LA SANTANDERINA DE NAVEGACIÓN Y EL VAPOR QUE NO SE QUERIA HUNDIR…

MI MARIDO VA A LA MAR; CHIRLOS MIRLOS VA A BUSCAR

…que no era otro que el pequeño PEÑA CABARGA, primer buque de la compañía, nombrado, como todos los de esta, con el nombre de las peñas más bonitas de Santander, siendo Cabarga la más distinguida de todas ellas, guardián y vigilante de la bahía y montaña reina del paisaje ciudadano de Santander, como decía Rafael González Echegaray.

R. 5825 D. VC2. 1045. El vapor PEÑA CABARGA en la Bahía de Santander, 1899. Colección Víctor del campo Cruz. Centro de Documentación de la Imagen de Santander. CDIS. Ayuntamiento de Santander.tif
R. 5825 D. VC2. 1045. El vapor PEÑA CABARGA en la Bahía de Santander, 1899. Colección Víctor del campo Cruz. Centro de Documentación de la Imagen de Santander. CDIS. Ayuntamiento de Santander.tif

Pocas fotos he encontrado del PEÑA CABARGA, y la enviada por el Centro de Documentación de la Imagen de Santander, CDIS, del Ayuntamiento de Santander, y acreditada como R. 5825 D. VC2/1045. Autor desconocido. El vapor PEÑA CABARGA en la Bahía de Santander, 1899, Colección Víctor del campo Cruz, es una de ellas.
Sobre la compañía, y según la Revista de Navegación y Comercio, Año 1.898, en sus págs. 27 a 29, leemos:
…”La Compañía Santanderina de Navegación.
Esta Compañía recientemente constituida en Santander, tiene por objeto la adquisición y explotación de vapores destinados al transporte de los minerales de las minas de hierro de dicha provincia y restantes de España al extranjero, y a la conducción de carbones entre diversos puertos de Europa o América.
La Sociedad Anónima se ha constituido con un capital desembolsado de 760.000 pesetas, repartido en 1.520 acciones de 500 pesetas.
El primero de los buques adquiridos por dicha empresa es el PEÑA CABARGA, nombre de la montaña principal de las que rodean la pintoresca y hermosa bahía de Santander.
El PEÑA CABARGA, del que publicamos adjunto grabado, es un hermoso buque de acero, incluso la cubierta. Esta aparejado de goleta y es uno de los barcos que, dadas sus dimensiones (2.700 toneladas), tiene menos calado, pues solo llega este a 17 pies ingleses. Fue construido el año anterior en el astillero de los ingleses Sres. Mac Millan, de Dumbarton (Escocia), y sus características son: eslora, 260 pies; manga, 37,50 pies; puntal, 20,50 pies.
Su desplazamiento con toda la carga a bordo, es de 3.800 toneladas. Tiene máquinas de triple expansión, que desarrollan 900 caballos de fuerza y le imprimen una velocidad de 9 millas constantes en viaje.
La chimenea está pintada de negro, llevando en el centro dos fajas: la alta blanca, y la inferior roja, que son los colores de la matrícula de Santander.
A este buque seguirán el PEÑA CASTILLO, el PEÑA LABRA y el PEÑA SAGRA, nombrados todos de montañas famosas de la provincia citada.
Acaso por efecto de las persistentes huelgas, que tantos perjuicios ocasionan a los astilleros ingleses, se retrase algo la construcción de los dos primeros vapores antes mencionados. De ocurrir esto, y deseosa la Compañía de emprender cuanto antes los transportes en grande escala, quizás se decida a comprar buques de dos a tres años de edad y que reúnan las condiciones necesarias para el tráfico al que se han de dedicar.
Merece citarse, como signo característico de esta Empresa naviera, que tanto su Consejo de Administración como la oficialidad, maquinistas y tripulantes de sus buques, han de ser montañeses; hermoso ejemplo de bien entendido regionalismo, digno de imitarse.
Dicho Consejo de administración está formado de comerciantes, consignatarios de buques y banqueros de Santander, y son los siguientes: Presidente, D. Francisco G. Camino; Vicepresidente, D. Antonio Huidobro; Secretario, D. Ángel F. Pérez; Vocales, D. Alberto de Vial y D. Francisco Salazar. Manda el PEÑA CABARGA D. Segundo C. Martínez, y lleva de pilotos a D. Felipe Bayos y D. Félix Aguirre, los tres inteligentes marinos montañeses…
…Repetimos nuestros plácemes a los dignos individuos que dirigen la Compañía Santanderina de Navegación, y la deseamos larga y prospera vida mercantil”…
Botado el 17 de agosto de 1897 por los astilleros de Archibald McMillan & Son, en Dumbarton, con el número de grada 350, era un vapor a hélice con casco de acero y maquina alternativa de triple expansión. Había sido puesto en grada como ALMIDA, para intereses de W. S. Miller, de Glasgow, y comprado inmediatamente, según parece ser- por la Santanderina.

