UPO-MENDI

Afortunadamente para la historia y vida marítima de nuestro país, la Compañía Euskalduna construyo para la naviera Sota y Aznar, el único buque tipo Turret realizado en nuestro Estado.
Este tipo especial de construcción naval, que ya vimos al estudiar el vapor Mayo, estaba especialmente indicado para el transporte de mercancía a granel sin ensacar y sin necesidad de arcadas, según nos cuenta Ricardo Alvarez Blanco, en su libro 19 Mercantes y un Destructor, ISBN: 84-609-2222-7, editado en el año 2.004. También resultaba especialmente indicado en el paso por canales y en las estadías en puerto, ya que por su especial construcción, estaba limitado por sus características el tonelaje bruto, sin afectar al porte o peso muerto. El sueño de muchos armadores.
Para describir el buque recurriremos a la revista Vida Marítima, Año XI. Num. 361 de 10 de Enero de 1.912, quien en su pagina 12, hace referencia al citado buque:
El vapor Upo Mendi.
El año 1.911 se ha despedido con la botadura efectuada en el pasado mes de Diciembre del nuevo vapor Upo Mendi, construido por cuenta de los Sres. Sota y Aznar, en los ya afamados astilleros de Euskalduna, de Bilbao, bajo la dirección del Registro Internacional de Clasificación de Buques, el Bureau Veritas.
Este buque cuya construcción es un nuevo paso en la industria naval de la nación, es el primero de los del tipo Turret, que en España se construye en plazo relativamente corto, toda vez que se le puso la quilla en 3 de Septiembre del año anterior.
Sus características son: Eslora (p.p.) 106,70 metros; manga máxima, 15,28 y puntal 7,70. Su desplazamiento total es de 8.925 toneladas y puede cargar 6.800 toneladas de mercancías.
La maquina es de triple expansión, con cilindros de alta presión de un diámetro de 635 milímetros, media de 1,041 metros y de baja de 1,702, con un curso (carrera) de 1,143 metros.
Tiene dos calderas de tres hornos cada una, para poder trabajar a 180 libras de presión, de 4,888 por 3,200 metros de diámetro y longitud, capaces para producir una potencia de 1.500 caballos indicados, que imprimirán al buque una marcha de 10 millas por hora.
Tiene además alumbrado eléctrico en todos los departamentos. Los departamentos para la tripulación se hallan instalados en la popa debajo del saltillo, ocupando un espacio de 7,60 por 9,75 metros, dividido en dos departamentos de 10 camas de hierro cada uno, con todos los adelantos modernos, como son radiadores para la calefacción de vapor, etc. Aislado de los anteriores se hallan otros dos departamentos con sus W.C. para duchas y baños con agua caliente o fría, según convenga.
En la proa también bajo el saltillo, completamente aislada se halla instalada la enfermería, que ocupa un espacio de 3,80 por 2,40 metros, con dos camas y todos los requisitos necesarios para el objeto del mismo.
Sobre la banda de babor, debajo del saltillo, tiene instalado un departamento, con una completisima instalación para el lavado, secado y planchado mecánico.
Por lo expuesto, resulta que el nuevo vapor Upo Mendi, es la ultima palabra de la moderna construcción naval, puesto que su especial sistema de construcción le permitirá hacer ruta sin riesgo de averías cuando buques de otros tipos tendrán que capear.
En el lujo y confort de las dependencias se ve claramente el deseo de sus armadores Sres. Sota y Aznar, de no omitir gasto alguno, siendo el mayor buque que ha salido de esta índole. Damos nuestra enhorabuena a los armadores, al ya famoso astillero Euskalduna y al Bureau Veritas bajo cuya dirección se ha llevado a cabo tan hermosa obra, que honra sobremanera a la Construcción Naval Nacional.
En verdad debian ser apreciables los avances sanitarios y sociales a bordo, pues en la misma revista Vida Marítima , en el Num.373 de 10 de Mayo de 1.912, pags.202 y 203, se hace un extensísimo reportaje de un articulo del diario The South Wales Argus, de Newport,quienes visitaron el buque invitados por su Capitán, J.C. Arrotegui, junto al Doctor Howard Jones y dos inspectores sanitarios del puerto. Por una vez las alabanzas iban en sentido de maestro a alumno, y se pueden leer frases como; …de lo mucho que se podría decir de los alojamientos de los Oficiales y Maquinistas, con sus departamentos de baño separados y sus esplendidas condiciones sanitarias. Son sencillamente un modelo. El punto principal es al que se refiere al resto de la dotación. Todos los alojamientos de los marineros y de los fogoneros están en la parte de popa de la cubierta principal y todas las carboneras están en el centro del barco, separadas de los costados…
En el Upo Mendi los alojamientos de los marineros y de los fogoneros tienen mucha capacidad de aire y abundante luz, proporcionada por tres lumbreras y tres portas, sin la interposición de las carboneras.
Sigue de esta manera con una serie de agradables elogios, en lo que parece era un sobresaliente buque en el tema de acomodación para tripulación.
Para completar la información decir que la maquina había sido construida por Blair & Co de Stockton on Tees, según cita Ricardo Alvarez Blanco, el numero de grada había sido el numero 20 del astillero, se había entregado en Febrero de 1.912 a sus armadores; su eslora total era de 111, 30 metros y según la Lista Oficial de Buques de 1.935, otras características destacables eran: Señal de llamada, EAJM, calado 6,60 metros; registro bruto, 4.193,41 toneladas; registro neto, 2.562,53; una altura metacentrica de 3,277 metros; 301 caballos nominales; 1.350 ihp; carboneras con capacidad para 910 toneladas para un consumo diario de 25; tanques de lastre de agua con capacidad para 1.171 toneladas.
En la guerra civil tuvo una triste actuación como cárcel flotante. En 1.939 se le cambia el nombre a Monte Jarindo, y en 1.952 es adquirido por Duro Felguera que le renombra Felguera, para cuya información en este periodo recomiendo leer el libro 19 Mercantes y un Destructor antes citado.
Es desguazado en Gijon el 26 de Octubre de 1.962.
Foto 1. El Upo Mendi listo para pruebas de mar. Del libro La Industria Naval Vizcaina. Autor Teofilo Guiard y Larrauri. Publicado en 1.917.
Foto 2. Muelle de fitting-out. Del libro Euskalduna. Del Astillero al Palacio de Congresos y de la Musica.
Foto 3. El Felguera y su particular forma de casco, según el sistema Turret. Del libro 19 Mercantes y un Destructor.
Foto 4. Al final de sus dias. Observense las particualres caracteristicas de la forma del casco. Del mismo libro.
Nota.- Si alguien desea consultar el articulo integro de la revista Vida Marítima, puede contactar por e-mail en el apartado comentarios.

