EL CANAL DE MANZANARES, POCOS BARCOS SACA A MARES
Este espectacular buque era el resto mutilado de un ambicioso proyecto de construcciones navales redactado por el contraalmirante Juan Bautista Antequera, Ministro de Marina en el gabinete de Cánovas, que incluía seis acorazados oceánicos y seis costeros.
Solo un acorazado tuvo la Armada en el siglo XIX, bautizado con el nombre del famoso Don Pelayo, el hecho de no disponer de ningún otro compañero de su tipo le valió el apelativo de El Solitario.
Estaba basado en la clase MARCEAU francesa, compuesta por el cabeza de serie y el MAGENTA y NEPTUNE. La disposición de la artillería principal era de la llamada en rombo o diamante como queda explicado en el artículo de Juan Antonio Imperiale que se puede encontrar en la centenaria revista Boletín del Centro Naval, el espesor del blindaje llegaba a los 45 cm de grosor en la parte central del buque, hecho de buen acero Schneider, y alcanzaba un peso total de 2.719 toneladas.
De la clase MARCEAU, basado en un desarrollo del anterior HOCHE, podemos decir que no fueron barcos afortunados tecnológicamente. Al HOCHE se le califico de Le Grand Hotel por las pesadas superestructuras de que estuvo dotado y que comprometieron seriamente su estabilidad, lo mismo que sus descendientes, que debido a cambios en su proyecto, alargamientos, cambios de maquinaria y armamento etc. tardaron mucho en su proceso de construcción de manera que al entrar en servicio estaban anticuados y su estabilidad seriamente tocada por los ya comentados compromisos en su diseño.
Forges et Chantiers de la Mediterranée boto el PELAYO el 5 de Febrero de 1.887. En Agosto de 1.888 realiza sus pruebas de máquinas y es entregado oficialmente a la Armada española el 9 de Septiembre del mismo año; en Tolon.
En la Revista de Navegación y Comercio, Año IV, Núm. LXXIX de 10 de Enero de 1.892 se daba un completo artículo, aunque con más de una imprecisión, muy interesante por aportar alguna curiosidad a la abundante información existente sobre este buque. Entre otras cosas el artículo se confunde al citar las dos piezas de 280 mm, pero vale la pena leerlo:
…”Es el buque más hermoso de nuestra Marina de Guerra.
Fue construido por la casa francesa Forges et Chantiers de la Mediterranee los arsenales de La Seyne, siendo botado al agua en Marsella el 5 de agosto de 1.887.
Las dimensiones principales del PELAYO son: eslora, desde la extremidad posterior a la punta del espolón, 105.6 metros; anchura en la flotación 20.2 metros; puntal desde la parte inferior de la aparadura a la cubierta alta, 12.45; calado en la popa, 7.55, y en la proa, 7.35; superficie sumergida en la cuaderna central, 140; desplazamiento, 9.900 toneladas.
El buque, completamente armado, aprovisionado y equipado, no cala más de 7.55 metros, y por tanto puede navegar en mares de poco fondo y pasar perfectamente, por ejemplo, por el canal de Suez.
El casco: El casco se halla dividido en numerosos compartimentos. Desde luego lleva todo alrededor del mismo un doble fondo estanco, formado por un revestimiento inferior de chapas de acero, que descansa sobre la armadura interna y dista 90 centímetros del borde interior de la envoltura general.
Este doble casco, constituido de tal manera, está dividido en 98 compartimentos celulares estancos, y por encima del doble fondo interior, 16 de ellos transversales aíslan perfectamente los unos de los otros.
En conjunto, pues, el buque presenta 145 células estancas que le aseguran casi por completo contra cualquier avería que pueda producir en él la explosión de un torpedo.
Todos estos compartimentos, así como los del doble fondo, pueden ser agotados en caso necesario por medio de un colector de 800 milímetros de diámetro, que opera de dentro afuera del buque, y en el cual dos bombas de vapor pueden extraer hasta 500 toneladas por hora.
La coraza: Sobre la línea de flotación y en todo su alrededor lleva una faja acorazada de acero, constituida por una sola fila de placas, de una altura de 2,10 metros en la parte central, con cuyo canto superior queda a 80 cm. fuera del agua y el bajo desciende a 13.
Está formada por 30 planchas de acero Scheiner del Creuzot, reconocidas como las mejores en las experiencias de La Spezia en 1.884, descansa sobre un almohadillado de teka de 30 cm. de espesor, el que a su vez se apoya en el casco interior de acero de 2 cm.
