La llegada por mar a las Canarias es un espectaculo digno de ver. Si hay suerte, sea cualfuere la fecha, y encontramos buen tiempo y un dia claro y soleado se siente esa sensacion de que se esta descubriendo algo nuevo. 
Pero yo estoy hablando de hace muchos años, sobre los setentas, cuando uno de mis primeros destinos fue llevar clinker a la fabrica de Arguineguin, para desde alli cargar cemento en sacos para Warry y Apapa Lagos. Estupendo viaje con tiempos de plancha de 15 y 20 dias por puerto. Hoy impensable.
Pues bien de Arguineguin con autobus a Maspalomas a la Playa del Ingles; desafortunadamente con 27 años no tuve tiempo de visitar el extraordinario faro de Maspalomas, uno de los de mas altura del Estado, ya que entonces eran mas interesantes las especies marinas que se podian contemplar en la playa.
Viendo las fotos del fantastico Archivo FEDAC, y a pesar de que recuerdo un paisaje de dunas salvaje y muy bonito, no puedo por menos pensar que a pesar de la pobreza y miseria de aquellos años, vivir en un sitio de aquellas caracteristicas, aislado y tranquilo, sin ruidos y con las necesidades basicas cubiertas, debia ser un buen estado de vida para alguien con animo templado y tranquilo; los torreros, creo, debian de tener este perfil sicologico.
Hoy en dia el bestialismo especulativo y corrupto de la construcción ha acabado con todo eso. Pero esto, como siempre, es otra historia.
Miguel Angel Sanchez Terry nos ha regalado a todos los aficionados a la mar unos estupendos libros que cubren todas las construcciones de señalización de las costas españolas, incluidas las ultramarinas del viejo Imperio, algunas de las cuales ya hemos visto. Otro de sus libros es Faros Españoles del Oceano, editado por el Ministerio de Obras Publicas y Urbanismo, ISBN: 84-7433-514-0; D.L.: M-39.064-1.987 y NIPO: 151-87-112-6. En el se da un estupendo repaso a los faros de la cornisa cantabra, a los gallegos y a los de la costa andaluza bañada por el Atlantico. Tambien a los de las once Islas Canarias. Sanchez Terry viene de una vieja famila ya muy implicada en la mar, y hace poco en la Revista de Navegación y Comercio encontre un articulo sobre uno de sus doctos ancestros que veremos dentro de poco.
Respecto al faro de Maspalomas nos cuenta: Encendido por vez primera el día 2 de febrero de 1889 este gran faro de primer orden está emplazado en la punta denominada Morro Colchas, dentro de la zona de Boca del Río, a una milla al O de la punta de Maspalomas.
Se inauguró con un aparato catadióptrico de la casa B.B.T. de tres zonas y 900 mm de distancia focal, que cuenta con una zona reflectora catóptrica de 135° para intensificar la luz, ya que sólo es visible en un sector de 201,5°. Tenía luz fija blanca, un alcance de 25 millas y estaba atendido por tres torreros. La linterna es poligonal de 16 lados con cristales planos y montantes verticales.
El 24 de febrero de 1927 entra en servicio una nueva instalación de incandescencia por vapor de petróleo Chance para capillos de 85 mm y una Maris de dos mechas como socorro. También se le puso dentro de la óptica un pequeño basamento con cuba de mercurio sobre el que giraba un juego de 4 pantallas accionadas por una máquina de relojería de peso motor, con la que se conseguiría la característica actual de grupo de dos ocultaciones cada 10 segundos y un alcance de 27 millas en tiempo ordinario.
En 1973 se procede a su electrificación que consistió únicamente en instalar una lámpara de incandescencia de 1.500 w. —cambiada posteriormente a 3.000 w.— y un grupo electrógeno Ruston para emergencias. Salvo esto el resto es lo que tenía originalmente, siendo uno de los escasísimos faros que lo conserva.
Por su torre es comparable a los de Palos y Chipiona aunque el edificio carece de la monumentalidad de aquellos. Está formado por dos plantas cuadradas con un bonito patio interior descubierto que dis-tribuye las viviendas. El piso superior vuela por el interior de la planta baja, formando un corredor de soportales que realza el conjunto. La tipología es la clásica de casi todos los faros canarios, con adornos en las esquinas y cornisa circundante. La torre es el elemento más des-tacado y característico. Un primer cuerpo cilindrico con una abertura circular para iluminarlo, llega hasta la altura del edificio, continuando con su cornisa la de aquél. Esta disminuye su diámetro con una parte cóncava que llega hasta el muro que rodea la azotea del edificio y des-de allí parte el fuste troncocónico con cuatro ventanas rectangulares abiertas en generatrices opuestas, coincidentes con el plano longitudinal que corta en dos partes simétricas el edificio. La parte que da a la fachada principal tiene también una puerta para acceder a la azotea. El final está coronado por un adorno circular y una cornisa sobre ménsulas que soporta el primer balconcillo. De ahí arranca el torreón cilindrico que accede a la cámara de servicio y una hermosa linterna poligonal de cristales planos divididos en tres secciones horizontales, rematada por un casquete esférico que cuenta, para la limpieza exterior, con otro balconcillo, la rodea. La altura total desde el suelo al plano focal es de 56 m, 6 más que el cabo Palos y 6,2 menos que el de Chipiona. Sobre el mar tiene 64 m.
