillaje, cosa que dice mucho en favor de la dirección de esta factoría, pues significa no descuida ningún detalle por nimio que éste sea.
Haremos ligero examen del almacenaje, pues no queremos extendernos demasiado debido a que por muchas que fueran las frases que empleásemos al ensalzar sus ventajas, resultarían descoloridas ante la perfección con que aquél se halla organizado.
Los almacenes se hallan divididos en dos partes, una destinada al consumo de la factoría y otra a la exportación de los productos elaborados en ella, que son susceptibles de adquisición en el mercado; teniendo establecido un sistema de clasificación mediante el cual se conoce el historial le cada pieza en el instante que se desee, y donde consta: fecha de construcción, clase de material, número, etc., particularidades, todas ellas necesarias para poder servir con rapidez las demandas del mercado y subsanar a la vez, los defectos que se evidencian durante su trabajo, ya que son tenidas muy en cuenta las observaciones de los clientes, mediante las cuales se corrigen los errores encontrados experimentalmente al emplearlos en la misión paira que fueron construidas. Todo esto da lugar a que se halle establecido un servicio de clasificación y reconocimiento tan severo que toda pieza construida es sometida a minuciosas inspecciones y si se observa en ella el menor defecto es eliminada para su consumo en el mercado. Las piezas desechadas son consumidas a ser posible en los talleres de la casa.
Constrúyense en esta factoría gran cantidad de herramientas mecánicas de donde surte sus talleres al igual que los de Ferrol, Cartagena, etc., y algunas empresas particulares. Son estas herramientas brocas salomónicas, machos, .fresas, terrajas, herramientas de torno, etc.; tiene también repicado de limas. El material que emplean viene ya forjado de Reinosa y en estos talleres de San Carlos se hace la herramienta y se templa en hornos eléctricos en donde se consigue mantener una temperatura uniforme. Luego del templado, por diferentes procedimientos apropiados a la clase de herramienta que quiere obtenerse, se pasan a una oficina que pudiéramos llamar «controladora», donde se prueban una por una; las que resultan aptas se las baña de una sustancia grasa para resguardarlas de la corrosión, después de lo cual se empaquetan y almacenan en depósitos a este fin destinados.
Las cuchillas de torno construidas son de hierro a excepción de una pequeña placa que llevan soldada en la parte del corte; la calidad de esta placa depende del uso a que va a ser destinada, así por ejemplo, para trabajos de desbastar se emplea un acero rápido, con cobalto, cromo y tungsteno, y para el acabado de las piezas se emplea acero fundido al crisol. En la soldadura de las placas que forma el filo se emplea el método de la soldadura tamarilla, pues la temperatura requerida para esta operación es menor que la necesaria para el pegado por calda y pueden soportarla sin alteración alguna los aceros más finos y delicados.
Esta clase de soldadura tiene además la ventaja de no deformar las piezas a unir, preparándose ya de antemano las piezas en contacto; una vez hechas estas operaciones pasa a manos de un operario que le da el perfil final, el cual está marcado en una superficie plana que es el fondo de una caja que constituye una cámara obscura, y en esta superficie es proyectada claramente la sombra de la herramienta. Como se comprenderá el perfil proyectado sobre esta superficie no debe diferir del natural. Este procedimiento permite dar a todas las herramientas destinadas al mismo uso un perfil exactamente igual, después de lo cual son almacenadas y dispuestas para la venta.
Toda herramienta elaborada en estos talleres lleva grabado el sello de la casa como garantía.
También hemos podido ver en estos talleres la construcción de escantillones, los cuales han de ser rigurosamente comprobados, porque de su exactitud dependerá la de las piezas con ellos construidas; esto requiere una máquina de gran precisión. La instalada en esta factoría posee una sensibilidad tal, que colocada una barreta en ella es suficiente tocarla con la mano para que acuse un alargamiento, originado por el calor que aquella desprende. Como durante la operación de verificar un escantillón puede variar la temperatura del ambiente, dispone la máquina de una campana que se hace descender durante la operación, asegurando una temperatura constante que es leída en un termómetro y se anota para hacer las debidas correcciones.
La conservación de los escantillones requiere ciertos cuidados; se construyen de materiales de pequeño coeficiente de dilatación y además se recubren de un barniz que los protege contra los cambios de temperatura.
La factoría dispone de un gran laboratorio de investigación. Sabido es que la operación del templado es delicada y depende el endurecimiento del metal de la aplicación dé la pieza o herramienta templada, esta factoría está dotada de modernísimos aparatos térmicos en los cuales se verifican las operaciones de recocido, revenido y templado de las piezas que la fábrica produce, sirviéndose de perfeccionados pirómetros y cámaras de enfriamiento, ya que de sus indicaciones y funcionamiento depende el endurecimiento final. Los cambios de dureza y demás propiedades físicas de los aceros son debidos a los cambios que se verifican en el hierro y al estado de combinación del carbono, etc. En el mismo. La observación de estos componentes es de suma importancia y para ello se emplea el laboratorio de investigación, sirviéndose de modernísimos microscopios especiales.
Por uno de ellos se nos fue dado ver la estructura interna de una muestra de acero destinado a herramientas, apreciándose perfectamente el exceso de cementina (F3C).
También nos han mostrado diversas microfotografías de piezas de acero forjadas o fundidas y otras correspondientes a las mismas muestras, pero hechas después del templado, recocido y revenido a que fueron sometidas y también las de los estados intermedios, en cuyos trabajos hemos podido apreciar la diferente disposición de la cementita en sus estados de perlíta, sorbita, martensita, etc.
En otro departamento están las máquinas en las que someten los materiales a pruebas mecánicas; se componen aquéllas de dos partes, una la encargada de producir el esfuerzo necesario, y la otra está formada por unos órganos que miden los esfuerzos producidos por la primera.
En la destinada a ensayos de tracción y compresión el primer grupo está formado por una bomba de aceite compuesta de dos émbolos, los cuales son movidos por dos excéntricos, siendo el árbol motor accionado por un motor eléctrico; consta también de una repartidora que tiene por objeto mandar el aceite a un cilindro provisto de un émbolo, el cual a su vez tiene una barra que en su extremo lleva unía mordaza destinada a sujetar el extremo de la barreta que se ensaya; se manda el aceite por una cara o por la opuesta del émbolo según se quiera producir un esfuerzo de tracción o de compresión.
El segundo grupo está formado por otra mordaza situada en frente de la primera y que sujeta el otro extremo de la barreta a ensayar, y por medio de unas transmisiones hace mover un tambor sobre el que apoya un lápiz que reproduce un diagrama del ensayo; éste consta: Primero, de una línea recta correspondiente al período elástico, luego una línea ondulada que corresponde al período crítico, durante el cual pasa la barreta del estado elástico al de deformación permanente; esta sinuosidad es debida a que la barreta no es homogénea; por último viene la extricción que es una disminución de área de la sección transversal de la probeta, que se localiza en una zona de ésta donde el alargamiento adquiere de pronto gran valor. La reducción del área explica porque al final, un esfuerzo más pequeño es suficiente para producir alargamientos.
Para los ensayos realizados por la máquina de prueba de resistencia al choque se emplean (barretas provistas de una ranura circular o cintura, rompiéndolas con un martinete cuyo brazo gira alrededor de un punto fijo. Estos ensayos indican el número de kilográmetros empleados en romper la probeta, conociendo la energía cinética del martinete; la determinación de ésta se obtiene midiendo el ángulo de desplazamiento del brazo del martinete, el cual durante el ensayo se hace girar elevándolo hasta formar un cierto ángulo que se indica en un sector graduado; luego se deja caer libremente, rompiéndose la barreta por el efecto de la energía cinética adquirida. En virtud de su velocidad el brazo del martinete girará más allá de la barreta otro ángulo que se traducirá en un exceso de energía. Si del ángulo inicial se resta el obtenido finalmente se obtendrá la energía necesaria para partir la barreta y por la observación de la ruptura, la fragilidad del acero o del material que constituye la muestra.
Para los ensayos de resistencia a la penetración o dureza de un acero emplean un esclerómetro que produce en el metal ensayado una huella que tiene forma cuadrada, utilizando para ello una pirámide con punta diamante que se deja caer desde cierta altura; la huella se mide con un microscopio por la diagonal de dicho cuadrado.
Otra prueba que hemos visto hacer es la de resistencia de los materiales a romperse por fatiga; se colocaba la muestra elegida en la máquina sujeta por un extremo y del extremo libre se colgaban pesos que le obligaban a flexar. En esta posición se hacía girar a gran velocidad, unas 3.000 revoluciones por minuto. En la posición de reposo las fibras de la parte superior de la barreta están sometidas a un esfuerzo de tracción y las inferiores a uno de compresión, al girar las fibras que trabajan por tracción pasan a trabajar por compresión y viceversa; como estos cambios se repiten con gran rapidez, la muestra llega a romperse por fatiga de sus fibras, durando la prueba sobre unas treinta horas. Del tiempo que tarda en romper y del peso colocado en el extremo libre se deduce la resistencia del material.
A las herramientas de corte se les somete a prueba en una máquina que consiste en un cilindro de bronce duro que la presión ejercida por su peso hace descansar sobre el corte de la cuchilla; al girar este cilindro la cuchilla irá desbastándole, por lo tanto el cilindro descenderá, y este descenso para un mismo cilindro será proporcional a su número de vueltas y calidad de la cuchilla. Durante la operación un lápiz marca sobre un papel un diagrama del que se deduce la calidad de la cuchilla.
En la parte alta del edificio destinado a oficinas hemos visto los talleres fotográficos que están instalados con todos los menesteres necesarios para obtener fotocalcos, con toda serie de adelantos y comodidades que unidos a un hábil personal y a excelentes condiciones climatológicas hacen que estos trabajos, imprescindibles en toda factoría, sean de una bondad insuperable.
Anexo a este departamento se halla el laboratorio fotográfico donde se elaboran los papeles especiales que se emplean para el fotocalco y donde se revelan las pruebas de fotografías y microfotografías, ya que la factoría posee un excelente archivo fotográfico al igual que las mejores fábricas extranjeras, conservando siempre alguna fotografía de los aparatos construidos por la Casa. En dicho archivo hemos visto a petición nuestra planos y fotografías de los compresores de alta que llevan los cruceros tipo «LIBERTAD», construidos por esta Compañía.
Taller de Fundición: Hallándose esta factoría alejada de las zonas de producción de mineral de hierro y carbón, es punto menos que imposible que se dedique a fundición de gran envergadura como son cañones, torres, etc., motivo por el cual dichas fundiciones tienen que ser traídos de otros talleres que posee la Compañía, próximos a la zona de producción de estos minerales como Reinosa, por ejemplo; fundiéndose aquí piezas pequeñas que son sin embargo importantes, así como toda la fundición de bronce necesaria para la construcción de artillería, tubos de lanzar, torres, compresores, motores, minas, etc.
Los hornos de fundición de esta factoría son de arco voltaico y se hallan dispuestos en dos grupos. Uno de ellos es para fundir lingotes y toda clase de piezas de acero; el otro está dispuesto para piezas de bronce y otras aleaciones.
En este mismo taller hay una máquina para repasar las piezas fundidas y eliminar las rebabas; está formada por una vigueta suspendida por su parte media aproximadamente; en uno de los extremos de la vigueta va un motor eléctrico que lleva en su eje motor un piñón que por medio de una cremallera acciona una piedra de esmeril colocada en el otro extremo, la cual puede aproximarse sin esfuerzo a la pieza a desbabar, por estar equilibrada por el motor eléctrico.
Otro de los diversos trabajos que aquí se realizan es la fabricación de metralla para los distintos proyectiles y granadas, la cual se hace a mano con unos moldes donde se echa metal fundido quitando las rebabas con una rasqueta.
Talleres de Maquinaria: Los podemos dividir en dos grupos, uno dedicado a la construcción de tubos de lanzar, compresores, etc., y otro exclusivamente para artillería.
Los tubos hoy día en construcción son los que montarán nuestros cruceros «BALEARES» y «CANARIAS». Se construyen de chapa de acero que es primeramente volteada en los talleres de ECHEVARRIETA, siendo después soldados eléctricamente en esta factoría, donde se verifica su acabado completo.
Hemos tenido ocasión de ver además de los en construcción para los mencionados buques, otros con destino a los destructores que se construyen en Cartagena.
Presentan estos tubos algunas innovaciones introducidas por los ingenieros de la factoría.
Cada grupo se compone de tres tubos como los construidos anteriormente para los cruceros tipo «LIBERTAD» y destructores tipo «SÁNCHEZ BÁRCAIZTEGUI'», pero no van de la misma forma dispuestos, pues en los recientemente construidos los tubos están en un mismo plano horizontal.
Una de las particularidades que presentan es el poder rebatirse el extremo del tubo correspondiente a la cabeza de torpedo, con lo cual se podrán hacer en el mismo todas las operaciones sin necesidad de sacar el torpedo, operación que hay que ejecutar forzosamente en los precedentes cuando se tiene que efectuar el cambio de cabezas.
Estos equipos no llevarán casi movimiento horizontal pues serán montados bajo cubierta y para apuntarles se verificará igual que en los submarinos mediante la orientación del buque.
Llevan para su movimiento un motor de 5 H P. cosa que no poseen los actuales equipos, cuyo movimiento se efectúa a mano.
Los compresores son exactamente iguales a los montados en nuestros cruceros, lo que nos extrañó, pues creíamos se hubiese introducido alguna innovación para evitar el trabajo que supone el tenerlos en servicio, ya que el trabajar a un gran número de revoluciones y no ser de cárter cerrado con lubricación forzada produce en los mismos recalentamientos imposibles de evitar que deterioran rápidamente el material, lo que desaparecería si fuesen montados con las modificaciones arriba indicadas, como pudo observarse en el así montado en el crucero «MÉNDEZ NUÑEZ».
También se construyen minas submarinas, cargas de profundidad y morteros especiales para lanzarlos, de los cuales llevarán dos instalaciones los cruceros «BALEARES» y «CANARIAS», una a cada banda.
En los talleres de Artillería se verifican con las piezas fundidas anteriormente en otros lugares, como hemos dicho, una sirve de operaciones hasta su terminado completo, entre las cuales merece citarse como una de las más importantes el enmanguitado de los cañones que se verifica por la contracción que sufren las tres piezas que los componen, previamente torneadas y calentadas al ser sometidas a un enfriamiento regular en unos pozos ad-hoc, donde existe una instalación compuesta de una serie de tubos superpuestos y separados aproximadamente 50 cm., los que se unen por otros tubos verticales. Convenientemente taladrados al hacer pasar una corriente de agua por el interior de los mismos, mediante una serie de válvulas de que va provista la instalación, lanza alrededor del manguito y por su interior (por el que pasa otro tubo vertical) una cortina de agua que produce el enfriamiento regular del mismo.
En este mismo taller hemos visto un enfriador de aceite destinado a la refrigeración de esta sustancia en las torres de artillería cuyo movimiento se efectúa por un sistema hidráulico. Está formado por un cilindro hueco, con dos tapas taladradas llevando unos discos en forma de corona circular que tocan con la superficie cilíndrica, obligando al aceite a pasar por el exterior; de este modo se consigue que el aceite siga un camino sinuoso, refrigerándose por la acción del agua que circula por el interior de los tubos que pasan soldados por unos orificios practicados en los discos.
Con respecto al torneado y estriado de los cañones se nos han facilitado algunos datos. Recibidos de Reinosa los manguitos y tubo central (las tres piezas que ya dejamos dicho constituyen el cañón) se procede aquí al torneado de los mismos y al estriado interior del último, operación ésta que se realiza en una máquina en la cual es afirmado el tubo de forma tal que es susceptible de girar los grados que se desee con gran exactitud. El rayado lo practican unas herramientas de corte especial colocadas en el ex tremo de un mandril que penetra por el interior del cañón con movimiento helicoidal. Luego se efectúa el enmanguitado como ya dejamos dicho empleando una parte del taller de elevada techumbre donde hay dos profundos pozos y utilizando para la operación una potente grúa de puente. Los tornos, máquinas de estriado y demás son capaces de poder trabajar cañones hasta de un calibre de 40 cm.
Las torres que actualmente se construyen son cerradas con único acceso por su parte inferior, de manera que su entrada ha de estar situada en el antepañol de municiones; son torres autónomas, es decir, qué no necesitan de ningún aparato exterior, puesto que todo su manejo puede hacerse desde ella misma; tanto es así que van dotadas dé un telémetro propio, además por su interior funcionan dos elevadores de municiones, pudiendo por lo tanto funcionar la torre aunque se averié uno de ellos.
En este taller existen dos pozos donde se montan las torres por completo igual que si fuesen montadas a bordo, con el objeto de comprobar su funcionamiento y observar toda clase de detalles.
Después de esta prueba se desmontan y pasan a un gran torno de rectificar de donde, una vez terminadas por completo, son trasladadas por una línea férrea propiedad de la Sociedad a unas bateas (aprovechando la pleamar) trasladándolas al barco que las ha de transportar al lugar donde se encuentre el buque para el que han sido construidas.
En otros talleres que hemos visitado se fabrican proyectiles para, los cañones de 38 emplazados en la costa, estos llevan protegiendo la punta templada una cofia formada por acero blando; prácticamente está demostrado que los efectos, producidos por el proyectil con cofia son más eficaces. Existen muchas teorías que tratan de explicar este fenómeno; una de las admitidas es que esta cofia por ser de un material relativamente blando protege en el primer choque la punta del proyectil evitando que se rompa; otra es que al chocar el proyectil y aplastarla desarrolla una gran cantidad de calor que le facilita la perforación. Van metidas a presión y cubiertas por un casquete de aluminio que solo sirve para dar al proyectil formas aerodinámicas.
Las espoletas de proyectiles que se construyen son cargadas con máximas condiciones de seguridad y sometidas a varias pruebas con objeto de comprobar su resistencia y buen funcionamiento; se dispone de un pabellón en el cual es necesario que el estado higrométrico del aire sea cero. Debido a la gran evaporación que se produce en este clima el grado de humedad del aire es muy grande y si se realizasen las cargas en una atmósfera ordinaria, habría el peligro de que se produjeran explosiones; para evitar este riesgo el aire contenido en el pabellón es aspirado y obligado a pasar por un enfriador que hace descender su temperatura a -20º, a esta temperatura todo el vapor de agua se condensa; a continuación se vuelve a elevar la temperatura del aire así deshidratado a 20° y de esta forma se consigue esté exento de humedad, al mismo tiempo qué sé le da una temperatura adecuada para evitar reacciones en las cargas.
Las ventanas del pabellón son dobles, formándose una barrera de arre entre ellas con objeto de qué las diferencias de temperatura no produzcan condensaciones sobre la cara interna de los cristales. Las pruebas de seguridad y funcionamiento se verifican en un pozo en el cual se deja caer la espoleta que chocará con una gruesa chapa de acero colocada en el fondo y que hace funcionar la espoleta.
Finalmente, después de admirar las espaciosas naves de los talleres de esta factoría que proporcionan a las diversas máquinas en ellas instaladas grandes espacios libres para su manejo, hemos comprobado la existencia de amplios comedores donde los obreros pueden reunirse para comer en sus horas libres, evitándose la molestia dé tener que hacerlo sobre el suelo, a la entrada de los talleres o habilitando como mesas distintas piezas existentes en los mismos.
Escuelas de Aprendizaje: Una de las cualidades que más honran a la S. E. de C. N. es su preocupación por la educación de los hijos de sus obreros, y al efecto en SAN CARLOS existe una escuela exclusivamente para ellos. Ingresan a la edad de 12 años, permaneciendo cuatro como aprendices durante los cuales ejecutan trabajos de verdadero mérito.
En nuestra visita hemos podido apreciar algunos, saliendo gratamente impresionados del taller de que disponen. En el mismo pabellón, a uno de los lados del taller, están situadas las aulas para los cursos teóricos donde asistidos por profesorado competente terminan sabiendo hasta nociones de álgebra y trigonometría; estos muchachos después de cuatro años y en caso de no perder curso empiezan cobrando 0,30 pesetas por hora, continuando otros dos años durante los cuales se dedican exclusivamente al oficio que voluntariamente designen o por el cual manifiesten mayor aptitud. Una vez terminados los dos años son llamados a ocupar las vacantes que existan en los talleres.
Esta Sociedad se ocupa a la vez de educarlos físicamente y para este fin tiene establecido dentro de la factoría un campo de deportes donde los aprendices bajo la dirección de un profesor dedican unas horas a ejercicios gimnásticos, corriendo todos los gastos de equipos, balones, etcétera, a cargo de la Sociedad.
Nosotros, como españoles, debemos sentirnos halagados ante el enorme triunfo de las industrias de nuestro país, reflejado de una manera dará en los talleres de San Carlos.
Como españoles debemos sentirnos igualmente orgullosos de que la ingeniería española haya producido una obra de la magnitud de: la de los talleres citados que rivaliza en organización y técnica con los mejores del extranjero.
Por eso todo aquel que sienta devoción al sentido patriótico debe cooperar al engrandecimiento de nuestra Patria, prestando a sus buenas producciones el apoyo y el calor de su estímulo desterrando la idea anacrónica de que lo que se produce en el extranjero es mejor que lo de España.
Nuestros ingenieros han demostrado una vez más que España está sobradamente capacitada para producir obras de arte como las producidas en los mejores centros fabriles del extranjero; lo ha demostrado ofreciendo a nuestra Marina de Guerra el pertrecheo completo de sus dos mejores barcos, nos referimos a los cruceros protegidos «BALEARES» y «CANARIAS».
Es necesario, por lo tanto, que todos los que sientan el orgullo de ser españoles y los que ansíen para España el esplendor de nuevos triunfos y de nuevas fuentes de riqueza, rindan sus fervores de adhesión a estas industrias y a sus obreros, que sin reparar en la cuantía de sus sacrificios han logrado, una vez más, ofrecer a nuestro país unas factorías que se pueden comparar con cualquiera de sus similares en el mundo fabril, demostrando que ya no es preciso acudir al extranjero para producir «buenas cosas».
Estas factorías han sido construidas y actualmente dirigidas, por personal genuinamente español.
Quede pues con esto bien sentado que ya no existe razón para que nuestro pertrecheo sea elaborado por industrias extrañas. No siendo así dejaremos de hacer Patria.
Damos fin a la visita, quedando agradecidos por las atenciones de que nos hizo objeto el personal de la factoría, especialmente el Ingeniero de lá misma Sr. PERY, el cual tuvo la gentileza de servirnos de «cicerone», explicándonos con sencilla y fácil palabra las diferentes máquinas de la factoría, gustando cada una de sus explicaciones con el deleite que siempre proporcionan en los paladares sensibles 1os manjares selectos, quedando llenos de complacencia por la grata sensación y convencidos de haber gustado una obra de tal naturaleza que no imaginábamos gustar.
Toda una sorpresa el descubrimiento de esta muy profesional revista y del análisis de los textos es posible que volvamos con esta revista para analizar algunas de las características de los grandes cruceros de la ARMADA.
Por su parte los libros OBRAS. S.E. de C.N. son también una gran fuente de información, y, afortunadamente dispongo de los ejemplares de 1.928 y 1.929 de donde están extraídas casi todas las fotos de este artículo. Del ejemplar de 1.928 extraemos el siguiente texto sobre estos ejemplares talleres: TALLERES DE SAN CARLOS. Estos talleres han continuado ayudando eficazmente a los de LA CARRACA en la fabricación de montajes, y han seguido fabricándose en los mismos todos los tubos de lanzar torpedos, tanto para barcos de superficie como para sumergibles. Estas dos fabricaciones han marcado principalmente la orientación seguida en la ampliación de estos talleres, mediante adquisición de algunas máquinas, destinadas principalmente a los objetos expresados. También para dichas fabricaciones ha sido un eficaz auxiliar alguna maquinaria construida en los mismos talleres.
En la zona de estos talleres se preparan en la actualidad las nuevas instalaciones precisas para fabricación del material de artillería de grueso calibre de los nuevos cruceros últimamente ordenados por el Ministerio de Marina.
Está muy adelantada la montura de las naves para cañones y montajes, cuya estructura metálica ha sido construida por nuestro departamento de Matagorda, y se procede con actividad a la habilitación de los pozos para el armado de las torres.
Se ha recibido gran parte de la maquinaria adquirida y están pedidas las grúas para todas las naves, así como los hornos eléctricos para el enmanguitado.
Se ha terminado el edificio de oficinas; se tiene en construcción el destinado a laboratorio y en breve se iniciarán las obras necesarias para el taller de armado de cañones.
En el número de 1.929 leemos: TALLERES DE SAN CARLOS. En estos talleres se ha intensificado la elaboración de herramientas con destino a este departamento y otros de la Sociedad, como también para otras factorías de la región, a las que se han suministrado fresas, machos, escariadores y brocas, fabricados con acero de corte rápido y al carbono, de producción propia.
Se han continuado activamente las instalaciones para fabricación de la artillería de los nuevos cruceros, ultimándose la montura de las estructuras metálicas y grúas construidas en nuestro departamento de Matagorda, y se procede actualmente a la instalación de la maquinaria correspondiente.
Para completar estas instalaciones ha sido habilitado un moderno laboratorio de pruebas mecánicas y ampliado el laboratorio químico, de acuerdo con las exigencias crecientes del volumen de obra y calidad de los diversos materiales que exigen las modernas fabricaciones.
Se ultima la habilitación de la escuela de aprendices, que, instalada anteriormente de modo provisional, ha suministrado ya una cantidad apreciable de personal apto para emplearlo sin demora en las fabricaciones emprendidas.
Con este párrafo completamos el excelente artículo del BOLETIN DEL CIRCULO DE MAQUINISTAS DE LA ARMADA, y, nos permite hacernos una ligera idea de la complejidad de los talleres de SAN CARLOS y su contribución al desarrollo tecnológico de nuestro país.
Foto 1.- Portada de la revista BOLETIN DEL CIRCULO DE MAQUINISTAS DE LA ARMADA.
Foto 2.- Vista parcial (la foto es mas grande y aparecen a la izquierda los nuevos talleres de artillería en construcción) de los TALLERES DE SAN CARLOS. De la revista OBRAS. S.E. de C.N. AÑO 1.928.
Foto 3.- Nave de armado de montajes. De la revista OBRAS. S.E. de C.N. AÑO 1.928.
Foto 4.- Una de las naves de ajuste y montaje. De la revista OBRAS. S.E. de C.N. AÑO 1.928.
Foto 5.- Fabricación de tubos de lanzar torpedos en montaje triple y para sumergibles. De la revista OBRAS. S.E. de C.N. AÑO 1.928.
Foto 6.- Sección de los talleres de maquinaria. De la revista OBRAS. S.E. de C.N. AÑO 1.928.
Foto 7.- Elementos de bombas de aire y compresores para cruceros y destructores. De la revista OBRAS. S.E. de C.N. AÑO 1.928.
Foto 8.- Baterías de tornos construidos en estos talleres. De la revista OBRAS. S.E. de C.N. AÑO 1.928.
Foto 9.- Fresas y brocas fabricadas con aceros producidos en estos talleres. De la revista OBRAS. S.E. de C.N. AÑO 1.928.
Foto 10.- Edificios para la dirección y oficinas. De la revista OBRAS. S.E. de C.N. AÑO 1.928.
Foto 11.- Vista panorámica de los talleres. De la revista OBRAS. S.E. de C.N. AÑO 1.929.
Foto 12.- Lanzacargas de profundidad para los destructores en construcción en Cartagena. De la revista OBRAS. S.E. de C.N. AÑO 1.929.
Foto 13.- Compresores de aire para cruceros y destructores. De la revista OBRAS. S.E. de C.N. AÑO 1.929.
Foto 14.- Nuevos talleres de artillería y montaje de torres. De la revista OBRAS. S.E. de C.N. AÑO 1.929.
Foto 15.- Nave de maquinaria de los nuevos talleres de artillería. De la revista OBRAS. S.E. de C.N. AÑO 1.929.
Foto 16.- Edificio para nuevo laboratorio. De la revista OBRAS. S.E. de C.N. AÑO 1.929.
Foto 17.- hornos para determinación de tratamientos térmicos en el nuevo laboratorio. De la revista OBRAS. S.E. de C.N. AÑO 1.929.
Foto 18.-Vista parcial de la sección de pruebas mecánicas en el nuevo laboratorio. De la revista OBRAS. S.E. de C.N. AÑO 1.929.
Foto 19.- Muelle de hormigón armado para recepción y envió de materiales. La historia de este muelle esta completada en la pagina web palimpalem.com.
También habla, y esta parcialmente basado en ella, de la revista OLIVAR, boletín interno del GRUPO EMPRESA NAVAL SAN CARLOS que empezó a editarse en diciembre de 1.953. Sus webmasters nos narran la vida y hechos de esta fabrica tan interesante que según la revista citada nació como consecuencia de los siguientes acontecimientos: …. En julio de 1922 se le confió la construcción de los Cruceros tipo ”ALMIRANTE CERVERA”, los Destructores tipo “CHURRUCA” y los submarinos tipo “B”. Para la ejecución de este vasto programa hubo necesidad de crear dos nuevas Factorias de la Sociedad: la gran Factoría siderúrgica que se construyó en Reinosa y los TALLERES DE ARTILLERIA DE SAN CARLOS en el “Olivar de Rebolledo”, que hoy es nuestra casa.