Sobre el canto superior de la coraza corre la cubierta superior del sollado que tiene 2 cm. de espesor y a la que van atornilladas las planchas que forman su blindaje y que hacen 7 cm. de espesor.
Debajo de esta cubierta y abrigada de los proyectiles enemigos por ella y por la coraza vertical, se encuentran instaladas las máquinas y calderas, pañoles de municiones, aparatos hidráulicos y maquinas auxiliares.
La artillería: El poder ofensivo del PELAYO está constituido de esta manera: Un fuerte espolón de acero magistralmente unido al casco y afianzado de un modo excepcional.
Dos cañones González Hontoria de 0,32 m. colocados uno hacia proa y otro hacia popa, en dos torres sistema Canet.
Dos cañones González Hontoria de 0,16 m. colocados bajo la banda protectora en el castillo de proa.
Doce cañones Hontoria de 0,12 m colocados seis a cada banda en la batería principal con igual sistema de montajes.
Un gran número de cañones de tiro rápido y de cañones revolver distribuidos en los puentes, en las cofas de los palos, y en una palabra, en todos los puntos que se ha creído conveniente.
Y por último siete tubos lanzatorpedos.
Las placas de las torres tienen 10 metros de largo por 0,40 de espesor y descansan en tubos soportes acorazados de 0,20 m. que descienden hasta el puente acorazado y sirven para la conducción de municiones, las cuales llegan desde los depósitos inferiores hasta las culatas de las piezas.
El cañón de proa puede disparar, moviéndose en un Angulo total de 250 grados, y gracias a su elevación sobre toda la flotación del buque, puede servir, cualquiera que sea el estado del mar.
El de popa gira en un angulo de 220 grados, y los laterales en uno de 180.
Los grandes cañones del PELAYO, debidos al talento del inolvidable y malogrado general González Hontoria, son piezas formidables.
Los dos tienen doce metros de largo, 32 cm. de calibre y 49 toneladas de peso. Los proyectiles y la pólvora de cada disparo pesan respectivamente 402 y 220 kilogramos.
Aparatos de defensa: Un reducto acorazado puesto sobre el puente defiende una rueda de combate y otros aparatos transmisores de órdenes, maquinas acústicas y telefónicas que permiten al comandante disponer la dirección completa e instantánea de todas las operaciones de navegación y combate.
El depósito de pólvora y proyectiles está distribuido en cuatro grupos correspondientes a cada una de las torres a que sirven.
Tiene grúas y otros mecanismos hidráulicos perfeccionados para la maniobra de las municiones y montacargas, de tal manera dispuestos, que los proyectiles llegan a los cañones desde la parte inferior del buque, directa y verticalmente, sin trayecto alguno horizontal.
Para subir los cartuchos y proyectiles hay un montacargas hidráulico que los coloca justamente detrás de la culata de la pieza que se ha de disparar.
Los aparatos de las bombas de compresión, que impulsan el mecanismo, están situados debajo del puente acorazado, y constan para cada torre de una máquina de vapor horizontal de tres cilindros, que actúa sobre las bombas diferenciales de doble efecto y en las que se comprime el agua a una presión de 80 atmosferas.
El cañón y el montaje van defendidos por una concha blindada o caparazón de acero, sostenido por la plataforma y que gira con ella.
Detrás de la pieza hay una garita blindada para el cabo de cañón que, como es natural, tiene su disposición a propósito para la puntería en altura y en dirección.
El tubo de conducción de las municiones está defendido por una coraza especial que se extiende desde el puente superior hasta el puente acorazado.
Arboladura. Sistema de señales: La arboladura del buque se compone de dos palos huecos de chapa de acero, que sirven de ventiladores para la parte inferior y que terminan cada uno en un mástil de flecha de madera, destinado a hacer las señales.
El aparejo es de cuchillo y en la proa puede instalarse una vela cuadrada para la navegación de golfo. Llevan los palos dos cofas armadas de ametralladoras.
Las señales luminosas por la noche se hacen por la electricidad y constituyen un sistema completo de telegrafía y óptica las dos clases de servicio, a saber: para dar conocimiento de la presencia de otro buque lejano y evitar su encuentro con él, o para la telegrafía propiamente dicha con objeto de comunicar con los demás buques de la escuadra o de la costa.