9 comentarios en “UPO-MENDI

  1. Quisiera saber si ustedes me darían el permiso para ilustrar con una foto del Upo Mendi un libro que yo he escrito sobre las islas de San Simón. Es una novela de ciencia ficción, basada en la ocupación de las islas por un ángel maligno. En él se mezclan informaciones reales y la odisea del barco desde Bilbao hasta la ría de Vigo.

    En referencia al comentario que hacen sobre el Upo Mendi y hasta su desguace en Gijón, está muy completo y me ha sido de gran ayuda. Muchas gracias.

      1. En primer lugar: gracias Vicente. Tu rápida contestación me hizo sentirme bien. La foto que te pido es para hacer creíble la odisea que este buque hace desde Bilbao hasta la bahía de San Simón. Soy vecino de Redondela y te lo agradezco. La odisea que yo describo es supuesta, pero llena de una realidad que me muy poco (presumo) envidiará de la verdadera.

        EL ENTE DE SAN SIMÓN. Este es el título del libro, (genero, novela), Y por supuesto que te haré saber el día de su publicación. Me encargaré personalmente, con tu permiso, de enviarte un ejemplar.
        Si lo deseas y tienes tiempo de leerlo, a continuación te envío el fragmento que incluyo en mi novela.

        AÑO 1.937 (Posguerra civil española)

        <<Escuchen entonces con atención.
        —Era un mes de septiembre, del año 1.937 y desde Bilbao, un barco cargado con cientos de prisioneros de guerra zarpaba con rumbo, a priori, desconocido.
        —Abordo, los responsables de tan peculiar carga controlaban sin demasiados miramientos a unos hombres condenados por el recién instaurado régimen fascista a penas de muerte sin previo juicio y sin ningún tipo de obligada defensa. ¿Delito?, haber luchado en una guerra civil que nunca tuvo que haber comenzado. Obligados unos y voluntarios otros, estos hombres habían luchado en una guerra entre hermanos. Una guerra atroz que logró separar pueblos y crear resentimientos, que todavía hoy y con el paso de los años, aun están presentes.
        —La tripulación del barco eran en mayoría delincuentes, fascistas, vagabundos y algún que otro engañado bohemio, soñador de libertades antiimperialistas.
        —Las bodegas estaban atestadas de seres humanos aliñados como sardinas en salazón. Éste y otros navíos más, fueron reformados con extremada prisa para el transporte de prisioneros a una cárcel recientemente reformada también para ese mismo fin.
        —Ahora, su triste actuación lo convertía en un barco de sufrimiento y muerte. Con rumbo norte y a unas cinco millas de Bilbao, el capitán ordena un nuevo rumbo. El Upo Mendi* coge ahora rumbo oeste, sin esclarecer su destino.