PEÑA CABARGA de la Santanderina. De la Revista de Navegación y Comercio. Año 1898.jpg
PEÑA CABARGA de la Santanderina. De la Revista de Navegación y Comercio. Año 1898.jpg

Su vida marítima a partir de aquí, resumida, fue la siguiente:
En 1919 lo compra la Compañía de Navegación Vizcaya, renombrándolo ABANDO.
En 1963 es propiedad de Ángel Riva Suardiaz, de Gijón.
En 1970 figura a nombre de la Naviera Rivadeluna S.A., de los mismos propietarios anteriores.
Se desguaza en 1975.
De 1.745 toneladas de registro bruto, 1.000 de neto y 2.704 de peso muerto, su señal distintiva era EANC (ya como ABANDO, según veremos) y tenía una maquina alternativa de triple expansión que registraba 130 nhp y proporcionaba 750 ihp, o 900 shp, suficientes para conseguir una velocidad comercial de 9 nudos; sus carboneras tenían una capacidad de 250 toneladas para un consumo diario de 12. Ideal para el gran cabotaje para el que se pretendía utilizar entre los puertos de la costa cántabra y los de Inglaterra y norte de Europa, incluidos los del Báltico.
La prensa se hacía eco de la llegada y bautizo del buque, y así el diario La Época, en su edición de viernes 29 de octubre de 1897 citaba:
…”Santander. —Ayer se verificó la bendición del vapor PEÑA CABARGA, con cuyo acto se inauguró la Compañía de Navegación santanderina.
Bendijo la nave el provisor del obispo D. Alejandro Fernández Cueto.
Al acto asistió numerosa representación del comercio.
Terminada la ceremonia, zarpó el buque con rumbo a Rotterdam, con carga de mineral de hierro”…
Su viaje inaugural, según el libro La Marina Cántabra, Desde el Vapor, Vol. III, de Rafael González Echegaray fue el siguiente:
…”En Santander fue el buque abanderado definitivamente en un acto a bordo con la consabida asistencia de prensa y autoridades y la de media población que no cabía en sí de gozo al contemplar un gran vapor –el primero-, realmente suyo por matricula, por dinero, por tripulación y por nombre; y por predestinación. Cargado de mineral hasta las lumbres en el Astillero, el PEÑA CABARGA con todo el telégrafo largo y el gallardetón largo con su nombre izado en el trinquete, bajo la ría ante la ciudad encantada, que ya tenía barcos de hierro y humo a línea europea. El PEÑA CABARGA zarpo para Rotterdam y su regreso fue con carbón de Newcastle a Sevilla a donde llego el 8 de Diciembre”…
Veamos ahora los acaecimientos que le tocaron vivir a este vapor y sus tripulantes, y como su destino le impidió irse al frio bentos. Según el mismo libro:
…”El primer susto serio lo dio el PEÑA CABARGA en el mes de Octubre de 1899, cuando regresaba de Inglaterra con carbón para la industria bilbaína. Sorprendido en el golfo de Vizcaya por un temporal –el famoso cordonazo- estuvo al garete más de cinco días y cuando ya se empezaba a pensar en tierra seriamente en su perdida, recalo sobre el abra bilbaína el día 9 maltrecho y escorado”…
Y más adelante el mismo libro cita:
…”Los otros tres percances corrieron íntegramente a cargo del PEÑA CABARGA. Hacia entonces este barco un tráfico que, arrancando con mineral de Santander, llegaba al puerto alemán de Krautczewick, en Stettin, pero dando la vuelta por el Skagerrak, tras una escala de carboneo en algún puerto ingles del Mar del Norte, de donde salía el buque sobrecargado, como es fácil de suponer. El CABARGA, al mando del Capitán D. Federico de Cacigal, con D. Manuel Sáez de primer piloto y D. Manuel Fernández de segundo, zarpo de Santander cargado de mineral el 31 de Agosto para llegar a Blyth el 6 de Septiembre. En el estrecho de Dover, se cruzó y se saludó con el PEÑA CASTILLO que regresaba del Mar del Norte a Santander. Relleno carboneras y pockets para garantizar el ahorro de unas cuantas libras en el viaje redondo y salió el día 7. Nada más quedar fuera de puntas, fue violentamente abordado por su costado de estribor y a la altura de la bodega número dos, por el barco sueco BLANKA, que hacia pruebas de velocidad.