La construcción de los nuevos Talleres se hizo necesario pensando en que el desarrollo futuro de nuestra Marina con el aumento previsto entonces de los calibres de los cañones obligaran a unas instalaciones de una potencia y extensión que no cabía hacerlo dentro del reducido espacio de la Carraca. Tales fueron los TALLERES DE TORRES, que siguen siendo hoy, después de 25 años, la admiración de quienes los visitan por su disposición e instalaciones.
En el “Olivar” se empezó modestamente por la construcción de la primera nave del hoy Taller de Maquinaria. Las autoridades y el pueblo entero de San Fernando, se reunieron el 24 de Agosto de 1924, para la bendición de la nueva nave. Con ellos estaban los creadores de aquellos Talleres, encabezados por D. JOSE MARIA CERVERA, entonces Director, D. BENJAMIN LOPEZ, que luego los desarrolló genialmente, D. JOSE SUAREZ y muchos de los que ahora leen estas líneas. En lo primero que se trabajó fue en los tubos de lanzar, y en las propias casitas de la huerta se empezaron a montar las espoletas BOFORS.
Completadas después las naves de Maquinaria, se empezó la construcción de los Talleres de Fundición de Aceros y Bronces y los de Forja, que estuvieron ya trabajando en el año 1926 y 1928, respectivamente, y en este último año se empezó la construcción de las magníficas naves de TORRES que ya hemos citado. El proyecto se preparó para poder construir en las mismas las torres de máximo calibre, y en la nave de Cañones maquinar los tubos hasta el calibre 30’5, previéndose incluso la ampliación para el calibre 40’6 máximo naval del mundo. Poco a poco, fueron dotándose aquellos Talleres de las mejores máquinas necesarias para el trabajo de artillería, y entonces vinieron la mandrinadora de 8”, los grandes cepillos, los tornos verticales de gran diámetro y los grandes tornos y barrenas del Taller de Cañones.
En el impulso extraordinario de renovación actual de nuestra Patria, se pueden encontrar ya en algunas Factorías de la nación, instalaciones fabriles comparables a las que en el “Olivar” se hicieron; pero cuando se piensa que todo aquello se proyectó y se realizó hace más de 25 años, cuando en España no había nada comparable a ello, se siente uno orgulloso de continuar, la tarea de los que hicieron aquel esfuerzo.
Sucesivamente iremos narrando la pequeña historia de nuestra Factoría y describiremos los restantes establecimientos de nuestra Sociedad.
Recomiendo sinceramente una detenida visita a esta Web que desconocía y que he encontrado al empezar a investigar sobre esta famosa fábrica.