Situado al final de la playa del Inglés, tiene como vecino inmediato un gran hotel y marca el límite de la zona urbanizada de gran desarrollo turístico. Una descripción realizada en 1894, entresacada de la Guía del Torrero da una perspectiva comparativa del cambio producido en casi 90 años.
Este faro está servido por tres torreros que tienen 0,5 pías. de gratificación diaria por ser faro aislado. No obstante, la distancia que le separa de San Bartolomé de Tirajana, que es el pueblo más próximo, no tiene botiquín y es preciso buscar la asistencia médica en Telde, ciudad distante 42 km de Mas-Palomas. El caserío de este nombre dista 5 km del faro y según dicen personas que merecen crédito, entre las que la habitan ha llegado el caso de que el médico llamado a asistirles pida por una visita 320 ptas. Unida a este exceso, la distancia de 84 km, entre ida y vuelta, hacen dificilísima si no imposible, la asistencia del médico al faro.
Este tiene servicio de abastecimiento realizado por un buque de 64 toneladas, que hace un viaje mensual desde Las Palmas.
Desembarcado el Torrero en esta población tomará el coche correo de Agüimes, que dista 30 km por buena carretera desde dicha ciudad; en Agüimes ajustará caballería para andar los 25 km que hay hasta Mas-Palomas.
El asiento de coche cuesta dos pesetas y cuatro aproximadamente, la caballería.El clima es muy sano.
Desconozco cual era el buque de 64 toneladas de servicio de faros. El que si veremos proximamente es el Opal, que daba servicio en la Ria de Arousa.
Foto 1. El faro de Maspalomas. Foto de Teodoro Maisch, fechada en 1.925. Archivo FEDAC.
Foto 2. Paisaje tropical de los mejores en esta foto del mismo autor y mismo año. Archivo FEDAC.
Foto 3. La charca y el faro. Ya no se puede contemplar algo tan bonito y unido a la naturaleza. Archivo FEDAC.
Foto 4. Detalle del faro y los alojamientos. Maspalomas 1.935. Archivo FEDAC.

Pero yo estoy hablando de hace muchos años, sobre los setentas, cuando uno de mis primeros destinos fue llevar clinker a la fabrica de Arguineguin, para desde alli cargar cemento en sacos para Warry y Apapa Lagos. Estupendo viaje con tiempos de plancha de 15 y 20 dias por puerto. Hoy impensable.
Pues bien de Arguineguin con autobus a Maspalomas a la Playa del Ingles; desafortunadamente con 27 años no tuve tiempo de visitar el extraordinario faro de Maspalomas, uno de los de mas altura del Estado, ya que entonces eran mas interesantes las especies marinas que se podian contemplar en la playa.
Viendo las fotos del fantastico Archivo FEDAC, y a pesar de que recuerdo un paisaje de dunas salvaje y muy bonito, no puedo por menos pensar que a pesar de la pobreza y miseria de aquellos años, vivir en un sitio de aquellas caracteristicas, aislado y tranquilo, sin ruidos y con las necesidades basicas cubiertas, debia ser un buen estado de vida para alguien con animo templado y tranquilo; los torreros, creo, debian de tener este perfil sicologico.
Hoy en dia el bestialismo especulativo y corrupto de la construcción ha acabado con todo eso. Pero esto, como siempre, es otra historia.

Miguel Angel Sanchez Terry nos ha regalado a todos los aficionados a la mar unos estupendos libros que cubren todas las construcciones de señalización de las costas españolas, incluidas las ultramarinas del viejo Imperio, algunas de las cuales ya hemos visto. Otro de sus libros es Faros Españoles del Oceano, editado por el Ministerio de Obras Publicas y Urbanismo, ISBN: 84-7433-514-0; D.L.: M-39.064-1.987 y NIPO: 151-87-112-6. En el se da un estupendo repaso a los faros de la cornisa cantabra, a los gallegos y a los de la costa andaluza bañada por el Atlantico. Tambien a los de las once Islas Canarias. Sanchez Terry viene de una vieja famila ya muy implicada en la mar, y hace poco en la Revista de Navegación y Comercio encontre un articulo sobre uno de sus doctos ancestros que veremos dentro de poco.
Respecto al faro de Maspalomas nos cuenta: Encendido por vez primera el día 2 de febrero de 1889 este gran faro de primer orden está emplazado en la punta denominada Morro Colchas, dentro de la zona de Boca del Río, a una milla al O de la punta de Maspalomas.
