LUNA EN CRECIENTE CUERNOS A ORIENTE
Colaboración del Sr. Manuel Rodríguez Aguilar.
Copyright del Sr. Manuel Rodríguez Aguilar.
“Con la finalidad de atender debidamente las nuevas rutas, la Compañía Trasmediterránea decidió en 1917 ampliar su flota con la incorporación de los cinco vapores pertenecientes a la Compañía Marítima de Barcelona, que totalizaban 12.060 TPM, así como otros cinco más de la Compañía Anónima de Vapores Vinuesa, de Sevilla: ANDALUCÍA, ARAGÓN, CATALUÑA, NAVARRA y CASTILLA.
Este último, el vapor CASTILLA, fue construido en el año 1900, por encargo de la naviera sevillana, por el astillero Thompson R. & Sons, de Sunderland, en Inglaterra. Se trataba de un buque de 1.905 TRB y 2.100 TPM, con 82,5 metros de eslora total, 78,6 metros de eslora entre perpendiculares, 11,7 metros de manga, 7,2 metros de puntal y 5,1 metros de calado. Su máquina alternativa de triple expansión de 157 NHP le impulsaba a una velocidad de 10 nudos.
Iniciada la Campaña de Marruecos, el CASTILLA fue sometido en 1921 a una importante reparación en Palma de Mallorca para acondicionarlo como buque-hospital. En los años 1921 y 1922 participó repatriando numerosos heridos desde Melilla junto a los vapores VICENTE LA RODA, ALICANTE y ANTONIO LOPEZ, estos dos últimos integrantes de la flota de la Compañía Trasatlántica.
El vapor de la Trasmediterránea volvió a aparecer en primera página con ocasión del Desembarco de Alhucemas en septiembre de 1925. En Ceuta se había concentrado una gran flota de buques, agrupados en varias flotillas. El CASTILLA, al mando del capitán Pedro Regalado Palacios, quedó adscrito a la flotilla nº 4 de la Fuerza de Transporte mandada por el general Leopoldo Saro, junto a los buques A. COLA, CABAÑAL y HESPÉRIDES. El jefe del convoy de transporte era el capitán de fragata Boado.
Como dice Manuel García Díaz en su libro La Sanidad Naval Española. Historia y Evolución (pg. 220), editado por la Empresa Nacional Bazán (ISBN: 84-87063-08-X), cuando se refiere a los buques mercantes acondicionados para prestar asistencia sanitaria a las tropas, “las referencias sobre la identidad y características de esos buques hospital son contradictorias.” No obstante, “…en los partes y relatos relacionados con el Desembarco de Alhucemas aparecen tres barcos-hospital integrados en la denominada Fuerza de Transporte: VILLARREAL en la flotilla nº 3 de la Columna Fernández Pérez, y BARCELÓ y ANDALUCÍA pertenecientes a la flotilla nº 6 de la Columna Saro.” El CASTILLA había cambiado su anterior cometido por el de transporte de tropas, víveres y pienso.
Mientras el CASTILLA se encontraba en el puerto de Melilla, un fortísimo temporal que se desató el 24 de abril de 1927 produjo la rotura del dique de abrigo. El mercante acabó hundiéndose dentro de la bahía después de romper las amarras y quedar a merced del temporal. Fue declarado pérdida total y posteriormente desguazado.”
La naviera del Marqués de Campo bautizó como «VERACRUZ» al precioso «VICTORIA» de Olano, Larrinaga y Cía. cuando
lo adquirió, al serle adjudicada la exclusiva de transportar el correo y tropas a Filipinas.
Ya «VERACRUZ» se hundió frente al puerto de Varacruz , entrado el siglo XX.
En el UNTZI MUSEOA de San Sebastián se expone un magnífico oleo de éste barco.
ELISA GÓMEZ PEDRAJA