Para conocer como era esta fábrica acudiremos a otra revista fabulosa, de la que tengo la suerte de poseer dos números, y que es una gran desconocida del aficionado a los buques de guerra en general; el BOLETIN DEL CIRCULO DE MAQUINISTAS DE LA ARMADA.
Fundada el 1º de julio de 1.872, y de carácter trimestral, es una revista de carácter profesional, puramente técnica, debido a lo cual es de suponer su menor conocimiento por los que somos aficionados profanos. Estaba premiada con la medalla de oro en la Exposición Regional de Cádiz de 1.887 y es un pequeño tesoro que trataremos de explotar en futuros artículos sobre los mejores cruceros que tuvo la ARMADA.
De su Numero 206, Año LXII, de Enero-Febrero de 1.934 y de un articulo titulado IMPRESIONES DE UNA VISITA, firmado por Maquinistas Alumnos del M.CERVANTES, transcribimos íntegramente este interesante apunte sobre las impresiones de aquellos jóvenes marinos sobre los TALLERES DE ARTILLERIA DE SAN CARLOS: Verificada en el año 1.933 por los Maquinistas Alumnos del crucero MIGUEL DE CERVANTES a los talleres de San Carlos (Cádiz).
Cuando escribimos estas cuartillas no pensábamos darles publicidad, pues única y exclusivamente tenían por objeto garantizar a los profesores nuestro interés y aprovechamiento de las enseñanzas recogidas en nuestra breve: visita, así que esperamos se nos dispense de la deficiencia de redacción y lo incompleto de este trabajo.
Como todos sabemos, estas visitas tienen por objeto preparar al alumno para que en ellas adquiera un complemento a sus estudios, complemento que en la Academia no le fue dado por falta material de tiempo o quizá porque la situación económica del país no lo permitiese, que nosotros no queremos ni debemos investigar las causas. El alumno se da así perfecta cuenta de los elementos que reúne cada factoría para que algún día, en caso necesario, sepa el lugar a donde debe acudir para efectuar una reparación y que al mismo tiempo conozca con certeza cuanto se construye en su patria, de que elementos dispone y también la posible transformación de esas fábricas en otras industrias relacionadas con aquéllas; bien para el caso de guerra, mirándolo desde el punto de vista militar, bien para la función bienhechora de la paz.