El sistema de iluminación del PELAYO se debe al oficial de marina de nuestra Armada, D. Federico Ardois, y se compone de un conjunto de faroles con dos cristales ópticos superpuestos, uno blanco y otro rojo, cada uno de los cuales lleva una lámpara de incandescencia, y en los que haciendo variar su número y orden de colocación puede producir hasta 62 combinaciones distintas.
Las cámaras: El sollado está destinado a alojamiento de oficiales y clases y á la instalación de siete tubos lanzatorpedos repartidos en esta forma: dos a proa, dos en las amuras, dos en las aletas y uno a popa.
Los alojamientos de la oficialidad son cómodos y bien ventilados, estando los camarotes fuera del comedor, el cual ocupa la parte de popa. A continuación de los camarotes, están la camareta de los Guardias marinas y á proa la maestranza y clases.
En la batería está situado el alojamiento del almirante y jefes, que ocupa la parte de popa. El del primero se compone de comedor, sala de recibo, dormitorio, cuarto de aseo, despacho, baño y repostería, todo espacioso y decorado con seriedad y gusto.
La lámpara que adorna el comedor ha sido regalo de la casa constructora y costó 2.000 francos.
A continuación de estas cámaras, están los camarotes del comandante, mayor general y jefes.
En la popa, la cámara del Almirante lleva un hermoso balcón corrido, que da vuelta a esta parte del buque.
Para la marinería hay suficiente sitio en los dos entrepuentes y bajo la larga banda, tras de la cual están las cocinas y otras dependencias. Pueden alojarse a bordo más de 600 hombres en excelentes condiciones higiénicas.
Las maquinas: Son cuatro acopladas de dos en dos, sistema Pilon, y de ocho cilindros uno de alta y otro de baja presión, con dos condensadores. Para navegación larga se pueden desconectar y trabajar solo con las de popa, obteniéndose una gran economía de combustible y una velocidad de 10 millas.
Tiene dos grupos de máquinas auxiliares, uno para cada aparato principal, destinados a impulsar las bombas de circulación de los condensadores.
Doce cuerpos de calderas cilíndricas, de llama envolvente, timbradas a 5,75 kilogramos y distribuidas en cuatro compartimentos separados.
Y cuatro poderosos ventiladores, cuyo objeto es airear las cámaras de calefacción, y que, en caso de necesidad, pueden producir un tiro moderado cuando están cerradas.
La potencia de estas máquinas es, con tiro natural, de 6.800 caballos.
Estos aparatos del PELAYO, sencillos, resistentes y circulados con el mayor esmero, se prestan de un modo admirable a toda clase de campañas.
Hay además numerosos aparatos hidráulicos que tienen por objeto asegurar todos los servicios interiores del buque.
Más detalles: La coraza del PELAYO pesa 2.696 toneladas; el casco 3.241; las maquinas 1.259 y la artillería 1.027.
El coste del barco fue en total 20 millones de pesetas, distribuidas en esta forma: 14.200.000 el casco y maquinas; 5.000.000 artillería, armamento y torpedos; 800.000 los pertrechos y equipos.
La artillería del PELAYO puede penetrar 75 cm. de hierro.
Consume por día a 12 millas, 70 toneladas de carbón.
Su radio de acción a esa velocidad es de 5.000 millas y a 10 millas 7.500”…
Por su parte Mario Rubio Muñoz, teniente de navío de la Armada, hace en la revista El Mundo Naval Ilustrado, Año 1, Núm. 15, edición de 1º de Diciembre de 1.897, págs. 343 a 346, un extenso relato de las características y circunstancias del acorazado que condensaremos a continuación:
…”El acorazado PELAYO marca en nuestra moderna historia naval la era de la regeneración de la Escuadra de combate, como su ilustre padrino, el insigne caudillo de los montes de Covadonga, sintetizó el establecimiento de la nacionalidad española. Botado al agua el 5 de Febrero de 1.887, base fundamental del plan de construcciones y formación de futura escuadra de combate que España creyó entonces necesaria a su vida política, ha de ser por muchos años aún el buque almirante de la fuerza naval activa a quien la Nación le encomiende el litigio de sus pleitos internacionales.
