Escrito por el Sr. Manuel Rodríguez Aguilar.
Copiright del Sr. Manuel Rodriguez Aguilar.
En el año 1927, gracias al impulso del Ministro de Hacienda José Calvo Sotelo, se fundó el Monopolio de Petróleos. La Compañía Arrendataria a la que se adjudicó su explotación, en virtud del concurso convocado unos meses más tarde, recibió el nombre de CAMPSA. La finalidad de todas esas actuaciones no era otra que la de nacionalizar los activos de la incipiente industria del petróleo que existía en España en ese momento.
Durante la Primera Guerra Mundial, el Gobierno británico, viendo como transcurría la guerra en la mar y las posibles repercusiones negativas en el aprovisionamiento de materias primas a las Islas Británicas, estableció un nuevo organismo, The Shipping Controller, con amplios poderes para proveer y mantener un efectivo suministro de buques que fueran sustituyendo a los que resultaran hundidos. Al poco tiempo comenzó un extenso programa de construcciones de buques en el que se vieron implicados numerosos astilleros. Los diseños de los nuevos buques, la mayoría con características estándar, se dividieron en tres grandes grupos: buques de carga seca, costeros y buques-tanque. Los del último grupo variaban entre las 5.250 TRB de los tipos “AO” y “BO”, que se trataba de conversiones de los tipos “A” y “B” de carga seca, y las 5.800 TRB de los del tipo “Z”, que eran buques-tanque originales.
Uno de los buques-tanque tipo “AO” era el WAR MASTER. Construido por Vickers-Armstrong Ltd., de Barrow-in-Furness, con el número de construcción 505, entró en el agua por primera vez el 25 de mayo de 1918 y fue entregado a The Shipping Controller en julio del mismo año. Su explotación la inició la Anglo Saxon Petroleum Co. Ltd., de Londres, aunque por poco tiempo ya que en 1919 fue comprado por la Sociedad Comercial de Oriente, renombrándolo ELCANO. Esta naviera, participada mayoritariamente por la Compañía General de Tabacos de Filipinas, fue fundada el 2 de septiembre de 1919 en San Sebastián. Tras nueve años de funcionamiento, en 1928 vendió sus barcos y cesó su actividad comercial.
En el año 1927, gracias al impulso del Ministro de Hacienda José Calvo Sotelo, se fundó el Monopolio de Petróleos. La Compañía Arrendataria a la que se adjudicó su explotación, en virtud del concurso convocado unos meses más tarde, recibió el nombre de CAMPSA. La finalidad de todas esas actuaciones no era otra que la de nacionalizar los activos de la incipiente industria del petróleo que existía en España en ese momento.

Durante la Primera Guerra Mundial, el Gobierno británico, viendo como transcurría la guerra en la mar y las posibles repercusiones negativas en el aprovisionamiento de materias primas a las Islas Británicas, estableció un nuevo organismo, The Shipping Controller, con amplios poderes para proveer y mantener un efectivo suministro de buques que fueran sustituyendo a los que resultaran hundidos. Al poco tiempo comenzó un extenso programa de construcciones de buques en el que se vieron implicados numerosos astilleros. Los diseños de los nuevos buques, la mayoría con características estándar, se dividieron en tres grandes grupos: buques de carga seca, costeros y buques-tanque. Los del último grupo variaban entre las 5.250 TRB de los tipos “AO” y “BO”, que se trataba de conversiones de los tipos “A” y “B” de carga seca, y las 5.800 TRB de los del tipo “Z”, que eran buques-tanque originales.
Uno de los buques-tanque tipo “AO” era el WAR MASTER. Construido por Vickers-Armstrong Ltd., de Barrow-in-Furness, con el número de construcción 505, entró en el agua por primera vez el 25 de mayo de 1918 y fue entregado a The Shipping Controller en julio del mismo año. Su explotación la inició la Anglo Saxon Petroleum Co. Ltd., de Londres, aunque por poco tiempo ya que en 1919 fue comprado por la Sociedad Comercial de Oriente, renombrándolo ELCANO. Esta naviera, participada mayoritariamente por la Compañía General de Tabacos de Filipinas, fue fundada el 2 de septiembre de 1919 en San Sebastián. Tras nueve años de funcionamiento, en 1928 vendió sus barcos y cesó su actividad comercial.