        *Buque de carga, botado en diciembre de 1.911, con una eslora de 106,70 metros y una manga de 15,28, el Upo Mendi era un buque de grandes dimensiones para su tiempo, con un desplazamiento bruto de 8.925 toneladas. Siendo el orgullo de sus armadores. /n.a.

        —Cuentan, que el mar Cantábrico ese día lucía gris y tormentoso. En los distintos compartimentos, seres humanos intentaban sobrevivir en condiciones deplorables. Las necesidades se hacían a popa y para llegar a ellas, tenían que sortear a cientos de compañeros que pisoteados y algunos ya muertos, no sentían nada.
        —Una vez rendido el frente del norte a las tropas de Franco, estos prisioneros eran tratados de una forma inhumana. Gripes, disenterías, tuberculosis e incluso la peste, hicieron mella en muchos de ellos. Llegado el caso de un fallecimiento, el cuerpo se arrojaba al mar con un peso añadido de veinte kilos.
        —En verdad, no se sabe cuántos pudieron quedar en las oscuras aguas del Cantábrico. Los diarios de a bordo eran meros trámites de un papeleo, archivados después con celo en las distintas dependencias del nuevo estado.

        —El capitán elegido para esta clase de transportes era de origen italiano, enviado a España por el gobierno de Mussolini, el cual guardaba muy buenas relaciones con Franco. No dejaba a los prisioneros escribir ni una miserable carta, siendo éstas intervenidas para mofa, de los que no eran capaces de diferenciar lo sensato de lo insensato.
        —Las burlas que soportaban como combatientes derrotados, eran insidiosas. Muchos de estos combatientes habían luchado en el frente con el Máuser 98 o Gewehr 98, con un peine para cinco cartuchos y bayoneta calada. Estas armas pesaban más que muchos de ellos, que algunos enfermos y otros deshidratados, no eran capaces de moverla con soltura. Ahora desposeídos de su identidad, estos hombres merecían la libertad tanto como los vencedores. El infierno continuaba.
        —La navegación se prolongó durante tres días y tres noches. El hedor a través de las distintas compuertas del carguero era hediondo. Gritos de dolor y agonía se oían en un continuo clamor. Los mandos del barco hacían oídos sordos a esas quejas de auxilio y continuamente alguno de ellos bajaba buscando muertos. Las mascarillas eran de uso obligado para los miembros de la tripulación, que llegado el caso, los contagios podrían llegar a ser mortales. Muchos no alcanzaron su destino ahorrándose sufrimientos, puesto que esperaban días de dolor y angustia a bordo del Upo Mendi.
        —Llegados a la altura del cabo Finisterre, el capitán corrigió el rumbo de nuevo, ésta vez hacia el sur. La subida de temperaturas, sin dejar de ser frías, empeoró la situación a bordo. Numerosos hombres todavía con fuerzas intentaron amotinarse contra la tripulación, pero sin mediar una sola palabra, muchos de ellos eran acallados con ráfagas de ametralladora. Ese día fueron arrojados al mar, dieciocho prisioneros sin vida.
        —El segundo oficial no era partícipe de semejante locura y en un cuaderno intentaba anotar los nombres de los pobres desgraciados que eran lanzados por la borda. Pero su acción pudo causarle un grave problema. Desconfiados y controlado por sus propios compañeros de abordo, este personaje y buen hombre continuaba a escondidas con la labor de hacer menos sufrible la vida de estos pobres y condenados seres.
        —Uno de ellos le entregó una carta la cual metió entre sus ropas con rapidez y por supuesto, sin llegar nunca a entregársela al capitán.

        La señora Dolores se puso de pié dando un descanso a la historia y con manos temblorosas abrió el cajón de una encimera, entregando a Maleen un sobre. —Toma hija, lee—. Maleen se quedó sorprendida. Con pulcritud, abrió el sobre sacando un frágil papel escrito y amarillento por los años. Su lectura decía:

        Maleen fue incapaz de aguantar unas imperceptibles lágrimas. Aleixo observándola por el rabillo del ojo, lo entendió. Luego, la señora Dolores continuó.

