MAS VALE VAPOR EN CALDERAS, QUE ALAS Y ARRASTRADERAS

Para demostrar la importancia que cada día está adquiriendo el Astillero Sorolla, basta decir que el año pasado se construyeron en dicho taller 500 toneladas. Este año, á pesar de estar en su cuarto trimestre, van construidas con el buque botado últimamente 550 toneladas, rebasando ya, por consiguiente, la cifra del año anterior.Actualmente hay en preparación uno de 250 toneladas, el cual llevará tres palos, y puede abrigarse la seguridad de que el nuevo barco será un nuevo triunfo que hará honor al referido astillero»…
En efecto, los astilleros de los Sres. Sorolla fueron de gran importancia en la economía de Vinaros. Asi lo cita Sebastian Albiol Vidal, en su libro Esplendor y DEclive Economico de Vinaros. (1875-1931), publicado gracias al patrocinio de Caixa Vinaros en el año 2007. Veamos lo que indica sobre el pailebote y los astilleros:
…»La Tradicional Actividad de los Astilleros.
La construcción de embarcaciones, una tradición artesanal auténticamente secular en Vinarós, llegó a la época de la Restauración con un apabullante declive, paralelo al paulatino descenso del cabotaje local y a la absoluta falta de evolución tecnológica hacia el metal y el vapor.

Ante este panorama los astilleros vinarocenses evolucionan hacia las barcas pesqueras, de las que se hacen numerosas, pero muy pequeñas.
En los ocho primeros años del s. XX se construyen 122 barcas pesqueras, con un total de 734 toneladas (6 toneladas/embarcación de promedio), para la localidad, y otras 200, aproximadamente, para otros puertos. Los carpinteros de ribera o calafates que construyen esas 122 barcas son Juan Verdera (33 barcas, con un total de 263 tn.), Pedro Sorolla Banasco (21 barcas, con 238 tn.), Francisco Lluch (23, con 113 tn.), Cristóbal Fraile (18, con 72 tn.), Gaspar Caballer (14, con 28 tn) y Sebastián Martínez (12, con 17 tn.).
Sólo la llegada de la I Guerra Mundial reactiva un tanto la construcción naval, con embarcaciones de una cierta envergadura apta para el tráfico comercial. Es el tiempo de los pailebotes construidos por la Sorolla.
Los astilleros Sorolla, fundados en 1876, representan como pocos la mejor tradición vinarocense en la materia. A lo largo de más de un siglo, cuatro generaciones de esta familia, construirán centenares de embarcaciones. Antonio Salomó es el fundador de la saga, al que siguen sus sobrinos Antonio y Sebastián Sorolla Salomó. La tercera generación será la de los hijos de Antonio: Francisco y Antonio Sorolla Busqué; y los de Sebastián: Pedro, Agustín y Amadeo Sorolla Banasco.

Trabajaban, como los demás calafates, en la plaza del Santísimo, junto a la playa de la Magdalena, hasta que en 1890 adquirieron el solar donde emplazarían, en varias naves, la serrería, el telar de velas y la fábrica de hielo.
Precisamente, su gran actividad servía de fundamento para solicitar la construcción de un varadero, cosa que en 1915 pidieron al ministerio de Fomento el Ayuntamiento, la Junta de Defensa, la Liga Marítima, y las sociedades de Marineros y de Carpinteros de Ribera. Dos años después se seguía insistiendo ante tan lamentable carencia; se volvía a argumentar que los Astilleros Sorolla alcanzaban una construcción mensual de 60 toneladas, que tenían pedidos de embarcaciones de 500 a 600 toneladas que no podían atender ante las dificultades para su botadura, que semanalmente pagaban 2.000 pesetas en jornales, y que toda la madera (olivo, roble y pino) que utilizaban era del país, así como el carbón (de Castell de Cabres) [Heraldo de Castellón, 17 julio 1917].
En esos años es cuando construyen varios pailebotes, próximos a las 200 toneladas, que luego explotan en sociedad con el armador vinarocense radicado en Valencia Sebastián Pla Roca. Es el caso del pailebot «COLUMBRETES», de 1917, que hacía el servicio desde Castellón hasta esas islas; del «AYGUALS DE IZCO», del mismo año, pailebote que medía 24 metros de eslora, 7 de manga y 2,60 de puntal; del «VIÑA DE ALOS», también de 1917, con medidas 25,4 x 6,8 x 2,6. Del año siguiente, será el «SEBASTIAN ROCA» (27 x 7 x 2,6), y el laúd «SEGUNDO SERVOL» (21 x 6 x 2’03). De 1919 será el «ANTONIO SOROLLA» (31,6 x 7,75 x 2,70). En la Lista Oficial de los Buques de Guerra y Mercantes de la Marina Española de diferentes años suele figurar como armador Elvira Busqué (la viuda de Antonio Sorolla Salomó). Aparte, construirán para otros armadores, como el pailebote «DAMIANIN I» (26 x 6,8 x 3,8), de 1917, para Damián Frontera.
Digamos, también, que dos de estos pailebotes se hundieron al cabo de poco tiempo. El «ANTONIO SALOMO», en 1921, se hundió a causa de un incendio, cuando transportaba paja a través del río Guadalquivir desde Sevilla a Río Martín, y en 1926, fue el «ANTONIO SOROLLA» el que se hundió en las proximidades de Faro (Portugal)»…
Los citados astilleros, como hemos visto, vivieron sus días de gloria con la Gran Guerra y en un atroz incendio, en 1.920, que apunto estuvo de ser una gran desgracia para toda la ciudad, quedaron reducidos a cenizas.
Esperamos la colaboración de los lectores para poder completar esta historia, tanto en datos, como en fotos.
Soy nieto de Amadeo Sorolla, y me siento muy contento ver que queda algo en los archivos de lo que mi madre siempre me ha comentado y escuchaba antentamente sobre la historia de mi familia. gracias
Estimado sr
Gracias por su comentario
Hola Julio, despues de muchas investigaciones por fin puedo ponerme en contacto contigo. No nos conocemos, pero me gustaria hablar contigo, la razon: si no me equivoco, somos familiares. Mi abuelo, Teo, era hermano de tu padre, Julio. Te voy a dejar mi mail y asi podremos hablar, si te apetece y si los datos que te acabo de dar, concuerdan.
zoecircus@yahoo.es
Espero que al administrador de esta web no le moleste mi comentario, pero es que no encuentro otra manera de hacerlo. Gracias
Hola. Estoy interesado en la flota mercante de Dènia.
Indicas en tu artículo que se construyó en 1857 una fragata para la matrícula de Denia.
Tienes más datos sobre la misma. Nombre, o propietario.
Gracias.
Vecina de la Plaza del Santísimo, hoy 1º de Mayo, recuerdo algunas botaduras de barcas de los astilleros Sorolla cercano a mi casa, donde trabajaba mucha gente del pueblo bien calificada para este trabajo, conoci a varios d los propietarios, buena gente y muy conocidos en Vinaros.
Ha sido un placer leer todo lo referente al escrito publicado, que Elvira Fernandez Sorolla (Descendiente de los Sorolla ) ha compartido muy amablemente en Facebook, gracias por ello amiga.
Hola , sii Rosana de Vinaroz,i me entero ase muy poco tiempo por algunas personas mayores que un bisabuelo, té nia, una flota de barcos, aquí en , Vinaroz , pero se arruinó, fue amenos.Mi padre nunca contó nada. Quisiera saber quién era, ílo que tenía í lo que pasó. Mi habuela i mí habuelo, paterno. Se llama van, Dolores García, José Rosales