Dividiremos la visita en un cuestionario compuesto de varios puntos, no muy numerosos, por cierto, y sin profundizar mucho los temas a tratar, pues la visita fue, por desgracia, muy breve y hubo que realizarla bastante a la ligera, fijando únicamente la atención en aquellas cosas más interesantes, es decir, en la especialización de dicha factoría.
Montaje de la Maquina e Instalación de la Fabrica.. Se observa en la misma que dos modelos diferentes de taller que demuestran, sin ser un observador muy perspicaz, la profunda variación que experimentó la técnica, de disposición de máquinas y aparatos en los talleres, pues se puede; contrastar sin necesidad de citar otra factoría, las dos inmensas salas de máquinas que poseen.
Una, la antigua, en la cual todos los aparatos son movidos mediante transmisiones que obligan a tener siempre en marcha unos motores de gran potencia, gastando una cantidad de energía considerable que a veces, por no estar todas las máquinas en función, no tiene provecho, trayendo esto aparejado consigo una pérdida considerable en la economía que influye en el coste de las construcciones que se verifiquen.
También se observa que debido a este sistema de transmisión se hallan los aparatos aglomerados de una forma tal que impide un completo desenvolvimiento en el trabajo, dando lugar a trastornos que repercuten también en el coste de la producción.
La otra, la moderna, en la cual siguiendo los métodos actuales de instalación de talleres posee cada aparato a ser posible, un motor propio relacionado con la potencia a que ha de trabajar y dispuesto por consiguiente de tal modo que cuando dicha máquina no funciona esté parado, evitándose ese gasto de energía, sin provecho, de la anterior instalación; pudiéndose también montar las máquinas en tal forma que no se dificulten el trabajo, y es más, dispuestas de tal modo que las piezas elaboradas en ellas siguen, digámoslo así, un circuito pasando de un aparato a otro sin la menor interrupción en la marcha de su elaboración hasta su completa transformación, dando lugar con ello a un ahorro de tiempo, que sumado al provecho proporcionado por el de energía, tiene que disminuir considerablemente el coste de la producción.
Obsérvese que este sistema de instalación es el mismo empleado por la técnica moderna en la instalación de los grandes centros fabriles donde la estandardización o racionalización del trabajo llego a adquirir su más completo desarrollo.