        —El barco continuó navegando con su macabra carga rumbo sur hasta la entrada a una de nuestras rías. La elegida era la ría de Vigo. Adentrándose hacia el fondo de ésta ría y pasando de largo el estrecho de Rande, un campo de concentración esperaba a estos hombres medio muertos. Sin calado para arrimarse a la isla de San Simón, permaneció fondeado poco después del estrecho, a una milla de la isla con toda su macabra carga a bordo, pero muy cerca de la costa.
        —Por aquel entonces, estas islas formaban parte de un campo de concentración en la posguerra española, que al estilo nazi y en vez de usar gas, eran fusilados miembros o militantes de otros partidos políticos sin más juicio que el de sus propias ideas.

        —Desde Agosto de 1.936 hasta 1.937, esta isla fue un campo de represión y exterminio para prisioneros de guerra, luego, siguió siendo una cárcel común, en su mayoría, prisioneros del nuevo régimen.
        —Los viejos, inútiles y discapacitados, fueron vistos por el régimen franquista como un estorbo. Los aptos fueron condenados a trabajos forzados para la reconstrucción de puentes, carreteras, ferrocarriles e incluso monumentos en pos de los vencedores.
        —Durante esos dos años, muchos de los detenidos de San Simón fueron asesinados por miembros de la falange, ejecutados en cunetas de carretera y contra muros de cementerios.
        —Fue terrible hijos. —Apuntaba la buena señora un poco emocionada, al revivir aquellos aletargados recuerdos de su vida.
        —La masiva llegada de presos a la isla se produjo con la mencionada caída de la resistencia en el norte, donde muchos de ellos fueron ejecutados sin que la jurisdicción militar emitiese ningún tipo de veredicto.

        Años más tarde, la isla llegaría a contar con 2.500 presos. Solo en 1.941 “fallecieron” 250 hombres. /n.a.

        —La noticia hizo mella en las gentes de tierra, que sabían cómo hacinados en las bodegas del Upo Mendi, cientos de hombres pasaban un calvario extremo.
        —Se dice, que de noche y desde tierra, se oían caer al mar hombres muertos envueltos en fajos de tela con un peso añadido de veinte kilos para que no reflotaran. Esos hombres no contaron, ni siquiera, con una reconfortante bendición.

        Durante un instante, Maleen y Aleixo, cruzaron sus miradas.

        —Al amparo de la noche, muchos de estos prisioneros fueron sacados del barco por hombres de tierra con la complicidad del segundo oficial de a bordo. Después serían escondidos para su posterior traslado a Portugal y, créame, que lo hacían a sabiendas de que exponían sus propias vidas.
        —Le creo señora. —Asentía Maleen.

        —En una de estas acciones humanitarias que conozco muy bien, tres hombres salieron desde la parte sur del estrecho en una barca a remos. La noche elegida era de viento y de una lluvia muy fría. Cuando estuvieran cerca del barco, la señal era la bocina de un coche desde la costa, entonces el segundo de a bordo bajaba a uno de los más enfermos atado con una cuerda por debajo de los brazos hasta la barca y con un remar lento y en silencio, lo acercaban a tierra, donde este mismo automóvil lo llevaba hasta una casa elegida de ante mano. Estas acciones la repetían en la noche, dos o tres veces.
        —Este calvario duraría unos meses, hasta que una noche, la cadena del ancla se rompió y el Upo Mendi embarrancó en la cercana costa. Los pocos hombres que quedaban a bordo, fueron trasladados a la isla. Más tarde a este barco le cambiarían el nombre y en octubre de 1.962, sería desguazado en Gijón>>.

        —————————

        —Eso es todo lo que les puedo contar sobre ese barco maldito. Que dicho sea de paso, el barco no tuvo culpa alguna.
        —¿Sabe usted, quién o quienes fueron esos hombres que ayudaron a escapar a ese número de prisioneros, señora? —Pregunta Maleen, emocionada.
        —De muchos ya no me acuerdo. —Decía con lágrimas en los ojos—. Pero uno de ellos fue después mi marido y la casa donde se escondían, era ésta. Que Dios los tenga en la gloria a todos y al segundo del Upo Mendi, también.
        —¿Su marido? Vaya, lo lamento señora, pero tuvo usted un marido muy valiente y noble. —Afirma Maleen—. Y nosotros le quedamos muy agradecidos por esa historia. Si está en nuestra mano hacer algo por las memorias de esas gentes, no dude en decírnoslo.
        —Lo único que se podría hacer, es salvar sus almas, que seguramente no han encontrado la paz y estarán vagando entre el cielo y el infierno. —Decía al tiempo que se santiguaba.
        —¿Cómo?
        —Sí, hija, sí. —Decía lacónica la creyente mujer—. Esos hombres murieron sin la extremaunción y los pecados, si los hubiere, no han sido atendidos por Nuestro Señor.
        —Claro, no había caído en eso. Gracias por todo señora y perdone la intromisión. Lo que nos ha contado es muy importante para nosotros.
        —Gracias a ustedes que guardan la ley, pero no se olviden nunca de implantarla con justicia. —Los tres se despidieron dando las gracias a la buena señora.