La primera incorporación de la nueva naviera no era un buque-tanque convencional para su época. El ELCANO tenía máquina y superestructura en el centro y los tanques de carga a proa y popa de la ciudadela. Sus características generales eran las siguientes: Tonelaje de Registro Bruto, 5.199 toneladas; Tonelaje de Registro Neto, 3.106 toneladas; Peso Muerto, 7.000 toneladas; Eslora, 121,90 metros; Manga, 15,98 metros; Puntal, 8,68 metros; Calado, 7,71 metros; Propulsión: Alternativa triple expansión; Potencia, 490 NHP (1.300 HP): Velocidad, 11 nudos.
El mismo año de su fundación, el petrolero ELCANO entró al servicio del Monopolio. La primera flota de CAMPSA estaba compuesta por los siguientes buques: el propio ELCANO, CONDE DE CHURRUCA y ARNÚS, que procedían de la Sociedad Comercial de Oriente; ARTZA MENDI, de Sota y Aznar; y EDUARDO, EBROS, TIFLIS y OPHIR, de la Compañía Vasco-Valenciana.
Al comienzo de la Guerra Civil española todos los buques de CAMPSA quedaron en puertos controlados por el Gobierno republicano excepto los petroleros BADALONA (ex ARNÚS) y CAMPAS, y los pontones TIFLIS, EBROS y TEXACO, que se encontraban en zona nacional. Desde los primeros días, el ELCANO navegó como buque-tanque militarizado al servicio de la flota republicana realizando diferentes viajes a puertos rusos del Mar Negro. En julio de
1937 se preparó para un nuevo viaje a Rusia. Partió desde Cartagena con una tripulación voluntaria y el destino de su carga, compuesta por un cargamento completo de combustible, algunas cajas de munición y un avión desmontado, tenía como destino el puerto de Santander. El Estrecho de Gibraltar lo cruzó disfrazado de buque británico con el nombre de JUANITA, burlando la vigilancia de los buques nacionales. Conocedor del bloqueo a que estaba sometida la ciudad de Santander, el capitán del ELCANO decidió entrar en Gijón, aprovechando un día de mal tiempo.
Desde finales de agosto de 1937, los aviones nacionales fijaron sus puntos de mira en los puertos asturianos de Gijón y Avilés. El día 20 de octubre de 1937, el petrolero ELCANO fue alcanzado en el puerto de El Musel en un bombardeo especialmente intenso, originando el incendio del buque. Las autoridades, viendo que podía constituir un peligro para los demás buques, algunos de los cuales habían sido igualmente alcanzados en el mismo bombardeo, decidieron remolcarlo fuera del puerto y encallarlo en la costa frente a Jove.
En la madrugada del 22 de octubre las tropas nacionales ocuparon el puerto de El Musel. Además del destructor CISCAR, se encontraron hundidos en sus instalaciones al panameño REINA, de 1.436 TRB, al SAMA, de 735 TRB, al SOTÓN, de 1.375 TRB, ambos de la Sociedad Metalúrgica Duro-Felguera y a nuestro protagonista. La Comisión de la Armada para Salvamento de Buques, recién creada, se encargó del reflotamiento de todos ellos. El hecho de quedar incrustado sobre las rocas del fondo dificultó enormemente su salvamento del ELCANO. Las fuertes marejadas del Cantábrico obligaron a suspender con frecuencia las operaciones e incluso dejaron aislado durante un día a un grupo de obreros que trabajaba a bordo, al perderse
en un golpe de mar la lancha de servicio. El salvamento se llevó a cabo el día 20 de octubre de 1938, siendo trasladado al interior del puerto por el remolcador ARGOS, que lo dejó descansando sobre bloques de hormigón, puestos al efecto en el fondo del puerto de El Musel. Viendo imposible su recuperación, sus restos se sacaron a subasta pública para desguace el 30 de noviembre de ese año.
El mismo año de su fundación, el petrolero ELCANO entró al servicio del Monopolio. La primera flota de CAMPSA estaba compuesta por los siguientes buques: el propio ELCANO, CONDE DE CHURRUCA y ARNÚS, que procedían de la Sociedad Comercial de Oriente; ARTZA MENDI, de Sota y Aznar; y EDUARDO, EBROS, TIFLIS y OPHIR, de la Compañía Vasco-Valenciana.
Al comienzo de la Guerra Civil española todos los buques de CAMPSA quedaron en puertos controlados por el Gobierno republicano excepto los petroleros BADALONA (ex ARNÚS) y CAMPAS, y los pontones TIFLIS, EBROS y TEXACO, que se encontraban en zona nacional. Desde los primeros días, el ELCANO navegó como buque-tanque militarizado al servicio de la flota republicana realizando diferentes viajes a puertos rusos del Mar Negro. En julio de

Desde finales de agosto de 1937, los aviones nacionales fijaron sus puntos de mira en los puertos asturianos de Gijón y Avilés. El día 20 de octubre de 1937, el petrolero ELCANO fue alcanzado en el puerto de El Musel en un bombardeo especialmente intenso, originando el incendio del buque. Las autoridades, viendo que podía constituir un peligro para los demás buques, algunos de los cuales habían sido igualmente alcanzados en el mismo bombardeo, decidieron remolcarlo fuera del puerto y encallarlo en la costa frente a Jove.
En la madrugada del 22 de octubre las tropas nacionales ocuparon el puerto de El Musel. Además del destructor CISCAR, se encontraron hundidos en sus instalaciones al panameño REINA, de 1.436 TRB, al SAMA, de 735 TRB, al SOTÓN, de 1.375 TRB, ambos de la Sociedad Metalúrgica Duro-Felguera y a nuestro protagonista. La Comisión de la Armada para Salvamento de Buques, recién creada, se encargó del reflotamiento de todos ellos. El hecho de quedar incrustado sobre las rocas del fondo dificultó enormemente su salvamento del ELCANO. Las fuertes marejadas del Cantábrico obligaron a suspender con frecuencia las operaciones e incluso dejaron aislado durante un día a un grupo de obreros que trabajaba a bordo, al perderse

Foto 1. El petrolero ELCANO con los colores de la Sociedad Comercial de Oriente. Vida Maritima.1.921.
Foto 2: El petrolero ELCANO visto por su costado de babor. Del libro Cincuenta Años de CAMPSA.
Foto 3: Recién reflotado. De la Memoria de la Comisión de la Armada para Salvamento de Buques. Año 1.941.
Foto 3: El remolcador ARGOS traslada al ELCANO al interior de El Musel. De la Memoria de la Comisión de la Armada para Salvamento de Buques, de 1941.