Destacan entre las muchas máquinas montadas en este taller una magnífica instalación de fresadoras «CONCINATTI», ultima palabra en este género de: máquinas que todos sabemos es la que sustituirá a casi todas las actuales debido a la gran variedad de trabajos que se puedan ejecutar en ellas; descollando también una serie de tornos para torneado y rayado de piezas hasta de 40 cm., con los cuales observamos se pueden construir en esta factoría cañones de un calibre tal que no hay buque en nuestra marina que los tenga ni defensa de costa que los posea.
Hemos observado a lo largo de la visita un perfecto orden en la producción y almacenaje de utillaje, cosa que dice mucho en favor de la dirección de esta factoría, pues significa no descuida ningún detalle por nimio que éste sea.
Haremos ligero examen del almacenaje, pues no queremos extendernos demasiado debido a que por muchas que fueran las frases que empleásemos al ensalzar sus ventajas, resultarían descoloridas ante la perfección con que aquél se halla organizado.
Los almacenes se hallan divididos en dos partes, una destinada al consumo de la factoría y otra a la exportación de los productos elaborados en ella, que son susceptibles de adquisición en el mercado; teniendo establecido un sistema de clasificación mediante el cual se conoce el historial le cada pieza en el instante que se desee, y donde consta: fecha de construcción, clase de material, número, etc., particularidades, todas ellas necesarias para poder servir con rapidez las demandas del mercado y subsanar a la vez, los defectos que se evidencian durante su trabajo, ya que son tenidas muy en cuenta las observaciones de los clientes, mediante las cuales se corrigen los errores encontrados experimentalmente al emplearlos en la misión paira que fueron construidas. Todo esto da lugar a que se halle establecido un servicio de clasificación y reconocimiento tan severo que toda pieza construida es sometida a minuciosas inspecciones y si se observa en ella el menor defecto es eliminada para su consumo en el mercado. Las piezas desechadas son consumidas a ser posible en los talleres de la casa.
Constrúyense en esta factoría gran cantidad de herramientas mecánicas de donde surte sus talleres al igual que los de Ferrol, Cartagena, etc., y algunas empresas particulares. Son estas herramientas brocas salomónicas, machos, .fresas, terrajas, herramientas de torno, etc.; tiene también repicado de limas. El material que emplean viene ya forjado de Reinosa y en estos talleres de San Carlos se hace la herramienta y se templa en hornos eléctricos en donde se consigue mantener una temperatura uniforme. Luego del templado, por diferentes procedimientos apropiados a la clase de herramienta que quiere obtenerse, se pasan a una oficina que pudiéramos llamar «controladora», donde se prueban una por una; las que resultan aptas se las baña de una sustancia grasa para resguardarlas de la corrosión, después de lo cual se empaquetan y almacenan en depósitos a este fin destinados.

Las cuchillas de torno construidas son de hierro a excepción de una pequeña placa que llevan soldada en la parte del corte; la calidad de esta placa depende del uso a que va a ser destinada, así por ejemplo, para trabajos de desbastar se emplea un acero rápido, con cobalto, cromo y tungsteno, y para el acabado de las piezas se emplea acero fundido al crisol. En la soldadura de las placas que forma el filo se emplea el método de la soldadura tamarilla, pues la temperatura requerida para esta operación es menor que la necesaria para el pegado por calda y pueden soportarla sin alteración alguna los aceros más finos y delicados.
Esta clase de soldadura tiene además la ventaja de no deformar las piezas a unir, preparándose ya de antemano las piezas en contacto; una vez hechas estas operaciones pasa a manos de un operario que le da el perfil final, el cual está marcado en una superficie plana que es el fondo de una caja que constituye una cámara obscura, y en esta superficie es proyectada claramente la sombra de la herramienta. Como se comprenderá el perfil proyectado sobre esta superficie no debe diferir del natural. Este procedimiento permite dar a todas las herramientas destinadas al mismo uso un perfil exactamente igual, después de lo cual son almacenadas y dispuestas para la venta.
Toda herramienta elaborada en estos talleres lleva grabado el sello de la casa como garantía.
También hemos podido ver en estos talleres la construcción de escantillones, los cuales han de ser rigurosamente comprobados, porque de su exactitud dependerá la de las piezas con ellos construidas; esto requiere una máquina de gran precisión. La instalada en esta factoría posee una sensibilidad tal, que colocada una barreta en ella es suficiente tocarla con la mano para que acuse un alargamiento, originado por el calor que aquella desprende. Como durante la operación de verificar un escantillón puede variar la temperatura del ambiente, dispone la máquina de una campana que se hace descender durante la operación, asegurando una temperatura constante que es leída en un termómetro y se anota para hacer las debidas correcciones.

La conservación de los escantillones requiere ciertos cuidados; se construyen de materiales de pequeño coeficiente de dilatación y además se recubren de un barniz que los protege contra los cambios de temperatura.
La factoría dispone de un gran laboratorio de investigación. Sabido es que la operación del templado es delicada y depende el endurecimiento del metal de la aplicación dé la pieza o herramienta templada, esta factoría está dotada de modernísimos aparatos térmicos en los cuales se verifican las operaciones de recocido, revenido y templado de las piezas que la fábrica produce, sirviéndose de perfeccionados pirómetros y cámaras de enfriamiento, ya que de sus indicaciones y funcionamiento depende el endurecimiento final. Los cambios de dureza y demás propiedades físicas de los aceros son debidos a los cambios que se verifican en el hierro y al estado de combinación del carbono, etc. En el mismo. La observación de estos componentes es de suma importancia y para ello se emplea el laboratorio de investigación, sirviéndose de modernísimos microscopios especiales.