  2. En el mes de diciembre del año 2015 se ha puesto a la venta el libro con el título de ‘El Ente de San Simón’
    Les envío este comentario para darles las gracias por la cesión de dos fotos del Upo Mendi, que aparecen en el interior, y que ustedes tuvieron la amabilidad de cederme.
    Si me facilitan una dirección de correo, yo mismo les enviare un ejemplar para demostrarles mi gratitud.
    Gracias de nuevo y, un saludo.

  3. Quisiera realizar una consulta en el mismo sentido. Me encuentro preparando una publicación sobre el periplo de mi abuelo por diez prisiones y, dado que pasó por San Simón y brevemente por el Upo-mendi, quisiera poder incluir una imagen del barco, la misma donde aparece su nombre inicial. ¿Sería posible? La publicación se va a llamar «Zutik ozta-ozta nator», estará redactada en euskera, con documentos originales en castellano. Gracias por su colaboración.

    1. Kaixo, soy nieto del capitán del Upomendi antes de entregarlo a la naviera Aznar en el conflicto. Tengo una acuarela del barco navegando. Si quieres está a tu disposición.

  4. Como habrás comprobado, soy persona agradecida. Espero que te guste y disfrutes del libro, que por mi parte, lo he disfrutado mientras lo escribía.
    Gracias por tus deseos y, hasta siempre.
    Manuel MOledo Couso.

    Postdata:
    En el año, 1952, en la isla de San Simón ocurrió un hecho nefasto, donde perecieron unos cincuenta hombres en el naufragio de la embarcación ‘A Monchiña’ al volcar esta en el islote que está por el sur de San Simón. Eran de la guardia de Franco. Te digo esto, porque veo que un vasco te está pidiendo la foto del Barco, y si le hiciera falta la verdadera historia, yo conozco a un fotógrafo de Redondela que era pasajero del barco, y fué el único entre unos seis más de los que se salvaron.

  5. !Hola! Saludos, soy hijo de un teniente de la 4ª Compañía del Batallón Octubre del Ejército Vasco, el cual estuvo preso en la cárcel de Larrínaga en Bilbao, antes de ser embarcado en el vapor Upo Mendi en los muelles de la Ría con destino a la Bahía de Redondela, donde le tocó ser uno mas de los «pasajeros» que Vd. describe en su mencionada edición literaria víctima de la barbarie de los «Salvadores de la Patria».
    Mi padre, Domingo, una vez liberado se casó con la novia (Mi madre) que tenía desde antes de la guerra y tuvieron dos hijos varones los cuales dejó huérfanos con 14 y 8 años respectivamente y a los cuales lógicamente (digo yo) nunca trasmitió noticia alguna sobre sus vivencias tanto en el frente como posteriormente privado de libertad; pero lo que sí observamos y penamos fue el resultado de su encarcelamiento el verle a diario con su estómago totalmente destrozado, medicándose y sufriendo unos inmensos dolores además de ver como pasaba inútilmente por el quirófano hasta tres veces con la esperanza imposible de que alguna fuera la que le aliviara algo el sufrimiento. Eso sí; unos meses antes de morir el año 1.957 recién operado se desplazó como pudo a presentarse al Cuartel de la Guardia Civil, como era preceptivo por su condición y como lo había hecho hasta entonces, pero en esta ocasión el motivo era que el no hacerlo pudiera traerle consecuencias desagradables a su familia.
    Después de este relato se habrá imaginado que su libro me interesa grandemente, por lo que le quedaría enormemente agradecido si me indicara si a estas alturas aún hay algún ejemplar a disposición de los compradores y donde y como lo podría conseguir.
    Conste que lo que Vd. relata en su obra es como para sobrecoger y como puede observar a mi me toca muy de cerca y me interesa de verdad conseguir esa publicación de la cual le quedo enormemente agradecido por su innegable trabajo y el servicio que ella realiza.
    Muchas gracias por sus relatos y quisiera tener suerte consiguiéndola.

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