Al ser entregado al Gobierno español, después de cumplidas todas sus pruebas de recepción á fines del año 90, representaba el PELAYO el armónico conjunto de la última palabra en adelanto y exigencias navales, en la clase de acorazados, servía de modelo para las nuevas quillas de todas las naciones y fundaba su renombre en el ingenioso acoplamiento que consiguió el constructor reuniendo en justo equilibrio estable las condiciones esenciales y contradictorias que forman el buque de combate moderno. Así, pues, un poder ofensivo grande, hermanado a una protección defensiva satisfactoria, una velocidad límite aceptable con suficiente radio de acción, condiciones marineras excelentes, sin que redunden en perjuicio de la debida estabilidad para el tiro de la artillería, habitabilidad espaciosa, defensa contra torpedos y torpederos, condiciones evolutivas de primer orden, tonelaje racional, calados moderados y un coste reducido son las bases primordiales que forman el conjunto de este buque.
En esta armonía de condiciones estriba su real bondad, y su tipo de acorazado de justo tonelaje medio es hoy y será por muchos años el mejor buque de combate que pueden soñar naciones como la nuestra. Recordemos las cifras de sus dimensiones principales: Eslora máxima, 105 metros; manga máxima, 20,2 metros; calado máximo, 7,5 metros; desplazamiento, 9.950 toneladas; potencia de maquina a tiro natural, 6.800 caballos; a tiro forzado, 8.000 caballos; velocidad a tiro natural, 16,3 millas; a tiro forzado, 17 millas; velocidad económica, 10,5 nudos; radio de acción, 6.000 millas; blindaje espesor al centro, 45 centímetros de acero Creusot; blindaje en las torres, 40 cm; blindaje en los tubos de carga, 20 cm; en la cubierta, 9 cm; en la batería secundaria, 15 cm; en los blockhaus, 17 cm; artillería, cañones Hontoria de 32 cm, 2 en dos torres; artillería de 28 cm, 2 unidades en dos torres; artillería de 14 cm de tiro rápido, 10 unidades en el reducto central; 1 unidad en la proa; artillería de calibres inferiores de tiro rápido, 20 unidades.
El poder ofensivo, cuya base principal es la artillería, no puede menos de ser reconocido como de primer orden en nuestro PELAYO; el número de cañones de grueso calibre, su calidad y sistema lo demuestran; las piezas similares Canet y Hontoria no han sido superadas hasta hoy, se puede decir, por ninguna otra firma extranjera. La instalación en cuatro torres independientes sigue siendo lo más práctico y militar y desde luego superior por todos estilos al acoplamiento de dos piezas gemelas en cada torre, sistema muy inglés, inculcado rutinariamente a las naciones tributarias de aquella industria naval, que tiene el grave defecto de que una avería en una sola torre inutiliza siempre dos cañones en vez de uno solo…
…El PELAYO en sus pruebas oficiales alcanzo 16,7 millas, sin llegar a hacer uso del tiro forzado, y como ya con esta cifra sobrepasaba las condiciones del contrato, su comandante entonces, el hoy almirante Cervera, decidió con claro talento no llegar al límite de fuerza posible desarrollable, que solo se alcanza en los buques en días de prueba, a costa de detrimento tal de máquinas y calderas que desde aquel instante nunca más logran recuperarla..
El radio de acción con las nuevas calderas aquatubulares que se le han puesto al acorazado ahora en Tolón ha aumentado a 6.000 millas.
Las demás condiciones enumeradas de habitabilidad, defensa contra torpedos, evolutivas, marineras y estabilidad para el fuego de la artillería, no nos metemos en compararlas. Baste saber que, al decir de los marinos, el PELAYO gobierna como un bote, que en los años que navega, buenos y malos tiempos le han mecido, y que hasta ahora todos los informes de los comandantes le señalan estas cualidades como sobresalientes; únase a todo esto un calado muy moderado y estratégico que le permite pasar por el canal de Suez, excelente previsión, y por fin, defensa de redes, proyectores eléctricos y artillería numerosa de pequeños calibres contra los torpederos.
Las variaciones y reformas que recientemente ha sufrido el PELAYO en Tolón lo colocan en resumen, como ven nuestros lectores, en primera fila entre los suyos. Es un buque del año 1.897. ¿Qué tiene defectos? Lógicamente los ha de tener. Las exigencias en arte naval son insaciables, y el desideratum aún no lo ha alcanzado ninguna nación; pero los defectos del rejuvenecido PELAYO son los mismos o análogos a los de todos los acorazados extranjeros que hoy navegan por los mares.