Por uno de ellos se nos fue dado ver la estructura interna de una muestra de acero destinado a herramientas, apreciándose perfectamente el exceso de cementina (F3C).
También nos han mostrado diversas microfotografías de piezas de acero forjadas o fundidas y otras correspondientes a las mismas muestras, pero hechas después del templado, recocido y revenido a que fueron sometidas y también las de los estados intermedios, en cuyos trabajos hemos podido apreciar la diferente disposición de la cementita en sus estados de perlíta, sorbita, martensita, etc.
En otro departamento están las máquinas en las que someten los materiales a pruebas mecánicas; se componen aquéllas de dos partes, una la encargada de producir el esfuerzo necesario, y la otra está formada por unos órganos que miden los esfuerzos producidos por la primera.
En la destinada a ensayos de tracción y compresión el primer grupo está formado por una bomba de aceite compuesta de dos émbolos, los cuales son movidos por dos excéntricos, siendo el árbol motor accionado por un motor eléctrico; consta también de una repartidora que tiene por objeto mandar el aceite a un cilindro provisto de un émbolo, el cual a su vez tiene una barra que en su extremo lleva unía mordaza destinada a sujetar el extremo de la barreta que se ensaya; se manda el aceite por una cara o por la opuesta del émbolo según se quiera producir un esfuerzo de tracción o de compresión.

El segundo grupo está formado por otra mordaza situada en frente de la primera y que sujeta el otro extremo de la barreta a ensayar, y por medio de unas transmisiones hace mover un tambor sobre el que apoya un lápiz que reproduce un diagrama del ensayo; éste consta: Primero, de una línea recta correspondiente al período elástico, luego una línea ondulada que corresponde al período crítico, durante el cual pasa la barreta del estado elástico al de deformación permanente; esta sinuosidad es debida a que la barreta no es homogénea; por último viene la extricción que es una disminución de área de la sección transversal de la probeta, que se localiza en una zona de ésta donde el alargamiento adquiere de pronto gran valor. La reducción del área explica porque al final, un esfuerzo más pequeño es suficiente para producir alargamientos.
Para los ensayos realizados por la máquina de prueba de resistencia al choque se emplean (barretas provistas de una ranura circular o cintura, rompiéndolas con un martinete cuyo brazo gira alrededor de un punto fijo. Estos ensayos indican el número de kilográmetros empleados en romper la probeta, conociendo la energía cinética del martinete; la determinación de ésta se obtiene midiendo el ángulo de desplazamiento del brazo del martinete, el cual durante el ensayo se hace girar elevándolo hasta formar un cierto ángulo que se indica en un sector graduado; luego se deja caer libremente, rompiéndose la barreta por el efecto de la energía cinética adquirida. En virtud de su velocidad el brazo del martinete girará más allá de la barreta otro ángulo que se traducirá en un exceso de energía. Si del ángulo inicial se resta el obtenido finalmente se obtendrá la energía necesaria para partir la barreta y por la observación de la ruptura, la fragilidad del acero o del material que constituye la muestra.

Para los ensayos de resistencia a la penetración o dureza de un acero emplean un esclerómetro que produce en el metal ensayado una huella que tiene forma cuadrada, utilizando para ello una pirámide con punta diamante que se deja caer desde cierta altura; la huella se mide con un microscopio por la diagonal de dicho cuadrado.
Otra prueba que hemos visto hacer es la de resistencia de los materiales a romperse por fatiga; se colocaba la muestra elegida en la máquina sujeta por un extremo y del extremo libre se colgaban pesos que le obligaban a flexar. En esta posición se hacía girar a gran velocidad, unas 3.000 revoluciones por minuto. En la posición de reposo las fibras de la parte superior de la barreta están sometidas a un esfuerzo de tracción y las inferiores a uno de compresión, al girar las fibras que trabajan por tracción pasan a trabajar por compresión y viceversa; como estos cambios se repiten con gran rapidez, la muestra llega a romperse por fatiga de sus fibras, durando la prueba sobre unas treinta horas. Del tiempo que tarda en romper y del peso colocado en el extremo libre se deduce la resistencia del material.
A las herramientas de corte se les somete a prueba en una máquina que consiste en un cilindro de bronce duro que la presión ejercida por su peso hace descansar sobre el corte de la cuchilla; al girar este cilindro la cuchilla irá desbastándole, por lo tanto el cilindro descenderá, y este descenso para un mismo cilindro será proporcional a su número de vueltas y calidad de la cuchilla. Durante la operación un lápiz marca sobre un papel un diagrama del que se deduce la calidad de la cuchilla.

En la parte alta del edificio destinado a oficinas hemos visto los talleres fotográficos que están instalados con todos los menesteres necesarios para obtener fotocalcos, con toda serie de adelantos y comodidades que unidos a un hábil personal y a excelentes condiciones climatológicas hacen que estos trabajos, imprescindibles en toda factoría, sean de una bondad insuperable.
Anexo a este departamento se halla el laboratorio fotográfico donde se elaboran los papeles especiales que se emplean para el fotocalco y donde se revelan las pruebas de fotografías y microfotografías, ya que la factoría posee un excelente archivo fotográfico al igual que las mejores fábricas extranjeras, conservando siempre alguna fotografía de los aparatos construidos por la Casa. En dicho archivo hemos visto a petición nuestra planos y fotografías de los compresores de alta que llevan los cruceros tipo «LIBERTAD», construidos por esta Compañía.
Taller de Fundición: Hallándose esta factoría alejada de las zonas de producción de mineral de hierro y carbón, es punto menos que imposible que se dedique a fundición de gran envergadura como son cañones, torres, etc., motivo por el cual dichas fundiciones tienen que ser traídos de otros talleres que posee la Compañía, próximos a la zona de producción de estos minerales como Reinosa, por ejemplo; fundiéndose aquí piezas pequeñas que son sin embargo importantes, así como toda la fundición de bronce necesaria para la construcción de artillería, tubos de lanzar, torres, compresores, motores, minas, etc.
Los hornos de fundición de esta factoría son de arco voltaico y se hallan dispuestos en dos grupos. Uno de ellos es para fundir lingotes y toda clase de piezas de acero; el otro está dispuesto para piezas de bronce y otras aleaciones.
En este mismo taller hay una máquina para repasar las piezas fundidas y eliminar las rebabas; está formada por una vigueta suspendida por su parte media aproximadamente; en uno de los extremos de la vigueta va un motor eléctrico que lleva en su eje motor un piñón que por medio de una cremallera acciona una piedra de esmeril colocada en el otro extremo, la cual puede aproximarse sin esfuerzo a la pieza a desbabar, por estar equilibrada por el motor eléctrico.
Otro de los diversos trabajos que aquí se realizan es la fabricación de metralla para los distintos proyectiles y granadas, la cual se hace a mano con unos moldes donde se echa metal fundido quitando las rebabas con una rasqueta.
Talleres de Maquinaria: Los podemos dividir en dos grupos, uno dedicado a la construcción de tubos de lanzar, compresores, etc., y otro exclusivamente para artillería.