Se inauguró con un aparato catadióptrico de la casa B.B.T. de tres zonas y 900 mm de distancia focal, que cuenta con una zona reflectora catóptrica de 135° para intensificar la luz, ya que sólo es visible en un sector de 201,5°. Tenía luz fija blanca, un alcance de 25 millas y estaba atendido por tres torreros. La linterna es poligonal de 16 lados con cristales planos y montantes verticales.
El 24 de febrero de 1927 entra en servicio una nueva instalación de incandescencia por vapor de petróleo Chance para capillos de 85 mm y una Maris de dos mechas como socorro. También se le puso dentro de la óptica un pequeño basamento con cuba de mercurio sobre el que giraba un juego de 4 pantallas accionadas por una máquina de relojería de peso motor, con la que se conseguiría la característica actual de grupo de dos ocultaciones cada 10 segundos y un alcance de 27 millas en tiempo ordinario.

En 1973 se procede a su electrificación que consistió únicamente en instalar una lámpara de incandescencia de 1.500 w. —cambiada posteriormente a 3.000 w.— y un grupo electrógeno Ruston para emergencias. Salvo esto el resto es lo que tenía originalmente, siendo uno de los escasísimos faros que lo conserva.
Por su torre es comparable a los de Palos y Chipiona aunque el edificio carece de la monumentalidad de aquellos. Está formado por dos plantas cuadradas con un bonito patio interior descubierto que dis-tribuye las viviendas. El piso superior vuela por el interior de la planta baja, formando un corredor de soportales que realza el conjunto. La tipología es la clásica de casi todos los faros canarios, con adornos en las esquinas y cornisa circundante. La torre es el elemento más des-tacado y característico. Un primer cuerpo cilindrico con una abertura circular para iluminarlo, llega hasta la altura del edificio, continuando con su cornisa la de aquél. Esta disminuye su diámetro con una parte cóncava que llega hasta el muro que rodea la azotea del edificio y des-de allí parte el fuste troncocónico con cuatro ventanas rectangulares abiertas en generatrices opuestas, coincidentes con el plano longitudinal que corta en dos partes simétricas el edificio. La parte que da a la fachada principal tiene también una puerta para acceder a la azotea. El final está coronado por un adorno circular y una cornisa sobre ménsulas que soporta el primer balconcillo. De ahí arranca el torreón cilindrico que accede a la cámara de servicio y una hermosa linterna poligonal de cristales planos divididos en tres secciones horizontales, rematada por un casquete esférico que cuenta, para la limpieza exterior, con otro balconcillo, la rodea. La altura total desde el suelo al plano focal es de 56 m, 6 más que el cabo Palos y 6,2 menos que el de Chipiona. Sobre el mar tiene 64 m.
Situado al final de la playa del Inglés, tiene como vecino inmediato un gran hotel y marca el límite de la zona urbanizada de gran desarrollo turístico. Una descripción realizada en 1894, entresacada de la Guía del Torrero da una perspectiva comparativa del cambio producido en casi 90 años.

Este faro está servido por tres torreros que tienen 0,5 pías. de gratificación diaria por ser faro aislado. No obstante, la distancia que le separa de San Bartolomé de Tirajana, que es el pueblo más próximo, no tiene botiquín y es preciso buscar la asistencia médica en Telde, ciudad distante 42 km de Mas-Palomas. El caserío de este nombre dista 5 km del faro y según dicen personas que merecen crédito, entre las que la habitan ha llegado el caso de que el médico llamado a asistirles pida por una visita 320 ptas. Unida a este exceso, la distancia de 84 km, entre ida y vuelta, hacen dificilísima si no imposible, la asistencia del médico al faro.
Este tiene servicio de abastecimiento realizado por un buque de 64 toneladas, que hace un viaje mensual desde Las Palmas.
Desembarcado el Torrero en esta población tomará el coche correo de Agüimes, que dista 30 km por buena carretera desde dicha ciudad; en Agüimes ajustará caballería para andar los 25 km que hay hasta Mas-Palomas.
El asiento de coche cuesta dos pesetas y cuatro aproximadamente, la caballería.El clima es muy sano.
Desconozco cual era el buque de 64 toneladas de servicio de faros. El que si veremos proximamente es el Opal, que daba servicio en la Ria de Arousa.
Foto 1. El faro de Maspalomas. Foto de Teodoro Maisch, fechada en 1.925. Archivo FEDAC.
Foto 2. Paisaje tropical de los mejores en esta foto del mismo autor y mismo año. Archivo FEDAC.
Foto 3. La charca y el faro. Ya no se puede contemplar algo tan bonito y unido a la naturaleza. Archivo FEDAC.
Foto 4. Detalle del faro y los alojamientos. Maspalomas 1.935. Archivo FEDAC.