Para la marina española tiene el PELAYO una deficiencia grande, que con cariñoso apodo le señalo, al recibirlo en su seno, el personal joven. En las cámaras de oficiales se le bautizó desde un principio con el nombre de El Solitario, elocuente demostración que acaso provenga de ciertos pesimismos para el futuro…
…Désele a ese personal siempre entusiasta, que jocosamente lo confirmó, una refutación completa que desmienta aquel sobrenombre; auméntese el número de Pelayos, y seguros estamos que así como, según frase de un ilustre Jefe de la Armada, á la célebre NUMANCIA, y por no haberla mejor, la bautizo la marina en El Callao con la propia sangre de Méndez Núñez, al PELAYO fácilmente le borrara el apodo con la que siempre pródigamente ofrece la marina española en días de necesidad para la patria”…
Este interesante y rimbombante articulo muestra como cada una de las marinas de la época se mantenía fiel a las doctrinas imperantes en el momento en cada una de ellas. Evidentemente las torres dobles inglesas eran infinitamente superiores a las barbetas con carapacho para un solo cañón del PELAYO, y las objeciones técnicas aducidas por el autor tenían difícil sostenimiento en una discusión pragmática y realista. Algunas de las cifras técnicas también adolecen de imprecisiones, con lo que recurriremos al libro Buques de la Armada Española a Través de la Fotografía. (1.849-1.900), escrito por Juan Luis Coello Lillo y Agustín R. Rodríguez González para concretar los detalles técnicos:
…”Proyectado por el ingeniero Lagane y basado en el MARCEAU de la marina gala, el acorazado español estaba construido enteramente en acero y desplazaba 9.918 toneladas a plena carga, con unas dimensiones de 104,05 metros de eslora en la flotación, por 20,20 de manga, 11,02 de puntal y 7,35 de calado medio en completo armamento. La planta propulsora fue construida también por el propio astillero francés, y consistía en cuatro máquinas verticales de doble expansión, montadas por parejas en dos grupos independientes y accionando cada una un eje, con una potencia de 6.860 caballos indicados a tiro natural y 9.600 a tiro forzado, para velocidades respectivas de 15 y 16 nudos; el vapor lo proporcionaban 12 calderas, disponiendo de una capacidad de carboneras de tan solo 655 metros cúbicos, lo que resultaba en la práctica en una autonomía muy reducida- en torno a 3.000 millas a velocidad económica- , pese a los excelentes resultados de las pruebas de consumo, convirtiéndose en una de las características más criticadas del buque.
En cuanto a la protección, además de su amplia compartimentación estanca, el PELAYO tenía un blindaje de acero Schneider con un peso de 2.719 toneladas, incluido el almohadillado de madera para su sujeción, y que se repartía del modo siguiente: una faja que se extendía por toda la flotación, con un peso de 1.094 toneladas , una anchura de 2 metros y un espesor máximo de 450 mm en el centro del buque, para disminuir hasta 300 mm en los extremos de proa y popa ; una cubierta protectriz de 70 mm, reducida a 50 mm hacia popa; 400 mm de espesor máximo en las torres de la artillería principal, con 70 mm en la parte inclinada de los carapachos, y 200 mm en sus tubos de comunicación con los pañoles de munición; y 150 mm en el puente de combate o reducto blindado para el comandante. Después de la guerra del 98, como veremos, se le blindarían también los costados en la zona de la batería secundaria.
El armamento principal lo formaban dos cañones Hontoria de 32 cm, situados a proa y popa, y otros dos de 28 cm también Hontoria situados en los costados, fabricados en Trubia y dispuestos todos ellos sobre torres barbetas sistema Canet, primeras con movimiento hidráulico con que dispuso la Armada; como artillería secundaria, montaba un Hontoria de 16 cm. en la parte alta de la roda y 12 Hontorias de 12 cm. en los costados, seis por banda. El armamento de tiro rápido en sus primeros años de servicio lo formaron tres (enseguida 5) cañones Hotchkiss de 57 mm, dos Nordenfelt de 42 mm y hasta 13 cañones revólveres Hotchkiss de 37 mm. También llevaba un cañón de 9 cm. y dos de 7 cm. Hontoria de desembarco para sus embarcaciones menores, además de 7 tubos lanzatorpedos, que se redujeron a tres hacia 1.904…
…Tras su frustrada participación en la guerra del 98, el PELAYO volvió a Tolon el 12 de Febrero de 1.899 para completar las obras de reforma pendientes, permaneciendo en el astillero de La Seyne hasta el mes de octubre en que regreso a España, procediéndose en los meses siguientes a realizarle diversas obras menores y a la modificación de su armamento de tiro rápido, que quedaría constituido finalmente por 12 cañones Nordenfelt de 57 mm, 5 cañones-revólveres Hotchkiss de 37 mm y 4 automáticos Maxim de este mismo calibre…
…Aunque el acorazado no llegaría a utilizar su artillería en la guerra del 98, si lo haría con frecuencia en Marruecos, sobre todo a partir de la guerra de Melilla de 1.909 y de la implantación del Protectorado, que obligaría a un constante despliegue naval. El PELAYO se incorporó a las operaciones sobre la costa marroquí en septiembre de 1.911, bombardeando hasta finales de año diversos objetivos y poblados con su artillería de grueso y mediano calibre. Esta actividad bélica no le hizo descuidar sus tareas habituales, acudiendo a Gibraltar el 30 de Enero de 1.912 para saludar a los reyes de Gran Bretaña, en viaje de regreso desde la India, y asistiendo el día 5 de Febrero en Ferrol a la botadura del primer acorazado del programa Maura-Ferrándiz, el ESPAÑA del ya citado tipo Dreadnought.