Los tubos hoy día en construcción son los que montarán nuestros cruceros «BALEARES» y «CANARIAS». Se construyen de chapa de acero que es primeramente volteada en los talleres de ECHEVARRIETA, siendo después soldados eléctricamente en esta factoría, donde se verifica su acabado completo.
Hemos tenido ocasión de ver además de los en construcción para los mencionados buques, otros con destino a los destructores que se construyen en Cartagena.
Presentan estos tubos algunas innovaciones introducidas por los ingenieros de la factoría.
Cada grupo se compone de tres tubos como los construidos anteriormente para los cruceros tipo «LIBERTAD» y destructores tipo «SÁNCHEZ BÁRCAIZTEGUI'», pero no van de la misma forma dispuestos, pues en los recientemente construidos los tubos están en un mismo plano horizontal.
Una de las particularidades que presentan es el poder rebatirse el extremo del tubo correspondiente a la cabeza de torpedo, con lo cual se podrán hacer en el mismo todas las operaciones sin necesidad de sacar el torpedo, operación que hay que ejecutar forzosamente en los precedentes cuando se tiene que efectuar el cambio de cabezas.
Estos equipos no llevarán casi movimiento horizontal pues serán montados bajo cubierta y para apuntarles se verificará igual que en los submarinos mediante la orientación del buque.
Llevan para su movimiento un motor de 5 H P. cosa que no poseen los actuales equipos, cuyo movimiento se efectúa a mano.
Los compresores son exactamente iguales a los montados en nuestros cruceros, lo que nos extrañó, pues creíamos se hubiese introducido alguna innovación para evitar el trabajo que supone el tenerlos en servicio, ya que el trabajar a un gran número de revoluciones y no ser de cárter cerrado con lubricación forzada produce en los mismos recalentamientos imposibles de evitar que deterioran rápidamente el material, lo que desaparecería si fuesen montados con las modificaciones arriba indicadas, como pudo observarse en el así montado en el crucero «MÉNDEZ NUÑEZ».

También se construyen minas submarinas, cargas de profundidad y morteros especiales para lanzarlos, de los cuales llevarán dos instalaciones los cruceros «BALEARES» y «CANARIAS», una a cada banda.
En los talleres de Artillería se verifican con las piezas fundidas anteriormente en otros lugares, como hemos dicho, una sirve de operaciones hasta su terminado completo, entre las cuales merece citarse como una de las más importantes el enmanguitado de los cañones que se verifica por la contracción que sufren las tres piezas que los componen, previamente torneadas y calentadas al ser sometidas a un enfriamiento regular en unos pozos ad-hoc, donde existe una instalación compuesta de una serie de tubos superpuestos y separados aproximadamente 50 cm., los que se unen por otros tubos verticales. Convenientemente taladrados al hacer pasar una corriente de agua por el interior de los mismos, mediante una serie de válvulas de que va provista la instalación, lanza alrededor del manguito y por su interior (por el que pasa otro tubo vertical) una cortina de agua que produce el enfriamiento regular del mismo.
En este mismo taller hemos visto un enfriador de aceite destinado a la refrigeración de esta sustancia en las torres de artillería cuyo movimiento se efectúa por un sistema hidráulico. Está formado por un cilindro hueco, con dos tapas taladradas llevando unos discos en forma de corona circular que tocan con la superficie cilíndrica, obligando al aceite a pasar por el exterior; de este modo se consigue que el aceite siga un camino sinuoso, refrigerándose por la acción del agua que circula por el interior de los tubos que pasan soldados por unos orificios practicados en los discos.

Con respecto al torneado y estriado de los cañones se nos han facilitado algunos datos. Recibidos de Reinosa los manguitos y tubo central (las tres piezas que ya dejamos dicho constituyen el cañón) se procede aquí al torneado de los mismos y al estriado interior del último, operación ésta que se realiza en una máquina en la cual es afirmado el tubo de forma tal que es susceptible de girar los grados que se desee con gran exactitud. El rayado lo practican unas herramientas de corte especial colocadas en el ex tremo de un mandril que penetra por el interior del cañón con movimiento helicoidal. Luego se efectúa el enmanguitado como ya dejamos dicho empleando una parte del taller de elevada techumbre donde hay dos profundos pozos y utilizando para la operación una potente grúa de puente. Los tornos, máquinas de estriado y demás son capaces de poder trabajar cañones hasta de un calibre de 40 cm.
Las torres que actualmente se construyen son cerradas con único acceso por su parte inferior, de manera que su entrada ha de estar situada en el antepañol de municiones; son torres autónomas, es decir, qué no necesitan de ningún aparato exterior, puesto que todo su manejo puede hacerse desde ella misma; tanto es así que van dotadas dé un telémetro propio, además por su interior funcionan dos elevadores de municiones, pudiendo por lo tanto funcionar la torre aunque se averié uno de ellos.
En este taller existen dos pozos donde se montan las torres por completo igual que si fuesen montadas a bordo, con el objeto de comprobar su funcionamiento y observar toda clase de detalles.
Después de esta prueba se desmontan y pasan a un gran torno de rectificar de donde, una vez terminadas por completo, son trasladadas por una línea férrea propiedad de la Sociedad a unas bateas (aprovechando la pleamar) trasladándolas al barco que las ha de transportar al lugar donde se encuentre el buque para el que han sido construidas.

En otros talleres que hemos visitado se fabrican proyectiles para, los cañones de 38 emplazados en la costa, estos llevan protegiendo la punta templada una cofia formada por acero blando; prácticamente está demostrado que los efectos, producidos por el proyectil con cofia son más eficaces. Existen muchas teorías que tratan de explicar este fenómeno; una de las admitidas es que esta cofia por ser de un material relativamente blando protege en el primer choque la punta del proyectil evitando que se rompa; otra es que al chocar el proyectil y aplastarla desarrolla una gran cantidad de calor que le facilita la perforación. Van metidas a presión y cubiertas por un casquete de aluminio que solo sirve para dar al proyectil formas aerodinámicas.
Las espoletas de proyectiles que se construyen son cargadas con máximas condiciones de seguridad y sometidas a varias pruebas con objeto de comprobar su resistencia y buen funcionamiento; se dispone de un pabellón en el cual es necesario que el estado higrométrico del aire sea cero. Debido a la gran evaporación que se produce en este clima el grado de humedad del aire es muy grande y si se realizasen las cargas en una atmósfera ordinaria, habría el peligro de que se produjeran explosiones; para evitar este riesgo el aire contenido en el pabellón es aspirado y obligado a pasar por un enfriador que hace descender su temperatura a -20º, a esta temperatura todo el vapor de agua se condensa; a continuación se vuelve a elevar la temperatura del aire así deshidratado a 20° y de esta forma se consigue esté exento de humedad, al mismo tiempo qué sé le da una temperatura adecuada para evitar reacciones en las cargas.

Las ventanas del pabellón son dobles, formándose una barrera de arre entre ellas con objeto de qué las diferencias de temperatura no produzcan condensaciones sobre la cara interna de los cristales. Las pruebas de seguridad y funcionamiento se verifican en un pozo en el cual se deja caer la espoleta que chocará con una gruesa chapa de acero colocada en el fondo y que hace funcionar la espoleta.
Finalmente, después de admirar las espaciosas naves de los talleres de esta factoría que proporcionan a las diversas máquinas en ellas instaladas grandes espacios libres para su manejo, hemos comprobado la existencia de amplios comedores donde los obreros pueden reunirse para comer en sus horas libres, evitándose la molestia dé tener que hacerlo sobre el suelo, a la entrada de los talleres o habilitando como mesas distintas piezas existentes en los mismos.
Escuelas de Aprendizaje: Una de las cualidades que más honran a la S. E. de C. N. es su preocupación por la educación de los hijos de sus obreros, y al efecto en SAN CARLOS existe una escuela exclusivamente para ellos. Ingresan a la edad de 12 años, permaneciendo cuatro como aprendices durante los cuales ejecutan trabajos de verdadero mérito.
En nuestra visita hemos podido apreciar algunos, saliendo gratamente impresionados del taller de que disponen. En el mismo pabellón, a uno de los lados del taller, están situadas las aulas para los cursos teóricos donde asistidos por profesorado competente terminan sabiendo hasta nociones de álgebra y trigonometría; estos muchachos después de cuatro años y en caso de no perder curso empiezan cobrando 0,30 pesetas por hora, continuando otros dos años durante los cuales se dedican exclusivamente al oficio que voluntariamente designen o por el cual manifiesten mayor aptitud. Una vez terminados los dos años son llamados a ocupar las vacantes que existan en los talleres.