El PEÑA CABARGA se hundió en pocos segundos, varando sobre la costa. Instalándosele una caldereta sobre cubierta, y sin alijar el cargamento fue reflotado, y entre dos aguas llevado a remolque a Blyth de nuevo, pero con tan mala suerte que, en el preciso momento de cruzar la barra, volvió de nuevo a hundirse, aunque se consiguió arrastrarle hacia un bajo próximo, en donde al bajar la marea se quebrantó. No obstante, sin que el buque llegara a partirse, fue de nuevo reflotado el 12 de Septiembre y llevado a Newcastle para su reparación definitiva, de donde salió el 18 de Noviembre con un cargamento completo de carbón, llegando a Santander el 22.
Todavía en el mes de Diciembre de ese mismo año, concretamente el día 20, cuando navegaba al mando del Capitán Regato en viaje de Santander a Bilbao, a causa de la niebla, sufrió otro abordaje con el mercante asturiano PRIMERO, de 1.252 toneladas, a la altura de Cabo Quejo”…
Afortunadamente ambos buques sobrevivieron, y el PEÑA CABARGA pudo salvar aquel penoso año, siendo vendido en 1919, junto al PEÑA ANGUSTINA, a la Compañía de Navegación Vizcaya en donde se bautizó como ABANDO.
Una breve reseña de esta compañía la da el boletín Madrid Científico, de 1919, Nº 981, en su página 11:
…”Compañía de Navegación Vizcaya. —Con esta denominación se constituyó recientemente ante el notario de Bilbao Sr. Catarineu una Sociedad de 8.250.000 pesetas de capital, que se dedicará a toda clase de tráfico marítimo.
Su primer Consejo de Administración se compone de los siguientes señores: Presidente, D. Ángel de Goiri; vicepresidente, D. Luis Rafael de Aldecoa; secretario, D. Ignacio de Santu; vocales: D. Luis Vic, D. Bernardino Ibernia, D. Ramón Eguía, D. P. Luis de Gárate, D. Ricardo Damborena y D. Leandro Aldama”…
El ABANDO en concreto, estuvo muchos años en el cabotaje nacional con cargas completas de mineral, sobre todo carbón.
Por ejemplo, el 8 de octubre de 1923 llegaba a Barcelona, desde Cardiff, con carbón, y tras descargar, el 15 de octubre salía para Águilas.
El 8 de mayo de 1924 llegaba a Barcelona, con carbón, y el 18 salía hacia Sevilla en lastre.
El 23 de febrero de 1927 llega a Barcelona, con 2.900 toneladas de carbón, desde Avilés, y tras descargar, sale el 2 de marzo en dirección a Casablanca.
El 12 de julio de 1927 llega a Barcelona, con duelas, desde Civitavecchia, y parte el 17 del mismo mes hacia Coruña.
El 2 de marzo de 1928, al mando del capitán Santamaría, llega a Barcelona, desde Sfax, con 1.701 toneladas de fosfatos, y el 15 del mismo mes parte hacia Sevilla.
El 24 de mayo de 1929 llega a Barcelona, desde Cardiff, con un completo de carbón.
El 27 de septiembre de 1929, llega a Barcelona desde Santander.
El 10 de abril de 1930 parte hacia Casablanca, desde Barcelona.
A partir de 1930 efectúa una serie de cargas de automóviles, desde Barcelona, con destino Casablanca y Lisboa, y así, el 11 de julio de 1930 carga 170 de estas unidades (La Vanguardia. Edición del viernes, 11 julio 1930, página 17)
El 28 de julio de 1933, estando fondeado en Gijón, de madrugada, un bote con unos hombres desconocidos se acerca al vapor y sitúan en el escape del condensador principal varios cartuchos de dinamita. La tubería y la válvula del condensador quedan gravemente dañadas (ABC, sábado 29 de julio de 1933, pág. 24)
Tras la guerra civil, el ABANDO calco los viajes que hacía antes de esta y siguió descargando regularmente en Barcelona carbón, cemento y potasas.

Vapor LLUSANES visto por el pincel de Jose Traub.JPG
Vapor LLUSANES visto por el pincel de Jose Traub.JPG

En 1963 pasa a la naviera asturiana del Grupo Riva, siendo bautizado como LLUSANES para morir en Avilés en 1.975.
78 años de vida marítima. Extraordinario.

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