Poco después volvió a Marruecos, participando en un simulacro de desembarco sobre la bahía de Alhucemas, en pleno corazón del Rif, preludio del decisivo que tendría lugar en aquel mismo escenario en septiembre de 1.925. También en 1.912, en la noche del 22 al 23 de noviembre, tuvo una varada cerca de Mahón que le produjo leves averías, marchando a repararlas a Cartagena. Al año siguiente, 1.913, volvió a utilizar su artillería sobre objetivos en Marruecos, seguido de su presencia en Cartagena en octubre al frente de la Escuadra, con motivo de la visita del Presidente de la República Francesa, Raymond Poincare, que sería cordialmente recibido por Alfonso XIII. Por aquellas fechas, se acababa de entregar a la Armada el nuevo acorazado ESPAÑA, que sustituiría muy pronto al envejecido PELAYO como buque principal de la Escuadra, marcando el inicio del ocaso de nuestro protagonista.
Es dado de baja en las listas de la Armada el 1 de Agosto de 1.924. El 26 de Abril de 1.926 sale hacia Rotterdam para proceder a su definitivo desguace”…
Veamos ahora, a través de un apunte de la revista El Mundo Naval Ilustrado, Año II, Núm. 25, edición de 1º de Mayo de 1.898, pag.215 una pequeña biografía de su primer comandante, D. Pascual Cervera y Topete:
…”Nacio este bravo e inteligente marino en Medina Sidonia (Cádiz), el día 18 de Febrero de 1.839, y a los 13 años ingreso en el Colegio Naval como aspirante de numero; examinado de sus primeros estudios, obtuvo la nota de sobresaliente y se le expidió la carta orden de Guardia marina de segunda en junio de 1.855, comenzando su carrera a bordo del vapor VELASCO, y luego en el CASTILLA, LEPANTO, ISABEL II, VILLA DE BILBAO y otros. Ascendió a Guardia marina de primera en Enero de 1.859, y obtuvo los empleos sucesivos en las fechas que se expresan a continuación: Alférez de Navío en 1.860, Teniente de Navío de segunda en 1.862, id de primera en 1.868, capitán de fragata en 1.873, Capitán de Navío de primera en 1.891 y Contraalmirante en 1.896.
En su larga y honrosa carrera de marino demostró siempre, ya como oficial o en calidad de Jefe, poseer en pleno dominio las más estimables cualidades que deben adornar a todo el que aspire a ejercer con gloria tan difícil profesión: valor a toda prueba, indomable energía para el mando y acendrado amor a la bandera que simboliza el honor de la Patria.
Fallece en 1.909 en Puerto Real”…
El buque estuvo a punto de perderse en la mañana del 23 de noviembre de 1912, al varar a la entrada de Maó.
Entre la abundante bibliografía destacar el libro El Acorazado PELAYO, de Alejandro Anca Alamillo.
Con respeto y afecto. Es , a mi juicio, un interesante artículo.
Estimado Sr.
Muchas gracias por sus amables palabras. Es ya un articulo muy viejo que habrá que retocar
Saludos
Vicente
Buen artículo de historia naval. Pero la lección que saco de que aquella contienda naval del 98 que resultó un rotundo desastre para España peor que el de Trafalgar, es que fallo la inteligencia, y «sin inteligencia no busques la victoria».
Buenos dias
De acuerdo con usted. Mentalidad continental y cerrada. Seguimos igual