Esta Sociedad se ocupa a la vez de educarlos físicamente y para este fin tiene establecido dentro de la factoría un campo de deportes donde los aprendices bajo la dirección de un profesor dedican unas horas a ejercicios gimnásticos, corriendo todos los gastos de equipos, balones, etcétera, a cargo de la Sociedad.
Nosotros, como españoles, debemos sentirnos halagados ante el enorme triunfo de las industrias de nuestro país, reflejado de una manera dará en los talleres de San Carlos.
Como españoles debemos sentirnos igualmente orgullosos de que la ingeniería española haya producido una obra de la magnitud de: la de los talleres citados que rivaliza en organización y técnica con los mejores del extranjero.
Por eso todo aquel que sienta devoción al sentido patriótico debe cooperar al engrandecimiento de nuestra Patria, prestando a sus buenas producciones el apoyo y el calor de su estímulo desterrando la idea anacrónica de que lo que se produce en el extranjero es mejor que lo de España.
Nuestros ingenieros han demostrado una vez más que España está sobradamente capacitada para producir obras de arte como las producidas en los mejores centros fabriles del extranjero; lo ha demostrado ofreciendo a nuestra Marina de Guerra el pertrecheo completo de sus dos mejores barcos, nos referimos a los cruceros protegidos «BALEARES» y «CANARIAS».
Es necesario, por lo tanto, que todos los que sientan el orgullo de ser españoles y los que ansíen para España el esplendor de nuevos triunfos y de nuevas fuentes de riqueza, rindan sus fervores de adhesión a estas industrias y a sus obreros, que sin reparar en la cuantía de sus sacrificios han logrado, una vez más, ofrecer a nuestro país unas factorías que se pueden comparar con cualquiera de sus similares en el mundo fabril, demostrando que ya no es preciso acudir al extranjero para producir «buenas cosas».
Estas factorías han sido construidas y actualmente dirigidas, por personal genuinamente español.

Quede pues con esto bien sentado que ya no existe razón para que nuestro pertrecheo sea elaborado por industrias extrañas. No siendo así dejaremos de hacer Patria.
Damos fin a la visita, quedando agradecidos por las atenciones de que nos hizo objeto el personal de la factoría, especialmente el Ingeniero de lá misma Sr. PERY, el cual tuvo la gentileza de servirnos de «cicerone», explicándonos con sencilla y fácil palabra las diferentes máquinas de la factoría, gustando cada una de sus explicaciones con el deleite que siempre proporcionan en los paladares sensibles 1os manjares selectos, quedando llenos de complacencia por la grata sensación y convencidos de haber gustado una obra de tal naturaleza que no imaginábamos gustar.
Toda una sorpresa el descubrimiento de esta muy profesional revista y del análisis de los textos es posible que volvamos con esta revista para analizar algunas de las características de los grandes cruceros de la ARMADA.
Por su parte los libros OBRAS. S.E. de C.N. son también una gran fuente de información, y, afortunadamente dispongo de los ejemplares de 1.928 y 1.929 de donde están extraídas casi todas las fotos de este artículo. Del ejemplar de 1.928 extraemos el siguiente texto sobre estos ejemplares talleres: TALLERES DE SAN CARLOS. Estos talleres han continuado ayudando eficazmente a los de LA CARRACA en la fabricación de montajes, y han seguido fabricándose en los mismos todos los tubos de lanzar torpedos, tanto para barcos de superficie como para sumergibles. Estas dos fabricaciones han marcado principalmente la orientación seguida en la ampliación de estos talleres, mediante adquisición de algunas máquinas, destinadas principalmente a los objetos expresados. También para dichas fabricaciones ha sido un eficaz auxiliar alguna maquinaria construida en los mismos talleres.

En la zona de estos talleres se preparan en la actualidad las nuevas instalaciones precisas para fabricación del material de artillería de grueso calibre de los nuevos cruceros últimamente ordenados por el Ministerio de Marina.
Está muy adelantada la montura de las naves para cañones y montajes, cuya estructura metálica ha sido construida por nuestro departamento de Matagorda, y se procede con actividad a la habilitación de los pozos para el armado de las torres.
Se ha recibido gran parte de la maquinaria adquirida y están pedidas las grúas para todas las naves, así como los hornos eléctricos para el enmanguitado.
Se ha terminado el edificio de oficinas; se tiene en construcción el destinado a laboratorio y en breve se iniciarán las obras necesarias para el taller de armado de cañones.
En el número de 1.929 leemos: TALLERES DE SAN CARLOS. En estos talleres se ha intensificado la elaboración de herramientas con destino a este departamento y otros de la Sociedad, como también para otras factorías de la región, a las que se han suministrado fresas, machos, escariadores y brocas, fabricados con acero de corte rápido y al carbono, de producción propia.
Se han continuado activamente las instalaciones para fabricación de la artillería de los nuevos cruceros, ultimándose la montura de las estructuras metálicas y grúas construidas en nuestro departamento de Matagorda, y se procede actualmente a la instalación de la maquinaria correspondiente.
Para completar estas instalaciones ha sido habilitado un moderno laboratorio de pruebas mecánicas y ampliado el laboratorio químico, de acuerdo con las exigencias crecientes del volumen de obra y calidad de los diversos materiales que exigen las modernas fabricaciones.
Se ultima la habilitación de la escuela de aprendices, que, instalada anteriormente de modo provisional, ha suministrado ya una cantidad apreciable de personal apto para emplearlo sin demora en las fabricaciones emprendidas.
Con este párrafo completamos el excelente artículo del BOLETIN DEL CIRCULO DE MAQUINISTAS DE LA ARMADA, y, nos permite hacernos una ligera idea de la complejidad de los talleres de SAN CARLOS y su contribución al desarrollo tecnológico de nuestro país.
Foto 1.- Portada de la revista BOLETIN DEL CIRCULO DE MAQUINISTAS DE LA ARMADA.
Foto 2.- Vista parcial (la foto es mas grande y aparecen a la izquierda los nuevos talleres de artillería en construcción) de los TALLERES DE SAN CARLOS. De la revista OBRAS. S.E. de C.N. AÑO 1.928.

Foto 3.- Nave de armado de montajes. De la revista OBRAS. S.E. de C.N. AÑO 1.928.
Foto 4.- Una de las naves de ajuste y montaje. De la revista OBRAS. S.E. de C.N. AÑO 1.928.
Foto 5.- Fabricación de tubos de lanzar torpedos en montaje triple y para sumergibles. De la revista OBRAS. S.E. de C.N. AÑO 1.928.
Foto 6.- Sección de los talleres de maquinaria. De la revista OBRAS. S.E. de C.N. AÑO 1.928.
Foto 7.- Elementos de bombas de aire y compresores para cruceros y destructores. De la revista OBRAS. S.E. de C.N. AÑO 1.928.
Foto 8.- Baterías de tornos construidos en estos talleres. De la revista OBRAS. S.E. de C.N. AÑO 1.928.
Foto 9.- Fresas y brocas fabricadas con aceros producidos en estos talleres. De la revista OBRAS. S.E. de C.N. AÑO 1.928.
Foto 10.- Edificios para la dirección y oficinas. De la revista OBRAS. S.E. de C.N. AÑO 1.928.
Foto 11.- Vista panorámica de los talleres. De la revista OBRAS. S.E. de C.N. AÑO 1.929.
Foto 12.- Lanzacargas de profundidad para los destructores en construcción en Cartagena. De la revista OBRAS. S.E. de C.N. AÑO 1.929.
Foto 13.- Compresores de aire para cruceros y destructores. De la revista OBRAS. S.E. de C.N. AÑO 1.929.
Foto 14.- Nuevos talleres de artillería y montaje de torres. De la revista OBRAS. S.E. de C.N. AÑO 1.929.
Foto 15.- Nave de maquinaria de los nuevos talleres de artillería. De la revista OBRAS. S.E. de C.N. AÑO 1.929.
Foto 16.- Edificio para nuevo laboratorio. De la revista OBRAS. S.E. de C.N. AÑO 1.929.
Foto 17.- hornos para determinación de tratamientos térmicos en el nuevo laboratorio. De la revista OBRAS. S.E. de C.N. AÑO 1.929.
Foto 18.-Vista parcial de la sección de pruebas mecánicas en el nuevo laboratorio. De la revista OBRAS. S.E. de C.N. AÑO 1.929.
Foto 19.- Muelle de hormigón armado para recepción y envió de materiales. La historia de este muelle esta completada en la pagina web palimpalem.com.
Saludos. Me parece una entrada muy interesante. Me gustaría incluir una enlace en la propia web de la FSC… pero tengo que rehacer todo aquello y tengo poco tiempo. De todos modos, norabuena por el trabajo.
Un abrazo
Enhorabuena por recordar la emérita memoria de la que fué posiblemente la empresa modélica por excelencia no sólo de Cádiz,sino de gran parte de España.Hoy sólo es historia,pero mientras recordemos lo que fué y lo que pudo haber significado para los habitantes de la empobrecida Isla de León una luz de esperanza.LARGA VIDA A FSC.
pues yo trabaje en san carlos ,una pena ,la verdad ,la cantidad de puesto de trabajo que se perdieron de gente muy cualificada del sector naval y metalurgico.